MIERCOLES Ť 25 Ť ABRIL Ť 2001

Ť Pronostica Aguiar Retes que en dos años podrán constatarse algunos beneficios

Aprueba líder episcopal gestión del Presidente

JOSE ANTONIO ROMAN

Por la inteligente integración de su gabinete, la lucha frontal contra la corrupción y las actitudes asumidas ante los problemas y acontecimientos nacionales, especialmente ante la caravana zapatista, el gobierno del presidente Vicente Fox ha sido positivo en sus primeros cinco meses de gestión, consideró el secretario general del Consejo del Episcopado Latinoamericano, Carlos Aguiar Retes.

Sin embargo, señaló que es "muy difícil" que en tan sólo unos meses que tiene la presente administración se perciban, a "nivel popular", los beneficios de las decisiones gubernamentales. "Yo creo que a unos dos años se van a empezar a constatar estos beneficios", dijo el también obispo de la diócesis de Texcoco, en la conferencia de prensa del primer día de trabajos de la 71 asamblea plenaria del Episcopado Mexicano.

Aguiar Retes se refirió también al tema de la reforma fiscal. Dijo que junto con la incipiente cultura democrática, los mexicanos deben aprender una "cultura tributaria" que todavía no existe. "No sabemos, no entendemos que para que haya un país democrático necesitemos pagar ese país democrático con nuestros propios impuestos, pero al mismo tiempo eso le dará al pueblo la capacidad para que decida, mediante sus representantes en el Congreso, dónde quiere que se destinen esos recursos y vigilarlos".

Para ello, subrayó, es necesario que todos los poderes, y en este caso específico el Congreso de la Unión, tomen en serio su función, a fin de vigilar que la carga tributaria sea equitativa, proteja a quienes menos tienen y que los recursos se destinen sobre todo al gasto social, pues de lo contrario, aun cuando el IVA se incremente, los pobres seguirán siendo pobres. Lo que se necesita es invertir más en gasto social.

Relativismo moral, a debate

A la primera conferencia asistieron, junto con Aguiar, los obispos de Nuevo Laredo, Ricardo Watty; de Córdoba, Eduardo Patiño, y el auxiliar de la arquidiócesis de México y presidente de la Comisión de Comunicación Social del Episcopado, Guillermo Ortiz, quien no tuvo participación. Explicaron que durante su asamblea, que concluye el viernes próximo, los obispos no sólo aprobarán los programas de trabajo para el trienio 2000-2003 de sus 27 comisiones episcopales, sino que también analizarán la situación política actual y cinco grandes problemáticas nacionales: educación, indígenas, migrantes, familia y corrientes de "mentalidad contemporánea", incluido el "relativismo moral".

Watty, de Nuevo Laredo, se refirió de manera especial a la problemática que viven millones de migrantes, donde, según las estadísticas más conservadoras, se registraron durante el año 2000 más de 500 muertes en la frontera con Estados Unidos. Y en los primeros tres meses, tan sólo en la frontera de los dos Laredos, se ha deportado a 13 mil 600 personas indocumentadas.

Fue en la sesión de preguntas y respuestas cuando Aguiar Retes -obispo que sustituyó a Felipe Arizmendi en la secretaría general del Celam, cuando éste prefirió renunciar a dicho cargo para dedicarse de tiempo completo a la diócesis de San Cristóbal de las Casas- se refirió a los cinco meses del gobierno foxista.

"En lo personal sí me han complacido estos meses de su gobierno; en primer lugar, el gabinete que integró es de gente valiosa, capaz, competente y honesta, independientemente de su credo, como podría haberse pensado del presidente Vicente Fox", expuso.

El prelado alabó que la integración de este gabinete haya sido por grupos de trabajo, pues desde la perspectiva del obispo, de esta manera se reducen los márgenes de corrupción, debido a que un secretario de Estado es corresponsable del funcionamiento de toda esa área de la cual forma parte.

"Cuando un secretario está interdependiendo con otro ya no es el último en la responsabilidad de las cosas ni tiene él la última palabra; se reducen las complicidades y las corrupciones. Ustedes se acuerdan en el viejo sistema priísta, la última palabra evidentemente era definitiva, y si se le llegaba al precio al funcionario que tenía esa última palabra, se conseguía lo que se quería.

"Pero hoy, cuando se tienen que dar cuentas entre ellos mismos, a ese nivel, de un secretario a otro secretario, entonces va a ser más costosa la compra si queremos hablar de corrupción. A mí me parece atinada esa medida", dijo el prelado, quien aclaró que su opinión era a título personal.

El difícil caso Chiapas

Pero sobre todo, Aguiar habló de las actitudes que ha asumido el presidente Fox ante varios de los problemas que ha debido enfrentar en estos cinco meses de su gobierno, en especial hacia la caravana zapatista. "Es ejemplar cómo mantuvo la calma, la actitud abierta, a pesar de que había una marejada que podía provocar un gravísimo problema, pero tuvo la calma y mandó mensajes a la ciudadanía de que él estaba ahí y que él estaba dispuesto al diálogo, por fortuna todo paso positivamente.

"Creo que él (Fox) fue el artífice número uno de esos resultados, también lo fueron los comandantes y el subcomandante Marcos, pero al final, porque al principio las propias encuestas señalaron que la popularidad del líder rebelde había bajado debido a su postura y a sus primeros discursos, que no habían sido lo convenido; al final, al no haber aparecido en el Congreso de la Unión y al haber dejado que los indígenas mismos hablaran, se ganó una segunda parte positivamente para todos en el problema."

Aguiar expresó que existe una esperanza tangible de que la cuestión indígena no sólo se resolverá, sino que también será testimonio y modelo para la solución de muchos otros problemas de los indígenas en todo el continente americano.

Mientras tanto, el obispo de Córdoba, Eduardo Patiño, destacó que el presidente Fox resistió "contra viento y marea" aquel momento difícil con la caravana zapatista, que por fortuna fue superado y hoy se abren nuevos caminos para la paz y la reconciliación en Chiapas.