JUEVES Ť 19 Ť ABRIL Ť 2001

Ť Evidente ausencia de propuestas de las bancadas del tricolor en la materia, sostiene

Urge que los priístas se deslinden del proyecto de ley indígena de Zedillo: Magdalena Gómez

Ť El texto del senador Lanz Cárdenas es el único documento del PRI ante el Congreso

Ť Quieren reconocer los derechos de los pueblos indios, pero que no los ejerzan, dice

BLANCHE PETRICH

Urge -alerta la abogada Magdalena Gómez, especialista en derecho indígena- que los legisladores del PRI se deslinden de lo que en su momento fue el proyecto de ley indígena de Ernesto Zedillo, responsable del estancamiento del proceso negociador en Chiapas y culpable del enorme costo político que se generó desde 1998 a la fecha.

El llamado de la abogada chihuahuense, que durante las negociaciones de la mesa de derecho indígena de San Andrés Larráinzar acudió como asesora de la delegación gubernamental antes de su renuncia al Instituto Nacional Indigenista, surge a raíz del vacío de propuestas concretas de las bancadas del PRI en el Congreso en las discusiones y cabildeos que en estos días ocupan a los legisladores responsables de sacar la ley Cocopa antes de que finalice el actual periodo de sesiones.

Parafraseando al constitucionalista español Bartolomé Clavero, especialista en derecho indígena en América Latina, quien señalaba que frente a las demandas de los pueblos originales hay Estados que reaccionan como porteros y otros como parteros de la historia, Magdalena Gómez expresa: "Me da la impresión de que en este momento el PRI podría estar jugando el papel de portero, en plan de no dejar pasar la reforma indígena, en lugar de permitir el parto de una nueva era para los pueblos indios".

A dos semanas de la fecha límite para presentar el dictamen correspondiente (30 de abril), el único "documento de trabajo" presentado por la bancada del PRI en el Senado es un texto del senador Trinidad Lanz Cárdenas, que contiene párrafos textualmente copiados del dictamen que los priístas esgrimieron en 1998, en plena crisis del diálogo entre el gobierno de Ernesto Zedillo y el Ejército Zapatista. "Da la impresión -comenta Magdalena Gómez- que con los candados que contiene esta postura, los priístas lo que quieren es reconocer los derechos de los pueblos indios siempre y cuando no los ejerzan. Una actitud que, por otra parte, marcó históricamente la actitud de los sucesivos gobiernos del antiguo partido oficial hacia los indígenas".

Según anunciaron ayer, este jueves los senadores del PRI darán a conocer su postura oficial. "Y hay preocupación sobre su contenido -indica la abogada-, ya que no ha habido ningún indicio de cuál será su posición más allá del documento de Lanz Cárdenas". Fuera de este texto, al que han llamado "material o insumo de discusión" y no constituye aún la postura oficial del Partido Revolucionario Institucional, los legisladores del tricolor "sólo han abierto la boca para expresar dudas y confusiones que en muchas ocasiones, anteriormente, ya fueron expresadas y respondidas".

Hasta el momento, la "lectura lógica" de esta actitud indicaría que una corriente de legisladores del tricolor están dispuestos a mantener una "distancia absoluta y profunda" con el proyecto de ley de la Cocopa. Para ilustrar lo anterior, la especialista cita tres ejemplos.

Lejos de ofrecer una alternativa, tienen rasgos de regresión

En un intento de "fusionar" dos de las iniciativas que se presentaron como alternativas a la ley Cocopa el sexenio pasado -la iniciativa Zedillo y las Cartas Municipales del PAN- el texto de Lanz ubica las autonomías indígenas en la comunidad o en la población, no en los pueblos indios, como lo hace la resolución basada en los acuerdos de San Andrés Larráinzar. Esto significa una regresión previa al Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, que entendía a las poblaciones originarias como un simple dato estadístico, no como pueblos sujetos de pleno derecho.

En otro punto, restringe el ámbito del derecho indígena al nivel municipal y no lo considera como sujeto de derecho a nivel constitucional. En este punto el PRI sostiene una posición aún más limitada que la del PAN en su antigua propuesta de las Cartas Municipales.

Finalmente, en el artículo referente al acceso y disfrute de los recursos naturales ubicados en los territorios indígenas por parte de sus pobladores, el documento priísta introdujo un elemento adicional que mediatiza la totalidad del artículo, al establecer el respeto al derecho de propiedad de terceros.

Paradójicamente, Gómez observa que el PAN, que sustentaba una postura más conservadora y "cerrada" antes de la presencia del EZLN ante el Congreso, ha avanzado mucho más rápido. "Los legisladores panistas se abrieron y aceptaron hacer una lectura más desprejuiciada de la ley Cocopa. Esto les ha permitido entender y aceptar conceptos clave para la transformación de fondo de la realidad indígena, como son el reconocer a los pueblos ingídenas como sujetos de derecho y en consecuencia el retiro implícito de su iniciativa anterior de las cartas municipales".

Incluso, añade la abogada, han hecho propuestas que podrían mejorar la versión inicial de la ley Cocopa. Una de ellas es la incorporación de las reformas a la educación bilingüe intercultural al artículo tercero constitucional. Otra es la de extender el reconocimiento al derecho sobre recursos naturales al artículo 27. "Son observaciones muy positivas, de los pocos casos en los que vale la pena hacer ajustes a la iniciativa de la Cocopa para lograr una Constitución que responda al carácter pluricultural de la nación".