DOMINGO Ť 22 Ť ABRIL Ť 2001
Ť Análisis de González Casanova, Adelfo Regino y Martí Batres sobre la movilización
La marcha zapatista sacudió la conciencia nacional
MARIA RIVERA
La marcha zapatista sacudió la conciencia nacional, indicaron los analistas convocados por La Jornada y Casa Lamm para realizar un balance de la movilización de febrero pasado. Los pueblos indios cumplieron su papel. Ahora, indicaron Pablo González Casanova, Adelfo Regino y Martí Batres, corresponde a las sociedades política y civil impulsar la aprobación de la ley sobre derechos y cultura indígena en un escenario muy complejo.
Hay una sensación de victoria, coincidieron los panelistas. La marcha cambió el ánimo nacional y de paso la correlación de fuerzas. Mientras atravesaba las regiones, generaba una situación política distinta a la que se había vivido meses atrás durante las elecciones presidenciales. Ahora, los sectores democráticos tienen enfrente una lucha muy fuerte, no sólo para sacar adelante la ley sobre derechos y cultura indígenas, sino para detener aspectos de la reforma fiscal, la apertura de la industria eléctrica y la reforma laboral.
De entrada, el dirigente del Congreso Nacional Indígena, Adelfo Regino, indicó que en esta nueva etapa el gobierno y los partidos están obligados a cumplir con la palabra empeñada. "Pusimos en la mano de los legisladores la iniciativa para que ellos decidan conforme a su corazón y su pensamiento. Ahora tienen ellos la palabra, la decisión. Si han escuchado nuestra voz seguramente la aprobarán, si no nosotros entenderemos que no hay voluntad de paz, ni para caminar hacia una verdadera transformación".
Comentó que están preocupados por la información que ha trascendido en los últimos días sobre la ley. Se está hablando de cambios de formato en la iniciativa de la Cocopa, indicó, y no entendemos por qué se pretende hacerlos en la parte dogmática de la Constitución (que se refiere a los derechos individuales), y no en la orgánica. "ƑAcaso se quiere conceder derechos sin dar lugar a los mecanismos de instrumentación de los mismos", se preguntó Regino. Explicó que sin ellos el reconocimiento de los derechos indígenas será una mera declaración de buena voluntad, sin repercusión en las instituciones, y lo que se está demandando es una reforma integral.
González Casanova insistió que el principal riesgo que acecha a la ley Cocopa es que sus preceptos se queden en la letra, sin que se incorporen en la práctica política del país. "No basta con defender los derechos de los pueblos indios, también hay que luchar para que se pongan en marcha los mecanismos que permitan aplicarlos".
Consideró que si estos acuerdos se logran se deberá a la movilización de la sociedad civil y a la ayuda de algunos líderes de la sociedad política. Advirtió que vendrán tiempos complicados, pero pidió no desistir. Aportando una nota de optimismo recordó: "que está en nosotros cambiar la correlación de fuerzas a favor de una vida democrática en nuestro país".
El coordinador de la bancada perredista en la Cámara de Diputados, Martí Batres, relató cómo fue la negociación que permitió el uso de la tribuna del Congreso de la Unión a los zapatistas. Explicó que en gran medida se debió a los cambios ocurridos en el Congreso, un poder que poco a poco está conformando su propia fisonomía, y que "apostó por estar cerca de la gente".
Respecto a la ley indígena, indicó que hasta el momento él sólo ha escuchado de parte de los panistas cuestionamientos de fondo, no meras sugerencias de cambios técnico-jurídicos como señalan. Ejemplificó: "Cuando se dice que los pueblos indígenas tienen derecho al uso y al disfrute de los recursos de manera colectiva, uno que otro panista pide que no se acceda de manera colectiva necesariamente, que se haga de manera colectiva y/o privada. Con esta pequeña adaptación se permitiría que cada pueblo tenga su Loba que controle el agua y otros recursos naturales, y a esto le llaman minucias...".
La sociedad, comentó, no puede pensar que este asunto ya está resuelto, todavía tiene que concretarse. También debe recordar que la ley indígena no va a resolverlo todo, pero que por lo pronto brindará una base jurídica para un nuevo pacto social hacia el futuro.
Y haciendo una reflexión sobre el papel que deberá desempeñar el PRD en estas transformaciones dijo: "No se requiere un partido socialdemócrata al estilo europeo para los tiempos que vienen, se requiere una fuerza popular movilizada, porque vendrá una polarización muy fuerte. Pero no hay mal que por bien no venga: la izquierda tiene la oportunidad de irse convirtiendo en una mayoría nacional".