JUEVES Ť 19 Ť ABRIL Ť 2001
MEXICO S.A.
Carlos Fernández-Vega
AL CONOCER LA trayectoria gerencial del nuevo presidente y la de buena parte de sus secretarios de Estado, no resultaría exagerado afirmar que "las empresas han tomado el gobierno".
LA PROMINENCIA DEL gran capital en la nueva administración gubernamental ha provocado duros comentarios en el sentido de que "algunas empresas no necesitarán contratar cabilderos, pues sus ex ejecutivos o los integrantes de sus consejos de administración ya forman parte del nuevo gabinete".
ƑCUANTOS SECRETARIOS DE ESTADO, ademas del presidente, deberían portar en su solapa los logotipos de las empresas que representan, para que la población entienda, cabalmente, cuáles son las verdaderas lealtades de su gobierno? Cuando menos 13 de ellos.
LA SIMILITUD ES TAL, que los comentarios anteriores se asociarían de inmediato con el nuevo gobierno mexicano. Pero no. Se trata del amigo y colega del presidente Fox, George W. Bush y su gabinete.
UN DETALLADO INFORME sobre la relación político-empresarial de los integrantes del gobierno de George W. Bush (David Brooks y Jim Cason, La Jornada) revela que en los años noventa el actual vicepresidente Dick Cheney fue ejecutivo en jefe de Halliburton, la mayor proveedora mundial de productos y servicios para las industrias petrolera y energética, y una de las 20 primeras contratistas del sector defensa -a nivel internacional-, cuyos contratos con el Pentágono sumaron 650 millones de dólares en 1999. El personaje fue secretario de Defensa con Bush padre.
COLIN POWELL -miembro del Consejo Nacional de Seguridad e integrante del Estado Mayor Conjunto Interarmas en la administración de tata Bush- renunció a la junta directiva de la trasnacional cibernética America On Line (AOL), para aceptar la propuesta de George W. Bush: el Departamento de Estado.
EL FLAMANTE SECRETARIO del Tesoro, Paul O'Neill, fue ejecutivo en jefe de Alcoa Aluminium Inc., calificada por los especialistas como "el monopolio más puro en la historia estadunidense".
LA FIRMA BURSATIL Salomon Smith Barney está feliz porque Donald Rumsfeld y Condoleezza Rice (ex miembro de la junta directiva de Chevron), ambos pertenecientes al panel de asesores internacionales del corporativo, son ahora secretario de Defensa y asesora de Seguridad Nacional, respectivamente, con George W. Bush.
OTRAS FIRMAS QUE están de plácemes por su nuevo derecho de picaporte en Washington son Bank of America, que logró colocar en el gabinete a su ex vicepresidenta Elaine Chao como secretaria del Trabajo; Monsanto, con Ann Veneman -ex directora de una sus subsidiarias- en la Secretaría de Agricultura; y General Motors, con Andrew Card (ex cabildero principal de la trasnacional) como jefe de asesores de la Casa Blanca.
ACERCA DEL NUEVO presidente y su familia, vale la pena retomar una nota de la agencia española de noticias EFE (diciembre, 1991): "...siguiendo los pasos de su progenitor (George Bush), Neil y su hermano mayor George W. obtuvieron importantes contratos para la prospección petrolífera en Argentina y Bahrein, respectivamente...George W. está también metido en negocios petroleros con un inversionista de Chicago, Talat Othman, de ascendencia palestina, quien desde agosto de 1990 ha participado en reuniones en la Casa Blanca sobre Medio Oriente; el acceso político de Othman coincide con la bonanza de los negocios de la pequeña compañía petrolera Harken, de Houston, que recientemente obtuvo un contrato para prospección petrolífera otorgado por el gobierno de Bush a Bahrein; el portavoz de la Casa Blanca, Marlin Fitzwater, dijo que no hay conflicto de intereses entre la creciente influencia del hijo de Bush en la Casa Blanca y sus negocios".
POR ELLO, en su reciente discurso ante el Consejo Permanente de la OEA, George W. Bush se manifestó por "romper las barreras de la pobreza, la enfermedad y la ignorancia, de manera que los individuos hagan realidad el pleno potencial que les fue dado por Dios".
GUARDADA TODA PROPORCION, y siempre en versión tercermundista, el caso mexicano no difiere mucho del estadunidense. En el gabinete foxista siete secretarios de Estado y cuatro directores de empresas públicas sobresalieron -oficialmente hasta el 30 de noviembre de 2000- como dueños, directivos y/o miembros de los consejos de administración de corporativos nacionales y transnacionales, como Cintra, Vitro, Grupo Panificador Azteca, Sabritas, Gillette, Jafra, Telmex, Afianzadora Insurgentes, Bancomer, Casa de Bolsa Vector, Avantel, Seguros Comercial América, Grupo Posadas, Bufete Industrial, Sears Roebuck de México y Dupont México, entre otros, y, en sentido inverso, Ernesto Zedillo que -según fuentes documentadas- fue un alto funcionario de la Presidencia de la República y acabó como asesor de Union Pacific y Procter and Gamble.
Las rebanadas del pastel:
LA EMPRESA NUMERO UNO del país, Petróleos Mexicanos (Pemex), reportó, entre 1998 y 2000, ingresos totales por un billón 10 mil 511 millones de pesos; 748 mil 528 millones de rendimiento bruto y 652 mil 293 millones de rendimiento antes de impuestos. Números alentadores. Sin embargo, en el trienio su rendimiento neto fue de 136 millones de pesos, o lo que es lo mismo, poco más de 13 millones de dólares. La cifra no está equivocada, como tampoco lo está el monto de impuestos y derechos cubiertos al gobierno federal: 652 mil 429 millones de pesos, 87.16 por ciento del rendimiento bruto obtenido... Sorpresivamente, el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal decidió ayer reducir las tasas de interés de los fondos federales de 5 a 4.5 por ciento anual y la de descuento a 4 por ciento, una reducción de medio punto, decisión que reflejaría la creciente preocupación de la Fed sobre la peligrosa evolución de la economía estadunidense y sus perspectivas, que seguirán deprimiendo la inversión. En un comunicado, el organismo advirtió que en el futuro inmediato "la balanza de riesgos sigue inclinada hacia un deterioro en las condiciones económicas, lo cual indica que se mantiene la posibilidad de continuar reduciendo las tasas de interés"...Standard and Poor's retiró la calificación de las empresas mexicanas Altos Hornos de México (AHMSA), el otrora poderoso Bufete Industrial -que ahora controla el quinista Sergio Bolaños- y Grupo Azucarero Mexicano, ya que estos consorcios "no proporcionan suficiente información" financiera y contable. Los tres corporativos enfrentan serias dificultades financieras que han derivado en la suspensión de pagos.
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