Ť Ni el presidente de la comisión convocante asistió al encuentro de escritores y editores
Ausencia de asambleístas en la mesa redonda Lectura para todos... sin IVA
Ť Los participantes advirtieron que no los vencerán la apatía y el desinterés de los legisladores locales Ť Coincidieron en que gravar libros es aplicar la eutanasia a la industria editorial
MONICA MATEOS-VEGA
Ningún legislador acudió ayer a la mesa redonda Lectura para todos... sin IVA, a la que convocaron la presidencia de la Comisión de Educación de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y la Sociedad General de Escritores de México (Sogem) en el recinto de Donceles.
No obstante, los escritores que participaron dejaron claro que no los vencerán el silencio, la apatía y la indiferencia de los diputados, pues la batalla contra la intención de gravar libros, medicinas, alimentos y colegiaturas, emprendida por la sociedad civil, continúa y seguirá hasta que el gobierno entienda que se trata de una medida absurda, incongruente e ignorante.
Los libros no son cualquier mercancía
La editora Enzia Verduchi enfatizó que no es cierto que los libros son "como cualquier mercancía", como afirmó Agustín Carters, subsecretario de Hacienda; "los libros son la puerta de la imaginación y el conocimiento, son memoria de todos los pueblos y todos los hombres que ya no quieren vivir a la sombra de caudillos y neoliberales".
Tampoco es cierto, agregó, "que los autores ignoren que 'gran parte de los libros que se usan en el país son dotados por el gobierno', como tampoco desconocemos que con 485 millones de pesos al año (lo que se espera recaudar en caso de gravar los libros) no se cubre un programa contundente de fomento a la lectura a nivel nacional.
"Lo justo es que nos dejen de tildar de 'mentirosos' y 'mentirosas' con tanta ligereza, cuando se sabe que casi 90 por ciento de la población no está en favor de gravar con el IVA las medicinas, los alimentos, las colegiaturas y los libros. Los mexicanos están queriendo decirle su verdad a un presidente que no escucha."
Verduchi explicó que México es el penúltimo país que lee de una lista de 108, y que, según estadísticas, cada mexicano anualmente lee medio libro al año, al tiempo que se estima existen 6 millones de analfabetas, "sin contar los analfabetas funcionales, o sea, los que tienen la capacidad de leer y escribir, pero que no cuentan con el hábito de la lectura y escriben con una lamentable redacción y ortografía."
En este sentido, "no es cierto que esta 'reforma bondadosa' de eliminar la tasa cero del IVA, sin apoyo fiscal a la industria del libro, sea un 'reformón', si consideramos que somos un país importador de libros ibéricos, un mercado que, como se dio a conocer en el informe económico Panorámica del sector editorial en España, elaborado en octubre de 2000, adquirimos libros por 9 mil millones de pesetas (casi 48 millones de dólares) en comparación con los 7 mil 979 millones de Argentina; mientras Colombia, Venezuela, Chile, Perú y Uruguay, juntos, adquirieron 2 mil millones de pesetas", puntualizó la editora.
Impuestos, pero sin lastimar la industria, pide Silvia Molina
En su turno, la escritora Silvia Molina opinó que la sociedad debe pagar impuestos para que el gobierno pueda ofrecer mejores oportunidades a todos los mexicanos, "pero no lastimando al libro y a la industria editorial, ni poniendo trabas al desarrollo intelectual y cultural".
Mencionó que en México, un país con 100 millones de habitantes, "hay tan sólo mil 200 puntos de venta donde llegan libros de las grandes editoriales", mientras en Barcelona, una ciudad de cuatro y medio millones de habitantes, tiene los mismos mil y pico puntos de venta.
"La Cámara de la Industria Editorial Mexicana tiene noticia de 237 casas editoriales, de las cuales 80 son microempresas, 60 empresas pequeñas, 30 medianas y 67 grandes. Esa es nuestra enorme flota editorial para dar batalla al subdesarrollo", añadió, y enfatizó: "no tener acceso al libro, porque será más caro o porque la oferta será cada vez más reducida, es una vergüenza para un país que fue la cabeza de la industria editorial latinoamericana cuando la crisis de Sudamérica se presentó, y una desgracia más grande será permanecer en la ignorancia y no conocer, no haber pisado nunca el universo de las historias que nos hacen vivir, ser mejores. Creo que sí debemos pagar impuestos, pero no el del atraso a costa de unos cuantos pesos".
