JUEVES Ť 19 Ť ABRIL Ť 2001

El artista oaxaqueño encabeza el rescate del ex convento de Santa Catalina


Toledo pide coperacha

MERRY MAC MASTERS

El pintor Francisco Toledo hizo una colecta pública sui generis en la ciudad de Oaxaca para comprar el antiguo convento de Santa Catalina de Sena, ocupado por el hotel Camino Real, pero que pronto será "afiliado" a la corporación trasnacional Hilton. El pasado día 6, Toledo, fundador del Patronato Pro Defensa y Conservación del Patrimonio Cultural y Natural de Oaxaca (Pro-Oax), se paró a la entrada del inmueble para pedir "de un centavo para abajo". Los 16 pesos reunidos se depositaron a cuenta en la administración del hotel.

Esta acción "simbólica" fue motivada por la llegada de un oficio del director jurídico del Fondo Nacional del Fomento al Turismo (Fonatur), Juan Manuel Gutiérrez -con fecha de 27 de marzo-, en el que se argumenta que esa institución es legítima propietaria del antiguo convento, "de acuerdo con la escritura pública número 121 de fecha 1Ɔ de diciembre de 1992, en cumplimiento de las instrucciones dadas por el Ejecutivo federal mediante decreto del 12 de mayo de 1988, sin contravenir la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, ordenamiento que no establece prohibición alguna para que un particular o una entidad paraestatal como Fonatur sea propietario de un monumento histórico".

Una antigua historia

toledo-colecta1 También se recordó que durante la gira del presidente Vicente Fox por Oaxaca en diciembre pasado, cuando se le preguntó al representante del Fonatur acerca del ex convento, éste respondió que si querían lo podían comprar. Toledo, con ironía, dijo: "vamos a cooperar simbólicamente para comprar lo que es nuestro". Y como el artista salía de viaje al día siguiente, autorizó a los integrantes de Pro-Oax cargar con su efigie, un muñeco de trapo de 1.50 metros de altura, que acabó sentado en una silla afuera del hotel durante una nueva protesta.

La historia no es nueva. Se remonta a 1974, cuando el presidente Luis Echeverría Alvarez, en contravención a la ley federal que impide que un bien del dominio público pueda ser enajenado, firmó un decreto para desincorporar el inmueble y retirarlo del servicio público a cargo del gobierno estatal.

Al suscribir el decreto, señala la abogada Ana María Cruz Vasconcelos en un escrito proporcionado por Pro-Oax, Echeverría actuó como si el ex convento fuera un bien privado de la Federación. Así, el inmueble fue destinado a un fideicomiso con fines turísticos en favor de Fonatur, quien a su vez lo arrendó a Nacional Hotelera, empresa paraestatal. Durante el sexenio de Miguel de la Madrid se finiquitaron varios fideicomisos creados por el gobierno de Echeverría, entre ellos el del ex convento y éste pasó a formar parte del patrimonio del Fonatur.

En los primeros meses de 1994, el fondo hizo una licitación pública para la compra-venta del ex convento y se pretendía privatizarlo. Pro-Oax protestó. En respuesta, el entonces secretario de Turismo, Jesús Silva Herzog, la suspendió. Sin embargo, el inmueble "fue adjudicado a la cadena Camino Real mediante una operadora con la figura legal de sociedad anónima y se le otorgó además un millón y medio de pesos para 'decorar' el hotel".

Cruz Vasconcelos apunta que ese pago fue "sin duda la forma de cubrir la sanción económica impuesta al Fonatur por no cumplir con la licitación, pues al parecer ésta ya había sido concedida a la cadena Camino Real, que habría entregado el anticipo cuando intervino Pro-Oax".

No obstante los reclamos de la sociedad oaxaqueña, así como la queja presentada por Pro-Oax ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, ninguna autoridad federal ha asumido la responsabilidad de reivindicar el inmueble como patrimonio nacional.

Por ello, el pasado 3 de febrero Pro-Oax interpuso una denuncia para que el antiguo convento sea reincorporado al patrimonio nacional. La acción legal comprende el rescate jurídico y administrativo del inmueble, así como fincar responsabilidad por la comisión de posibles delitos. Sin embargo, todavía no hay respuesta de la Procuraduría General de la República.

Por otra parte, el patronato fundado por Toledo envió, el pasado 12 de abril, una carta al presidente Vicente Fox en la que dejó claro que no se opone a que el ex convento de Santa Catalina de Sena funcione como hotel, sino que llegue a privatizarse o ser vendido.