JUEVES Ť 19 Ť ABRIL Ť 2001

Ť La Habana la rechazó "al ser evidente su verdadera esencia y manipulación política"

Aprueba la Comisión de Derechos Humanos resolución contra Cuba

Ť Hubo 22 votos a favor, 20 en contra y 10 abstenciones, entre ellas la del gobierno mexicano

Ť Estados Unidos asumió como victoria propia la resolución que impulsó la República Checa

KIRA NUÑEZ CORRESPONSAL

Ginebra, 18 de abril. La Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas aprobó hoy por 22 vo-tos a favor, 20 en contra y 10 abstenciones (entre ellas la de Mé-xico) una resolución que llama al gobierno de Cuba a respetar esos derechos, puesto que hasta ahora "no ha efectuado mejoras satisfactorias" en ese campo, según afirmó la delegación de la República Che-ca, que presentó la propuesta, al iniciar una votación en la cual las delegaciones latinoamericanas se comportaron en forma dispar.

Cuba rechazó la resolución "al ser evidente su verdadera esencia y manipulación política; por su contenido falaz, por la absoluta falta de autoridad moral de sus promotores para intentar condenar a Cuba, cuya obra a favor del disfrute pleno y real de todos los de-rechos humanos de su pueblo es incuestionable", afirmó el jefe de la delegación de la isla, embajador Carlos Amat Flores.

El único país de las 11 delegaciones latinoamericanas que votó contra la resolución, además de Cuba, fue Venezuela.

Al explicar su abstención, México afirmó que no podía votar porque el texto presentado "es selectivo, sesgado, politizado y de doble rasero, al no tomar en cuenta, por ejemplo, un entorno que ha conducido al aislamiento del país", aunque no dejó de manifestar su "hon-da preocupación" por la situación de los derechos humanos en Cuba.

De los latinoamericanos, se su-maron a la abstención Brasil, Co-lombia, Ecuador y Perú.

En la resolución, la comisión lla-ma a Cuba a "honrar el compromiso a favor de la democracia y los derechos humanos" que asumió en compromisos internacionales y to-ma nota de ciertos avances relativos a la libertad de religión, al tiempo que manifiesta estar "profundamente preocupada por la represión" contra la oposición.

Ajustada votación

El texto finalmente presentado ante las 53 delegaciones rotativas que conforman la comisión, incluyó una modificación impulsada por Francia, para eliminar un párrafo que contenía un encubierto llamado a financiar a los disidentes, y finalmente quedó así: "Reconociendo que a fin de apoyar los derechos humanos y el bienestar económico del pueblo cubano, los estados miembros de la comisión de-ben tomar los pasos necesarios para la mejoría de la condición económica del pueblo de Cuba".

De esta manera aludió además de manera velada a la demanda de la Unión Europea de mencionar las limitaciones que provocan los 40 años de bloqueo estadunidense. SWITZERLAND_UN_HUMAN_RIGHTS

Además de los europeos, entre los latinoamericanos apoyaron la resolución Argentina, Guatemala, Costa Rica y Uruguay.

China, Rusia, Libia y Argelia, entre los que se opusieron, consideraron que las condenas a mu-chos países se logran gracias a in-tereses ajenos a los derechos hu-manos, lo que permite que Cuba sea condenada una y otra vez desde principios de la década del 90, con excepción de 1998. Arabia Saudita votó contra la resolución, pese a que se pronosticaba que apoyaría a Washington.

El debate previo a la ajustada vo-tación, que mostró dos votos más de apoyo a Cuba comparados con los 18 del pasado año, transcurrió en un ambiente caldeado, y la decisión final sólo fue recibida con manifiesta alegría por la delegación estadunidense, que asumió como propia el triunfo de una resolución que, si bien no cita la palabra condena, es vista por gran parte de las 52 delegaciones --la República Democrática del Congo estuvo au-sente-- como condenatoria.

Al hacer uso de la tribuna, el representante cubano dijo que de nuevo, como ocurre desde 1998 cuando el proyecto de Estados Unidos fue derrotado, la República Checa ha realizado el papel de sostener "la hoja de parra" con que Washington pretende ocultar "su impúdica acción". "No es necesaria la prueba del ADN para saber quién es el verdadero padre de la criatura", añadió Amat Flores.