Serrano Limón y Abascal, parte del México siniestro
En el encuentro también participaron María Luisa Mendoza, Bernardo Ruiz y el escritor Emmanuel Carballo, quien puntualizó que ya no existe una industria editorial mexicana; "en el país la industria editorial es española, y la española es propiedad de alemanes, con la globalización ya no se sabe quién es de quién. Por eso es absurdo que, si el gobierno mexicano es el mayor editor de libros, se imponga el IVA a sí mismo, porque se trata de dinero del pueblo".
Héctor Anaya pidió a los asambleístas (que no se enteraron de lo ahí debatido hasta que lean los periódicos, si es que tienen ese hábito) que convenzan a sus colegas legisladores de "que apoyar el IVA a libros, alimentos y medicinas, es autorizar la eutanasia".
Daniel Leyva ironizó al señalar que debería imponerse un impuesto a los secretarios de Estado que no paran de decir tonterías: "debería descontárseles una parte del sueldo que fuese proporcional a la magnitud de la estupidez pronunciada, aunque habría que exonerar de este gravamen al secretario del Trabajo, pues dice tantas que acabaría pagando por laborar, y eso tampoco es muy católico que digamos."
Rafael Ramírez Heredia, molesto por la ausencia de los legisladores, incluyendo a Alejandro Sánchez Camacho, presidente de la Comisión de Educación, convocante del encuentro, pidió a Jorge Serrano Limón que lo incluya en su lista negra y al secretario Carlos Abascal que prohiba sus libros; ambos, añadió, pertenecen a ese "México siniestro".
En representación de Víctor Hugo Rascón Banda, presidente de la Sogem, Víctor Ugalde dijo que la escasa visión de futuro y los malos cálculos económicos de los empresarios que hoy están al frente del Poder Ejecutivo, "los lleva a creer que gravando medicamentos y libros obtendrán recursos para 'supuestamente' beneficiar a los más pobres, empobreciendo, en términos reales y culturales a las mayorías.
Con motivo del Día Mundial del Libro, un grupo de escritores y editores invita al público en general a la lectura en atril de Aura, de Carlos Fuentes, y Doce cuentos peregrinos, de Gabriel García Márquez, acto que forma parte de la campaña por los libros sin IVA y sin censura.
Los autores leerán e invitarán a leer estas
"obras prohibidas" por la ultraderecha, y que ahora se erigen como emblema
no sólo de las bondades de la creación, sino de la libertad
de expresión. La cita es el lunes 23 de abril en la explanada del
Palacio de Bellas Artes, a las 18 horas.
Bartolas contra el impuesto
El próximo domingo se efectuará en la colonia Santo Domingo, Coyoacán, la concentración pública No al IVA, súmate, que consistirá en recabar opiniones de la comunidad acerca de los efectos que causaría en su economía y vida familiar el impuesto a medicinas, alimentos y libros.
Las modernas Bartolas, en remembranza al popular personaje de una de las inolvidables canciones de Chava Flores, tendrán la oportunidad de expresar sus ideas en torno a la medida propuesta por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Las convocantes (mujeres creadoras, actrices e intelectuales) se reunirán a partir de las 11 horas en la esquina del Eje 10 Sur y Aztecas, y luego recorrerán el tianguis que ahí se instala semanalmente y al que acuden vecinos de las colonias Ruiz Cortines y Santo Domingo.
Posteriormente la comitiva partirá al Jardín Hidalgo de Coyoacán para manifestarse, a partir del las 13 horas, contra la política fiscal foxista.
Entre las organizadoras se encuentran la cineasta Maricarmen de Lara, la escritora Laura Esquivel, las fotógrafas Lourdes Almeida y Mariana Yampolski, la directora teatral Jesusa Rodríguez y la actriz Margarita Isabel, entre otras.