miercoles Ť 18 Ť abril Ť 2001

Arnoldo Kraus

Un estetoscopio para Fox

Vicente Fox es Presidente porque millones votaron por él. Es Presidente porque millones sufragaron contra el PRI y él recibió el voto de la desesperanza. Desconfiado por naturaleza, sabedor que la memoria traiciona, pregunté a algunas personas, foxistas y antipriístas, si nuestro mandatario, durante su campaña, sugirió ivatizar la vida personal y la del país. La respuesta de ambos grupos fue idéntica: el IVA no formó parte de su discurso. Cien días de reinado son pocos para cambiar tanto: Ƒqué nos deparan los próximos 2 mil 94 días? -este sexenio sólo tiene un año bisiesto.

El tema del IVA tiene distintas connotaciones éticas. Las emanadas de la trilogía enfermedad-fármacos-pobreza son muy complejas. Si se pretende, como lo ha manifestado nuestro gobierno, fundar un régimen justo y más equitativo, gravar medicamentos no parece la vía más inteligente.

Hace algunos meses escribí sobre IVA y fármacos. Manifesté que, en lugar de agregarle impuestos a los fármacos, con los pobres y los muy pobres se debería ejercer una política distinta: buscar los mecanismos para que se los regalen a fin de que efectivamente los tomen, para que la enfermedad se controle y dejen de acudir a los servicios de urgencias porque no compraron lo prescrito.

Si lo anterior es imposible, entonces, el gobierno debería buscar, como ahora sucede en varios países en relación a la terapia destinada contra el sida, abaratarlos hasta donde sea factible. Esto beneficiaría por igual a los enfermos que al Estado, pues los padecimientos poco tratados, mal tratados o tratados a medias son, a la corta y a la larga, sumamente onerosos. Es más económico intervenir a tiempo que lidiar con daños crónicos. Ser pobre es muy caro. Ser pobre y enfermo es aún más caro, pues los enfermos son dos: la persona y el Estado.

ƑY qué quiere decir mal tratados?

En el escenario mexicano, mal tratados tiene muchas vertientes. Mal tratados empieza por la pobreza de los enfermos. Mal tratados implica llenar una receta, que seguramente la mitad de la población no podrá adquirir. Mal tratados es inventar artilugios para que el enfermo tome la mitad de la dosis y así tenga medicamentos el mayor tiempo posible. Encarna buscar alternativas terapéuticas similares a lo idóneo, pero no tan efectivas. Exige adquirir un criterio darwinista para saber que algunos pacientes por pobres, por ser portadores de enfermedades crónicas, pero, sobre todo, por abandono, carecen de solución. Implica seleccionar a los menos enfermos y marginar a los que carecen de solución. Significa comprender el círculo perverso de las familias que "venden todo" con tal de salvar a su vástago o tener la certeza de que algunos enfermos que abandonan el hospital llegarán pronto a urgencias, pues los medicamentos eran incosteables. En el pasado, aún sin IVA, pero sí con corrupción, impunidad y malas terapéuticas, el resultado ha sido 50 millones de connacionales pobres.

Buen ejercicio para los funcionarios de las secretarías de Hacienda y de Salud sería acudir a la consulta de los "hospitales pobres". Y mejor reto sería llenar junto con el médico la historia clínica que, si es buena, incluye datos acerca de la condición económica. La historia clínica es una biografía que en muchos nosocomios contiene las siguientes preguntas: su casa, Ƒtiene piso de cemento?, Ƒcuenta con agua corriente?, Ƒtiene luz?, Ƒrefrigerador? Se inquiere también: Ƒcuántas personas duermen en el mismo cuarto?, Ƒtienen letrina?, Ƒduermen animales en su habitación?, Ƒcuántas veces come carne al mes?, Ƒcuántas veces se baña a la semana?, Ƒcada cuánto se cambia de ropa?, Ƒsabe leer y escribir?

En México muchos enfermos son enfermos por ser pobres. Es obvio que la miseria no es responsabilidad del gobierno actual. Pero es también evidente que el perfil promedio de los enfermos mexicanos no puede adquirir sus medicamentos con o sin IVA.

Quizá el presidente Fox o sus secretarios podrían realizar algunas historias clínicas en hospitales, en donde se atiendan enfermos pobres, visitar sus farmacias y enterarse de lo que significa desabasto y, después de discutir el caso con el médico, extender la receta. Toda prescripción incluye número, dosis de fármacos y tiempo de la próxima consulta. Sumar tabletas y costos de consulta es fácil. A eso habría que agregar el monto del transporte, la repercusión por dejar de trabajar o por solicitar ayuda, los descuentos por días económicos, etcétera. Al resultado se deberá agregar el IVA y, a renglón seguido, explicarle al paciente que no se preocupe, pues, aunque sólo pueda costear parte de su enfermedad, su IVA --ése que no vuelve-- rescatará a las generaciones venideras de algunos males y, con suerte, de la pobreza.