VIERNES Ť 20 Ť ABRIL Ť 2001

Ť Ya venció el plazo legal para consignar al general brigadier acusado de proteger a narcos

Aún no acredita Sedena cargos contra Martínez Perea

JESUS ARANDA

Después de 16 días de permanecer en la cárcel del Campo Militar Número Uno, el general brigadier Ricardo Martínez Perea no ha sido notificado aún por la justicia castrense de los cargos concretos por los que fue detenido, a pesar de que ya concluyó el plazo legal para consignarlo y decretarle el auto de formal prisión.

Fuentes castrenses reconocieron lo anterior, y afirmaron que aun cuando al momento de la detención del militar la Secretaría de la Defensa Nacional aseguró que se les acusaba -a Martínez Perea, a un capitán y a un teniente- de ser "probables responsables de dar protección a narcotraficantes del cártel del Golfo", hasta la fecha no han presentado pruebas que acrediten su presunta culpabilidad penal en los hechos.

Quizá, comentaron los oficiales consultados, el general brigadier tendría responsabilidades administrativas por no haber controlado a los dos oficiales detenidos, sobre quienes sí existen sospechas fundadas de presuntos vínculos con el narcotráfico, indicaron.

En un comunicado del 19 de marzo pasado, la Defensa Nacional destacó la labor del 21 Regimiento de Caballería Motorizada, con sede en Nuevo Laredo, en el que se daba cuenta de un decomiso de dos toneladas de droga, un fusil AK-47 y un vehículo tipo suburban, lo que le valió al general Martínez Perea una felicitación de parte del propio titular de la Sedena, general Ricardo Clemente Vega García.

En ese comunicado, que se encuentra en la página de Internet de la Defensa Nacional, se indica que el personal militar perteneciente al 21 Regimiento de Caballería Motorizada, "establecido en un puesto de observación y vigilancia en las inmediaciones de la pista de aterrizaje Falcón, municipio de Nueva Ciudad Guerrero, Tamaulipas, localizó una camioneta tipo suburban, la cual fue abandonada por sus tripulantes al percatarse de la presencia militar, por lo que se procedió a su revisión, encontrando en su interior 89 paquetes de mariguana con un peso total de 900 kilogramos, así como un arma AK-47".

El comunicado también dio cuenta que personal del mismo regimiento -que dirigió hasta su detención, el 3 de abril pasado, el general Martínez Perea-, al efectuar un reconocimiento a inmediaciones de la ribera del río Bravo, sobre la brecha denominada "del quinientos", en el municipio de Nueva Ciudad Guerrero, Tamaulipas, observó a ocho personas a bordo de dos lanchas, quienes, al percatarse de la presencia de los militares se dieron a la fuga, dejando abandonada la embarcación, en la que había 109 paquetes -849 kilos- de mariguana.

Las fuentes militares indicaron que la permanencia de más de ocho años al frente del 21 Regimiento de Caballería Motorizada habla de la trayectoria de Martínez Perea, por lo que resulta extraño que "de la noche a la mañana" lo pretendan implicar con el narcotráfico, siendo que en la estructura castrense también tuvo superiores que deberían afrontar su responsabilidad.

Además, indicaron los informantes, aún no ha quedado claro de dónde sacará la Procuraduría Militar las pruebas en su contra, porque, según trascendió, las acusaciones que culminaron con su detención se basan en "especulaciones y anónimos".

Hasta la fecha, ni la Procuraduría General de Justicia Militar ni la Secretaría de la Defensa Nacional han emitido declaración oficial alguna sobre la situación legal del general Martínez Perea, como tampoco del capitán segundo de Caballería Pedro Maya Díaz, ni del teniente de Caballería Javier Antonio Quevedo Guerrero, a quienes la Defensa Nacional acusó de proteger a narcotraficantes del cártel del Golfo, que encabeza Osiel Cárdenas Guillén.

Días después de su detención, elementos del Grupo Anfibio de Fuerzas Especiales (Gafes) lograron capturar a Gilberto García Mena, El June, lugarteniente de Osiel Cárdenas, quien estuvo escondido más de 10 días en su domicilio del poblado de Guardados de Abajo, Tamaulipas.