Ť El grupo ambientalista opina sobre la decisión del INE
Virtual cancelación del proyecto de Xcacel-Xcacelito: Greenpeace
Ť La medida pone fin a "una odisea de ilegalidades": Cantú
ANGELICA ENCISO L.
En Quintana Roo no hay nadie que apoye el proyecto turístico
de Xcacel-Xcacelito, por lo que la revocación de la autorización
del estudio de impacto ambiental del desarrollo por parte del Instituto
Nacional de Ecología (INE) significa prácticamente su cancelación,
señaló Greenpeace.
El martes pasado, el INE informó sobre su decisión
de revocar el permiso otorgado por las anteriores autoridades del organismo
al proyecto, y anunció que ahora deberá hacerse nuevamente
una consulta pública para definir el futuro del proyecto.
El plan turístico ha sido rechazado por todas las ONG locales, encabezadas por el Grupo Ecologista El Mayab; Colegio de la Frontera Sur; expertos en tortugas marinas; Asociación de Pequeños Hoteleros; Cámara Nacional de Comercio y Servicios Turísticos; Unión de Artesanos y Comerciantes; el secretario general de los Guías de Turistas, sección 230, afiliada a la CTM; el presidente de la Comisión del Cabildo del Municipio de Solidaridad y el presidente municipal de Solidaridad.
Innumerables grupos ambientales nacionales e internacionales, incluso la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados, también están en contra, "por lo que cualquier consulta pública que se haga será contra el proyecto", señaló Juan Carlos Cantú, coordinador de la Campaña de Biodiversidad de la organización.
Con esta decisión termina "una odisea de ilegalidades que empezó a finales de 1997 con la venta de Xcacel-Xcacelito, lo cual violó el Acuerdo del Ordenamiento Ecológico del Corredor Cancún-Tulum, que recomendaba que la zona de Xcacel tenía que ser protegida y, de venderse, se le daría prioridad a las ONG para comprar el predio y convertirlo en una reserva ecológica".
Las ilegalidades siguieron con la destrucción del campamento tortuguero, la tala de miles de palmas y manglares amenazados, y el cierre al público de la playa por el consorcio hotelero Sol Meliá. Aunque el INE pidió reconstruir el campamento tortuguero en mayo de 1998, nunca lo hicieron.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente sancionó a Sol Meliá con 20 mil dólares por destruir las palmas --que nunca fueron pagados-- y les ordenó no impedir el acceso del público a la playa.
Después la entonces Semarnap admitió la Manifestación de Impacto Ambiental "incompleta y defectuosa", desestimó las opiniones en contra de instituciones académicas y científicos expertos, así como el rechazo del municipio de Solidaridad.
El proyecto hotelero de mil 450 habitaciones en la playa de anidación más importante del Caribe nunca debió aprobarse, ya que están en riesgo de extinción las tortugas verde y caguama, consideró Cantú.
En conclusión, dijo, Greenpeace demanda a la Semarnat revocar definitivamente el proyecto; convertir a Xcacel en área natural protegida a nivel federal; proteger los ecosistemas costeros quintanarroenses de la mancha urbana y turística y cumplir los compromisos internacionales .