VIERNES Ť 20 Ť ABRIL Ť 2001

Ť Cientos de jóvenes se capacitan para participar en protestas contra la globalización

Con Bové en Quebec, McDonalds pasó a la clandestinidad; las tiendas fortalecen defensas

Ť La violencia no es romper vitrinas sino el libre mercado, advierte el líder francés

Ť Cámaras de video vigilan el perímetro urbano donde se hará la Cumbre de las Américas

JIM CASON, DAVID BROOKS Y ROBERTO GONZALEZ AMADOR ENVIADOS

Quebec, 19 de abril McDonalds ingresó a la clandestinidad en el centro de Quebec, mientras Gap y otras tiendas siguen colocando triplay sobre sus vitrinas y el ''muro de la verguenza'', que encerrará al centro de la ciudad cuando comience la Cumbre de las Américas, ya está decorado con abundantes flores y mantas de protesta; la fiesta apenas comienza.

Al arribar el anfitrión de la cumbre, el primer ministro canadiense Jean Chrétien para asistir una primera reunión bilateral con su contraparte brasileña, en un lugar secreto de Quebec cientos de jóvenes se capacitaban para las manifestaciones y acciones de protesta contra la globalización empresarial.

La mayoría de las preguntas a Chrétien en su primera conferencia de prensa a la ciudad fueron sobre el tema de las protestas, los activistas y el muro. ''Ellos tienen el derecho de protestar, nosotros tenemos el deber de proteger a los líderes (americanos). Después de Seattle, y de lo ocurrido en la República Checa, tenemos la obligación de proteger a las delegaciones'', respondió.

El día comenzó con obreros de construcción arribando al único McDonalds, en el centro de la parte vieja de esta ciudad, con grúas para colocar triplay sobre sus ventanas -eso sí, los páneles pintados con escenas de flores y nubes-, para esconder los arcos dorados; hasta las letras del nombre del comercio fueron removidas en el intento de disfrazar a ese símbolo de la globalización. Y es que con el granjero francés José Bové circulando por Quebec, McDonalds debió pasar a la clandestinidad.

Mientras tanto, las grandes tiendas como Gap siguen fortaleciendo sus defensas y han ordenado colocar madera sobre vitrinas y entradas de sus comercios en el centro de Quebec. Esta noche, la policía empezó a cerrar la cerca de más de 3 kilómetros de largo, y tres metros de alto que encierra el Centro de Convenciones y los principales hoteles que serán sede de la Cumbre de las Américas. Las autoridades también han colocado cámaras de video espionaje, y todos los que intenten ingresar al ''perímetro de seguridad'', incluso los propios residentes de esas zonas céntricas, tendrán que mostrar credenciales especiales de identidad. ''Esto se parece a un pequeño Berlín'', se quejó un trajeado residente.

La cerca se ha convertido en un símbolo de falta de democracia para los opositores de la cumbre y ha sido bautizada como ''el muro de la verguenza''. En partes de este muro, como en la antigua Puerta de San Juan que forma la entrada a la ''ciudad vieja'', está pintada la palabra ''verguenza'' en español y ''honte'' en francés. En francés también: ''Como dijo Cocteau, como no se sabía que era imposible, entonces se hizo''.

Hay varias condenas contra la represión a la libre expresión con la construcción de la cerca y los activistas han colocado flores en todas partes de la misma.

Un grupo de activistas acusó a las autoridades de utilizar tácticas medievales y en respuesta construyó una catapulta gigante frente al muro. Pero la mayoría de las tácticas que piensan emplear los activistas son mucho más modernas. Luego de semanas de negociación entre diversos grupos, donde la regla es llegar a acuerdos mutuos, democráticos y de forma descentralizada, Quebec ha sido dividida en tres colores que designan el tipo de acciones que se realizarán en cada zona o día designado por un color.

El verde es para acciones festivas y donde no se busca provocar a las autoridades. Amarillo es para acciones de desobediencia civil no violenta aunque se entiende la posibilidad de arrestos. Rojo es para acciones directas contra la propiedad privada y donde se enfrenta directamente a las autoridades y se entiende que podría haber represión policiaca.

Gran parte del debate entre los diversos grupos de acción y protesta ha circulado en torno al concepto de la violencia. Las autoridades han alimentado estas preocupaciones y ayer anunciaron el arresto de seis personas que portaban bombas de humo militares y otros implementos pirotécnicos. Esta fue la nota principal en todos los periódicos canadienses, a la que acompañaron con citas de las autoridades policiacas señalando este hecho como justificación para las medidas extremas de seguridad que se han tomado en Quebec.

Pero algunos dirigentes canadienses, como el presidente de la Conferencia Nacional de Sindicatos, Marc Laviolette, indicaron que la policía ya había infiltrado el supuesto grupo radical desde septiembre pasado, por lo que era sospechoso que se produjera el arresto justo antes de las protestas programadas contra la cumbre.

No obstante, figuras de la lucha contra la globalización empresarial, como José Bové, rechazan las definiciones oficiales de la violencia como actos destructivos de la propiedad privada. ''Aun si este sábado caen algunas vitrinas, eso no es violencia. La violencia es el libre mercado'', dijo el líder francés.

''Hoy el mercado es lo que representa el tipo de violencia que existe en el mundo. El mercado está matando hoy a millones de personas en el planeta''. Bove añadió: ''Es el Estado canadiense el que representa la violencia. Son ellos los que construyeron este muro''.