VIERNES Ť 20 Ť ABRIL Ť 2001
Ť "Tengo la impresión que el Congreso quiere enviarla a un periodo extraordinario"
La reforma fiscal se aprobará en mayo: Gil Díaz
Ť El gobierno federal tendrá que recortar sus gastos, lo que implicará despidos: CCE
DAVID ZUÑIGA
El secretario de Hacienda y Crédito Público, Francisco Gil Díaz, dio por hecho que la reforma fiscal se aprobará en mayo, en un periodo extraordinario de sesiones.
El funcionario acudió la noche del miércoles al Club de Industriales, donde el secretario de Gobernación, Santiago Creel, se reunió con los coordinadores parlamentarios de los tres principales partidos: Diego Fernández de Cevallos y Felipe Calderón, del PAN; Martí Batres y Jesús Oirtega, del PRD, y Beatriz Paredes Rangel, del PRI.
El funcionario, quien negó haber estado en la reunión de Creel con los legisladores, comentó que si bien la reforma "es para el año entrante, mientras más pronto salga, mejor. Tengo la impresión de que la idea del Congreso es enviarla a un (periodo) extraordinario. Sería mejor que la (Comisión) Permanente adoptara esta decisión y que nos fuéramos a un extraordinario en mayo, porque así se podría concentrar la atención en la parte tributaria, que requiere de mucha discusión".
Mientras tanto, el sector privado aún no tiene una postura unificada sobre la reforma, aunque coincide en que no debe postergarse hasta septiembre, como propuso el PRD.
El presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Jesús Vizcarra Calderón, dijo que la aplicación del impuesto al valor agregado (IVA) en los alimentos fomentará la economía informal, que en el sector alimentario equivale aproximadamente a 38 por ciento.
Según Vizcarra, los empresarios del campo ya convencieron a los demás organismos del CCE de que el sector rural está rezagado del resto de la economía, y por ello los agroindustriales necesitan conservar el régimen simplificado para el pago del impuesto sobre la renta (ISR).
Las empresas que se han beneficiado del régimen simplificado, argumentó, son las que más han contribuido al desarrollo del campo y a la creación de cadenas productivas.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Raúl Picard del Prado, insistió en que la reforma no es promotora, sino recaudadora, y no va a pasar como está porque le faltan medidas de seguridad jurídica, de fomento y de simplificación. "Hay muchos puntos en los que todavía no estamos de acuerdo; uno es la depreciación acelerada. ƑPor qué no se permite en el Distrito Federal, Guadalajara y Monterrey, cuando las dos terceras partes de todas las empresas están en esas ciudades? Otro punto: sólo se permite deducir 20 por ciento de las colegiaturas, pero la mayoría de la gente que gana entre cinco y seis salarios mínimos tiene que gastar en guarderías privadas, porque no puede utilizar las del IMSS o las del ISSSTE, y sólo se incluye a las inscritas a la SEP".
Si bien las pequeñas y medianas empresas podrán acreditar el IVA cuando le cobren a sus clientes, no podrán hacer lo mismo con el ISR, lo que complica la contabilidad. Además, no hay suficientes incentivos para incorporar a posibles causantes a la formalidad. "Esto no podrá lograrse por la vía de la coerción, sino del convencimiento".
En defensa de la consolidación
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Claudio X. González, rechazó que las grandes empresas sean las privilegiadas de la iniciativa foxista. Según el presidente del consejo de administración de Kimberly Clark y miembro del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, la iniciativa incluye "un apoyo decidido" al ahorro, la inversión y la creación de riqueza y empleos.
"Estamos obteniendo la deducción inmediata de las inversiones y de la participación de utilidades. Se dice que se nos reduce el ISR de 40 a 32 por ciento, pero esta reducción es para las ganancias que recibían trato de dividendo, no a lo que se estaba reinvirtiendo; en este caso la tasa sube de 30 a 32 por ciento; por ello, no es correcto que no haya contribución del sector empresarial".
Sobre la consolidación fiscal, González Laporte sostuvo que es falso que eliminar este esquema permitiría recaudar al menos 100 mil millones de pesos, pues las ventas de las empresas que se benefician de este esquema no llegan a 200 mil millones de pesos.
El empresario explicó que los conglomerados necesitan la consolidación para apoyar con inversiones cruzadas a las empresas nuevas, que normalmente tardan cuatro, cinco o seis años en madurar.
Por otra parte, González Laporte señaló que con o sin reforma fiscal el gobierno tendrá que recortar sus gastos, lo que implicará despedir personal para destinar más recursos a otras áreas.