Ť Crece la tensión en Medio Oriente ante la violación a los acuerdos de autonomía
Bombardea Israel zona bajo control palestino en la franja de Gaza
Ť Sobrevuelos de Tel Aviv sobre Beirut provocan pánico entre la población: policías
Ť Los 35 mil soldados sirios radicados en Líbano entran "en fase de máxima alerta"
AFP, AP, REUTERS Y DPA
Jerusalen, 16 de abril. Después del sorprendente ataque aéreo israelí, la víspera, contra posiciones sirias en Líbano, fuerzas israelíes atacaron esta noche varios puntos de la franja de Gaza, entre ellos el sector bajo control total palestino de esa zona, violando así los acuerdos de autonomía y provocando más tensión en Medio Oriente.
Además, cazas bombarderos israelíes volaron a velocidad supersónica sobre Beirut, provocando pánico entre la población, luego de haber volado a baja altura sobre el sur de Líbano, informó la policía libanesa.
Fuentes de seguridad libanesa citadas por Reuters advirtieron que los 35 mil soldados sirios radicados en Líbano entraron en fase de máxima alerta tras el ataque, que mató a tres sirios y destruyó una estación de radar en el valle de Bekaa.
El bombardeo fue calificado por Israel como un "mensaje" a la directiva siria para que deje de respaldar a los guerrilleros chiítas de Hezbollah, que el sábado atacaron un puesto israelí en la zona fronteriza, dejando un soldado muerto.
Este lunes, helicópteros y cañoneras de la armada israelí atacaron con misiles la región central de Gaza, tomando como blanco cuarteles de la policía palestina. Esta vez, fue en respuesta a un ataque de morteros contra una localidad israelí que no dejó heridos ni daños.
Al menos seis palestinos, entre ellos dos estudiantes, resultaron heridos en el ataque realizado por tierra y por mar, dijeron fuentes de seguridad palestina.
El ataque con helicópteros estuvo dirigido principalmente contra posiciones de la Fuerza 17, la guardia personal del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasser Arafat, quien consideró que esta "grave escalada" podría arrastrar a la región a una situación "sumamente peligrosa".
Poco antes, en el norte de Gaza, las fuerzas israelíes utilizaron 12 tanques, ocho todot errenos, tres excavadoras y un centenar de soldados de infantería, apoyados por helicópteros que sobrevolaron el sector a baja altura y que penetraron 200 metros en zona autónoma palestina.
Estas operaciones aéreas y terrestres fueron confirmadas por un comunicado israelí, el cual precisó que "las entradas que llevan a la franja de Gaza y al puesto fronterizo de Rafah, en la frontera israelo-egipcia, serán cerradas, y la circulación en carretera será prohibida".
El ejército israelí volvió a decretar el cierre de la ciudad autónoma palestina de Kalkilia, en Cisjordania, pues considera que desde ahí se lanzaron el pasado fin de semana varios ataques contra la localidad israelí de Kfar Saba.
En los alrededores de Belén, tanques israelíes dispararon contra localidades y campamentos de refugiados, dejando tres heridos, como respuesta a disparos contra la colonia judía de Gilo, que no dejaron daños ni heridos.
Por otro lado, el ataque de Israel contra fuerzas sirias, el primero de este tipo desde abril de 1996, coincidió con la llegada a Jerusalén en misión de paz del canciller jordano, Abdel al-Jatib, el funcionario árabe de más alto nivel en visitar este territorio desde que se estancaron las negociaciones entre israelíes y palestinos en julio del año pasado.
Estados Unidos, a través del portavoz del Departamento de Estado Richard Boucher, se mostró hoy muy preocupado por "esta escalada y el ciclo de violencia", pero responsabilizó a la milicia pro iraní Hezbollah por la nueva tensión. El pasado ataque de Hezbollah "fue una clara provocación con el objetivo de escalar la ya de por sí tensa situación", coincidieron Boucher y el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer.
En cambio, el representante de la ONU en Líbano sur, Steffan de Mistura, dijo que el bombardeo constituye una nueva "violación de la línea azul" trazada por el organismo en la frontera líbano-israelí cuando ocurrió el retiro israelí de esa región en mayo de 2000, tras 18 años de ocupación.
Francia y Alemania expresaron su "gran preocupación" ante una eventual escalada de violencia, mientras que Rusia expresó su "condena categórica" a los ataques israelíes.
Sin embargo, el ministro israelí de Defensa, Benjamin Ben Eliezer, dijo que "hemos dado una lección a los sirios, a quienes consideramos como únicos responsables" de los ataques de Hezbollah a la zona de las granjas de Shabaa, pero aseguró que "trabajamos para que no haya una escalada".
El canciller sirio, Faruk al Shara, estimó que "Israel cometió un grave error" y "lo pagará muy caro en el momento adecuado", mientras que el presidente libanés, Emile Lahoud, dijo que la incursión "reveló una vez más las políticas manchadas de sangre" del derechista primer ministro israelí, Ariel Sharon. "Estas políticas sólo conducirán a una confrontación amplia", advirtió Lahoud en un comunicado. También desde Beirut, Hezbollah dijo que responderá al ataque israelí de anoche, al que calificó de "nuevo y desesperado intento de expandir el círculo de tensión".
Por su parte, el canciller jordano Abdel al-Jatib, dijo que "lo que Israel ha hecho es inaceptable", al hablar en rueda de prensa conjunta con su contraparte israelí, Shimon Peres.
Jatib presentó hoy en Israel un plan elaborado por su país y Egipto, según el cual los palestinos deberían cesar sus ataques mientras Israel debería retirar sus fuerzas de las poblaciones palestinas, levantar las restricciones a los desplazamientos y el bloqueo a los territorios, y detener la construcción de colonias judías.
Los palestinos han dicho que el plan es aceptable, pero asesores de Sharon dijeron que necesitaría "cambios de fondo".