VIERNES Ť 20 Ť ABRIL Ť 2001

Leonardo García Tsao

Mucho malo sabor

En los setenta estaba de moda criticar a las películas por su contenido ideológico, por encima de cualquier otro criterio. Vale la pena resucitar ese enfoque ante un par de estrenos hollywoodenses, cuyo único interés reside en una postura sintomática frente al Tercer Mundo latinoamericano.

Prueba de vida, de Taylor Hackford, se sitúa en el ficticio Tecala -de entrada, una mala señal-, país latinoamericano rico en petróleo pero aquejado por problemas de narcotráfico y guerrillas. Ahí el ingeniero Peter Bowman (David Morse), empleado de una transnacional petrolera, es secuestrado por el Ejército de Liberación de Tecala. Su esposa Alice (Meg Ryan) descubre que la compañía se desentiende del asunto porque ha sido comprada por una rival, y el seguro contra secuestros se había suspendido. Aún así, el agente Terry Thorne (Russell Crowe) decide intervenir motivado por el altruismo (y sobre todo porque Alice le cuachalanga). Cuando toda negociación resulta infructuosa, Thorne opta por una operación bélica tipo Rambo.

Al margen de los aspectos convencionales de la trama -una mezcla insípida de Peligro inminente (Noyce, 1994) y Casablanca (ya quisiera)-, la película de Hackford manifiesta una actitud xenofóbica, rayana en el racismo. Tecala es visto como el infierno en la Tierra: un submundo de corrupción y suciedad, donde nadie es digno de confianza (bueno, salvo un par de sirvientes leales a sus rubios amos). La descripción misma de la guerrilla constituye un libro de texto de marrullería ideológica. En algún momento, se nos informa, el ELT sustituyó sus principios marxistas por el negocio y por eso se dedica ahora al narcotráfico y al secuestro con fines de lucro. Eso no significa un mayor profesionalismo pues la actividad de los guerrilleros consiste en fumar mota, discutir entre sí a gritos y poner autos bomba en sus ratos libres (Ƒserá pura casualidad que el nombre clave de uno de ellos sea Marco?).

themexicanHasta la crisis matrimonial de los Bowman se achaca a los sinsabores del Tercer Mundo (el aborto sufrido por Alice, por ejemplo, se sugiere causado por una estancia en Africa). Por ello, nunca se cuestiona la legalidad o siquiera la ética de la violenta incursión de un grupo de paramilitares: la vida de unos mugrientos guerrilleros no vale nada si a cambio se rescata a un noble y probo gringo, que sólo estaba trabajando para una compañía explotadora de recursos extranjeros.

La mexicana es menos indignante en tanto reduce a estereotipos a nacionales y extranjeros por igual. Si el primer largometraje del director Gore Verbinski, Un ratoncito duro de cazar, era como una aventura de Tom y Jerry con gatotes humanos, el segundo es una semiparodia de road movie/thriller chamagoso filtrada por Speedy González. La caricatura, digamos, es lo que mueve a Verbinski.

Aunque mover no es el verbo adecuado. La mexicana nunca toma vuelo en la búsqueda circular de un insulso MacGuffin -una codiciada pistola antigua, hecha en el país de El Zorro- por parte de un gringo menso (Brad Pitt), para cumplir las órdenes de un gángster. Al mismo tiempo, su novia (una estridente Julia Roberts) es secuestrada por un psicópata con corazoncito (James Gandolfini) para asegurar la entrega del arma. Ninguno de los consecuentes reveses, vueltas de tuerca y cambios de dueño tiene sentido, pues al final resulta que el intermediario gringo salía sobrando. Para distraer el aburrimiento, uno puede hacer un recuento de las imágenes de mexicanos sonrientes pero transas, burros, sombrerotes, cantinas siniestras y pueblos polvorientos -dignas de los prejuicios de cualquier turista timorato-, y calcular cuántas hubieran sido objetadas por la censura de antaño. (Y pensar que a algunos les molestó Tráfico por su retrato de la pobreza nacional).

Estrenadas en pleno siglo XXI, Prueba de vida y La mexicana son sólo la manifestación más reciente de la paranoia, prepotencia y puerilidad que suelen informar la visión estadounidense sobre lo extranjero.

 

LA MEXICANA

(The Mexican)

D: Gore Verbinski/ G: J.H. Wyman/ F. en C: Dariusz Wolski/ M: Alan Silvestri/ Ed: Craig Wood/ I: Brad Pitt, Julia Roberts, James Gandolfini, J.K. Simmons, Bob Balaban/ P: Pistolero Productions, Dream Works. EU, 2001.

 

PRUEBA DE VIDA

(Proof of Life)

D: Taylor Hackford/ G: Tony Gilroy, inspirado por el artículo Adventures in the Ransom Trade, de William Prochnau (publicado en la revista Vanity Fair) y el libro Long March to Freedom, de Thomas Hargrove/ F. en C: Slawomir Idziak/ M: Danny Elfman/ Ed: John Smith, Sheldon Kahn/ I: Meg Ryan, Russell Crowe, David Morse, Pamela Reed, David Caruso/ P: Castle Rock-Bel Air Entertainment-Anvil Films. EU, 2000.

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