JUEVES Ť 19 Ť ABRIL Ť 2001
Ť El Estado incumple su misión de garantizar la libertad de credo, critican presbiterianos
Bomba de tiempo, la intolerancia religiosa, advierte la CNDH
Ť Todos hemos postergado el problema, y la solución cada vez es más compleja: Soberanes
JOSE ANTONIO ROMAN
En el grave problema de la intolerancia religiosa, "todos, más o menos, nos hemos hecho tontos, y hemos venido postergando la solución", afirmó el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, José Luis Soberanes.
Entrevistado durante el seminario internacional sobre tolerancia, que organiza la CNDH, el ombudsman nacional calificó este problema como una verdadera "bomba de tiempo", que aun cuando se puede presentar en el mediano plazo, "se nos está acortando el momento" para una solución que cada día se vuelve más compleja y para la que se requiere la participación de todos los niveles de gobierno, los organismos de derechos humanos y las instancias de la sociedad civil.
Por su parte, el director de la Sociedad Bíblica de México, Abner López, criticó severamente al Estado, no sólo por brindar un "trato preferencial" a la Iglesia católica, sino también porque no ha cumplido con su misión de garantizar el legítimo derecho a la libertad religiosa.
El pastor de la Iglesia presbiteriana citó casos concretos de intolerancia religiosa en Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Hidalgo, México y Aguascalientes, donde los casos se han dado con la complicidad de las autoridades gubernamentales. "Una de las primeras funciones del Estado no es sólo promover la legítima libertad de culto de los individuos, sino protegerla y garantizarla", dijo.
Entrevistado en uno de los recesos del seminario, Soberanes precisó que no se tiene un censo del número de desplazados por cuestiones religiosas en Chiapas, donde se manejan cifras de entre 10 mil y 20 mil indígenas, sobre todo de los que profesan una religión distinta a la católica, quienes se han visto obligados a abandonar su lugar de origen ante las presiones del resto de los miembros de sus comunidades.
Asimismo, señaló que el número de denuncias por este motivo va en aumento, por la "sencilla razón" de que los casos anteriores no se resuelven y van quedando pendientes. "Lo que hay que hacer es empezar a trabajar en serio y solucionarlos, porque esto es una bomba de tiempo".
Durante el seminario, en el que participaron intelectuales, estudiosos del tema religioso y líderes de diversas iglesias, el pastor presbiteriano Abner López dijo que aun cuando existen leyes en el país, México no vive en un real estado de derecho. Y se preguntó: "Ƒes necesario que los mexicanos tengamos más leyes, o sencillamente que las que tenemos se cumplan y se hagan cumplir?".
En discurso improvisado, que llamó la atención de los asistentes al auditorio de la Unión de Universidades de América Latina, en la UNAM, el pastor denunció que en el caso de la matanza de Acteal existe un gran número de indígenas inocentes, que sin haber estado cerca del lugar de los hechos permanecen presos, y tienen por único delito profesar una religión distinta a la católica; 35 de los presos son presbiterianos.
Responsabiliza a los medios
También responsabilizó a los medios de comunicación, que no se han dado a la tarea de registrar y denunciar estas violaciones a los derechos humanos, y muchas veces han preferido guardar la información y "quedar bien" con los que tienen el poder. Es lamentable que la violación a la libertad religiosa siga siendo una realidad, que no sólo se da en los lugares rurales y apartados, sino en las mismas ciudades, muchas veces generada por la ignorancia y los prejuicios.
Citó, incluso, que la Constitución mexicana contempla efectivamente el derecho de las personas a profesar o no una religión, pero falta aún que en ella se reconozca explícitamente la libertad del hombre de cambiar también de credo.
Abner López señaló que aun cuando en los últimos años se ha avanzado en el tema de la tolerancia religiosa, son muchas las excepciones que se dan. Por ejemplo, ahí está un caso reciente: "el del monseñor que está en la abadía del Trabajo", dijo en referencia al reciente escándalo producido por Carlos Abascal. "Esto quiere decir que sigue presente en muchos el germen de la intolerancia, más aún cuando éstos tienen el poder".
Participaron en el acto Roberto Blancarte, investigador de El Colegio de México; Juan Angel Hernández, de los Testigos de Jehová; Benjamín González Leos, del Centro Familiar Cristiano; Jenaro Villamil, de Acción Ciudadana por la Tolerancia; Raúl González Schmall, de la Universidad Iberoamericana; Liz Hamui Halabe, de la comunidad judía, y Carlos Martínez García, de la CNDH, entre otros.