LA FIESTA EN PAZ
Ferias, publicidad y otros excesos
Leonardo Paez
ANTES DE ENTRAR en materia, una petición al amable lector: Echele un ojo a las sabrosas y reveladoras opiniones del maestro Paco Camino recogidas en el semanario Proceso de esta semana. Allí, el otrora Niño sabio de Camas muestra una vez más que la sabiduría se puede refinar, pero no inventar y menos improvisar, como algunos neotaurinos suponen.
Y CUANDO MUCHOS esperaban que la madurez que a veces traen los años, propiciaría en el maestro sevillano puntos de vista conciliadores, Camino, el único, le embiste de largo a las escuelas taurinas, al andalucismo castañuelero, a quienes no saben poner el alma en lo que hacen --en los toros y en lo demás--, a los abusos de la democracia española, al descastamiento del toro actual --siendo él ganadero-- y al burdo disfraz de peso excesivo con que se le reviste, al falso concepto de temple, y a la accidentada campaña de Manolo Martínez en la península.
DE LUJO, COMO su toreo, el pensar, el sentir y el decir de este Paco, diestro enorme e inolvidable al que en sólo tres temporadas --de 62 a 64-- la afición convirtiera en su ídolo, mientras otros consentidos llevan nueve temporadas y nomás no pasan de eso, de consentidos, sobre todo de las empresitas que padecemos.
A PROPÓSITO DE éstas, me escribe desde Aguascalientes Adrián de Mitra, para abundar sobre lo dicho en este espacio la semana pasada sobre la ex rumbosa feria taurina de Aguascalientes:
OTRO SERIAL TAURINO cuya tradición más palpable sigue siendo la mediocridad, el mercantilismo, la falta de imaginación en la composición de sus carteles --la "nueva" dupla, Cavazos y Gutiérrez, o Mariano y Gutiérrez, los hermanos Armilla, etcétera-- y de compromiso verdadero con la renovación taurina que demanda la fiesta de toros en México.
ES OTRA TEMPORADA de "más de lo mismo", configurada con base en los vicios y compromisos empresariales, que poco o nada tienen que ver con el gusto de la afición o los reales méritos de los coletudos...
LA FIESTA DE los toros demanda otras actitudes, pero ahora nadie es capaz de garantizar nada. Hace por lo menos un lustro se viene esperando de la empresa y propietaria de las dos plazas de la localidad, Espectáculos Taurinos de México, que haga suya la demanda hacia la renovación del espectáculo, pero todo indica que en Aguascalientes seguirán sin soplar vientos favorables...
TEMERARIAMENTE EL NEOLIBERALISMO mexicano, en su miopía, tampoco en lo taurino ve ni oye. Y ni quien se oponga ni ponga límites a su dañina pero bien calculada torpeza.
EN EL MISMO sentido, un común denominador caracteriza a la "moderna" publicidad taurina: su falta de imaginación, aparejada a su pobreza tipográfica y, en el colmo de la decadencia, a la barbaridad de poner, en letras más grandes, los nombres de los alternantes ?así se trate de unos desconocidos?, y en letras mucho más pequeñas el nombre de la ganadería, como si el toro de lidia fuese mera comparsa y no el protagonista principal del hoy manoseado espectáculo.