Atlante descendió; León, en Primera División

Ť Los potros necesitan 5 mdd y ganar la promoción para resucitar en el circuito de honor

El corazón de los azulgrana fue el que dejó de latir. Atlante sucumbió anoche 3-0 en el estadio Azteca ante el América y oficialmente es el cuadro que desciende en este torneo de Verano 2001, al combinarse su traspié con el triunfo del León por 2-0 sobre el Toluca, en el Nou Camp.

Los Esmeraldas se salvaron y jugarán la liguilla, mientras que Alejandro Burillo tendrá que romper su alcancía para juntar los cinco millones de dólares que le exigirán a los azulgrana, en caso de ganarle la promoción al conjunto de la Primera A, aún por conocerse.

Atlante empezó a agonizar muy pronto. Al minuto 4, Pável Pardo cobró una falta por el sector derecho; lo hizo directamente al área, donde el colombiano Frankie Oviedo remató con la cabeza y marcó el primer tanto, aunque Luis Hernández fue el que más lo festejó.

El 1-0 se convirtió en una losa muy pesada, sobre todo porque los atlantistas se enteraron que el León también se fue temprano adelante en el marcador en su cancha.

Aunque el accionar de los azulgrana fue mejor que el de sus rivales. El control del balón fue de ellos, pero los postes y, principalmente, la gran noche del portero Adolfo Ríos, evitó que se hicieran sentir en el marcador.

El joven Carlos Sánchez, quien le puso un baile al zaguero americanista Víctor Santibáñez, casi provoca un autogol, cuando al minuto 11 mandó un centro y Davino desvió el balón que terminó estrellándose en el poste izquierdo de la portería de Ríos.

Jorge Campos, el guardameta azulgrana, se convirtió en un espectador más. El del trabajo fue Ríos, quien al minuto 38 volvió a arrancar el aplauso de los suyos, al desviar un potente disparo lejano de Mario Bueno.

Al regresar del descanso, la presión de los atlantistas se sintió desde el primer minuto. El travesaño ayudó esta vez a Ríos para que su meta no cayera, en otro desvió de su zaga, y al 57 otro manotazo salvador del portero americanista evitó la igualada.

Como los azulgrana estaban obligados a la victoria si querían salvarse, el técnico Manuel Lapuente decidió al minuto 55 sacar de la portería a Campos y mandarlo a la delantera.

El cambio no fue nada comprensible, porque Sánchez fue el sacrificado para que entrara el guardameta Félix Fernández. Santibáñez fue de los pocos que lo aplaudió, por supuesto.

Atlante estaba encima del América, pero al minuto 68 vino un largo despeje de los de Coapa; Luis Hernández peinó el balón y apareció Iván Zamorano sólo ante Fernández; el chileno cruzó entonces su disparo, para establecer el 2-0.

El milagro era lo único que les quedaba a los dirigidos de Lapuente. Pero al 76 ya ni eso. Fabián Estay le puso un gran pase a su paisano el Bam Bam, quien le ganó la espalda a los zagueros y volvió a fusilar a Fernández para el 3-0 definitivo.

Y mientras en el Azteca empezaba el funeral y las broncas por la decepción azulgrana, en el estadio Nou Camp se daba rienda suelta al festejo.

El León, con anotaciones de Sigifredo Mercado y Nicolás Ramírez dio cuenta del Toluca. De esta forma, se mantiene en el circuito de honor y pasa directo a la liguilla en el grupo 1; desplazó al Atlante que, aunque sus 23 puntos le bastaban para estar en la siguiente ronda, al descender automáticamente quedó eliminado.