VIERNES Ť 20 Ť ABRIL Ť 2001

Ť En comunicado, la organización apoya críticas del titular del Trabajo a "Aurea"

Carlos Fuentes, producto de la mercadotecnia, afirma la Unión Nacional de Padres de Familia

Ť Irritó a padres del colegio Rougier que el libro aluda a un crucifijo en un pasaje erótico

Ť Las jovencitas no tienen criterio formado; podrían sufrir un conflicto existencial, aducen

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

Al expresar su respaldo al secretario del Trabajo, Carlos Abascal, el presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia, Ricardo Esponda, afirmó que Carlos Fuentes -autor de Aura, novela objetada por el funcionario como lectura para su hija- es uno de esos "autores que la mercadotecnia ha encumbrado".

Admitió no haber leído el libro, lo que pareció quedar demostrado porque en su comunicado de prensa citó el título de la obra como "Aurea".

A su lado estaba Jorge Moreno, presidente de la Asociación de Padres de Familia del Instituto Félix de Jesús Rougier, donde la hija de Abascal estudia el tercer grado de secundaria. Consideró que para las alumnas de esta secundaria católica no es conveniente la lectura de esta obra "de manera descontextualizada" porque a esa edad todavía no tienen una "conciencia crítica formada".

"Hay suficientes libros escritos en la historia de la humanidad, tanto nacionales como internacionales, antiguos y modernos, que pueden cumplir con aquellos requerimientos que la Secretaría de Educación Pública considere pertinentes", afirmó en la conferencia de prensa que ofrecieron en la sede de la UNPF.

El texto del pecado

padres_abascalMoreno indicó que como padres de familia católicos no critican que se hable de la sexualidad, sino que la novela haga una analogía de la relación sexual "con los brazos abiertos de Cristo", lo que no ayuda a que sus hijas tengan "una conciencia recta desde la cuna".

 Se refirió entonces al pasaje del libro de Carlos Fuentes que sirvió de argumento para sancionar a la profesora Georgina Rábago, quien dejó esa lectura a sus alumnas de tercer grado de secundaria, entre las que se encuentra la hija de Abascal. El párrafo dice:

"Felipe cae sobre el cuerpo desnudo de Aura, sobre sus brazos abiertos, extendidos de un extremo al otro de la cama, igual que el Cristo Negro que cuelga del muro con su faldón de seda escarlata, sus rodillas abiertas, su costado herido, su corona de brezos montada sobre la peluca negra, enmarañada, entreverada con lentejuela de plata. Aura se abrirá como un altar. Murmuras el nombre de Aura al oído de Aura, sientes los brazos llenos de la mujer contra tu espalda. Escuchas su voz tibia en tu oreja: ¿Me querrás siempre?"

El padre de familia, quien estaba acompañado de su esposa, se quejó de que la profesora analizó en clase la lectura, pero de una manera "descontextualizada", porque las alumnas sólo comentaron las páginas que contienen la "parte más profundamente erótica de este libro", la cual según él confronta ciertos principios de la religión católica y puede "provocar un conflicto existencial" a las alumnas.

Consideró que a los 12 o 15 años, las adolescentes no están preparadas para leer este libro porque "no tienen una conciencia crítica formada y la labor del maestro no es la transmisión de conocimiento, sino la formación de conciencia".

Dijo que la ley educativa no les permite involucrarse en la elaboración de los planes y programas de estudios ni en la elección de los libros de texto, pero dijo que si la SEP los invita "con mucho gusto participaremos".

Presentó también una serie de documentos para "demostrar" que la profesora no tiene experiencia suficiente para dar clases, ya que en el transcurso de un mes la dirección del colegio levantó cuatro actas administrativas en su contra, incluida la que ocasionó la protesta de Abascal porque la maestra encargó la lectura de Aura y de cuatro de los Doce cuentos peregrinos de Gabriel García Márquez.

Señaló que una de las actas fue porque a Rábago le faltaba tomar un curso psicopedagógico de la SEP, requisito para obtener la autorización para impartir la asignatura de español.

Los otros dos llamados de atención ?cuyas copias entregó a los medios de comunicación? fueron porque la profesora rompió el examen de una alumna y lo arrojó al bote de basura, y porque "agredió y maltrató de palabra" a cuatro alumnas y al "grupo en general".

Pese a estos hechos, explicó, las directivas de la escuela no actuaron con más rigor con la maestra porque "al ser religiosas se les conduele el corazón cuando enfrentan problemas de esta naturaleza y optan por dar una tercera oportunidad".

El padre de familia concluyó que si la docente quiere puede terminar el ciclo escolar, siempre y cuando cumpla con el ideario del colegio y con las recomendaciones de la SEP.

"Intolerancia" contra el "derecho natural"

Por su parte, el líder de la UNPF, Ricardo Esponda, señaló que es "derecho natural" respetar la participación y la opinión de los padres de familia en la educación de los hijos, sobre todo en temas debatibles referentes a los valores éticos, y llamó "intolerantes" a quienes han criticado a Abascal.

Reiteró su apoyo al secretario del Trabajo porque al protestar por la utilización en la escuela de su hija del libro Aura, de Carlos Fuentes, ejerció su derecho "como cualquier otro padre de familia lo hubiera hecho".

Para evitar conflictos como el que se suscitó en el colegio de la hija de Carlos Abascal, señaló que los maestros de preescolar, primaria y secundaria deben cumplir con un programa pedagógico previamente aprobado por la Secretaría de Educación Pública, que incluye lecturas sugeridas complementarias, pero "nunca obligatorias".