Aunque Estados Unidos no participó en los debates, le correspondió ser el primero en emitir su voto, a favor de la resolución, al que se sumaron Bélgica, Camerún, Canadá, República Checa, Francia, Alemania, Italia, Japón, Noruega, Po-lonia, Portugal, Rumania, España y Reino Unido, entre otros.

México, a través de la embajadora para Derechos Humanos y De-mocracia, Marieclaire Acosta, in-sistió en que si bien el entorno en la isla (en alusión al bloqueo) no contribuye al respeto y promoción de los derechos humanos, tampoco justifica su violación.

Según Acosta, México no pudo votar contra el proyecto porque "sí le preocupa" la situación de los de-rechos humanos en Cuba, sobre la cual no pudo formarse una opinión propia debido a que no contó "con la cooperación del gobierno cubano para ese fin, a pesar de que se le solicitó reiteradamente".

Ello, continuó, obligó a que el gobierno recurriera a foros internacionales y a quienes en la isla se han movilizado a favor de los de-rechos humanos, como la Comisión Cubana de Derechos Humanos y de Reconciliación Nacional, que le hizo saber que "en Cuba no existen los mecanismos jurídicos suficientes y transparentes para la protección de cualquier persona ante los apremios psicológicos o la brutalidad policial".

Sobre la preocupación mexicana, el representante cubano dijo a este diario que "es lamentable que países donde millones de indígenas siguen siendo hostigados, viven sin atención médica, sin escuelas (....) y millones de ciudadanos viven en condiciones inhumanas, vengan ahora a señalar a Cuba como país violador de derechos humanos".

Interrogado sobre si Cuba no brindó a México la información que éste le pidió, dijo no tener "la certeza de que oficialmente México lo hubiese hecho. Lo que es cierto es que nosotros nunca nos hemos preocupado de escribirle a México para pedirle cuentas de los cientos de personas que desaparecen y de los miles que tienen innumerables problemas en su país".

Al conocerse los resultados de la votación, el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, insistió en que Cuba obtuvo una "victoria moral" y defendió la "democracia real" que existe en sel país caribeño.

Previamente, la cancillería había denunciado que Estados Unidos relanzó una campaña de intimidación, principalmente dirigida a los países africanos, a los que habría amenazado con excluirlos de beneficios económicos, por ejemplo.

Puñalada argentina

En otra reacción a la votación, la corresponsal Stella Calloni reportó desde Argentina que unos 200 mi-litantes de Izquierda Unida y algunos dirigentes de organismos hu-manitarios protestaron frente a la cancillería, al tiempo que el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini aseguraba en conferencia de prensa que el voto en Ginebra no significa un apoyo a "agresiones ni em-bargos" contra Cuba, por lo que no era "una puñalada en la espalda".

En breves declaraciones, Fernando de la Rúa se limitó a decir que el voto "es una decisión que co-rresponde al presidente", saliendo al paso de la oposición a esa postura de parte de la dirigencia de su partido, la Unión Cívica Radical, e incluso de legisladores y funcionarios, incluida la subsecretaria de Derechos Humanos, Diana Conti.

La mayoría de los argentinos se oponía a votar contra La Habana.

"Es lamentable que los gobiernos se sometan a las imposiciones de Estados Unidos", dijo a La Jornada el premio Nobel de la Paz 1980, Adolfo Pérez Esquivel, para quien los países que apoyaron la resolución "no tienen autoridad moral, ni ética ni valores para emitir ese voto como lo hicieron".

Organismos humanitarios, entre ellos las Madres de Plaza de Mayo, recordaron a su vez que en Argentina "se violan los derechos fundamentales de las personas, hay más de 24 por ciento de desocupados, no hemos castigado a los culpables de genocidio y estamos en la lista de las naciones donde se practica la tortura en las comisarías".

Y el embajador de Cuba en Ar-gentina, Alejandro González Ga-liano, recordó las promesas del go-bierno de la Alianza en 1999, de "terminar con las relaciones carnales" con Estados Unidos, como ha-bía definido esos contactos el go-bierno de Carlos Menem.