Ť Derechos laborales y ambientales, puntos conflictivos
La combinación de desacuerdos con EU estancaría el avance del ALCA
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 16 de abril La misma combinación de fuerzas ?diferencias entre los gobiernos de norte y sur, y protestas populares? que hicieron fracasar la reunión de la Organización Mundial de Comercio en Seattle, podrían hacer descarrilar las discusiones de este fin de semana en Quebec sobre la promoción del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), advirtieron varios analistas.
Durante los últimos días, promotores y críticos del ALCA indicaron que la combinación de desacuerdos de fondo sobre asuntos comerciales entre Estados Unidos y otros países ?particularmente Brasil?, así como la presencia de amplias fuerzas sociales en Estados Unidos que insisten en derechos ambientales y laborales dentro de todo acuerdo comercial futuro, podría ser suficiente como para estancar el avance de cualquier asunto en la Cumbre de las Américas.
El gobierno brasileño, que tiene serios desacuerdos con Estados Unidos en torno a varios asuntos comerciales, ha señalado que si la Casa Blanca no logra obtener la autorización de su Congreso para negociar acuerdos comerciales ?la llamada vía rápida?, no habrá razón para proceder a negociar la ampliación del libre comercio.
''Estados Unidos no es el único país en este hemisferio con problemas internos'', comentó un analista brasileño a La Jornada. ''¿Por qué razón debería sentarse Brasil e iniciar negociaciones serias con Estados Unidos sobre temas difíciles, si Bush no consigue un acuerdo con su propio Congreso de que lo negociado por él será aprobado por los legisladores?'', se preguntó.
Esta posición, combinada con la opinión ampliamente negativa compartida por gobiernos latinoamericanos sobre la inclusión de derechos laborales y ambientales en los acuerdos comerciales, podrían limitar el espacio de maniobra de la delegación de Washington en las próximas rondas de discusión del ALCA.
Si los países latinoamericanos no están dispuestos a aceptar por lo menos algunas medidas sustantivas para la protección de derechos laborales y ambientales, complicarán más la posibilidad de que Bush pueda lograr la autorización de vía rápida del Capitolio.
''El comercio es la pieza central de los temas de la cumbre'', explicó el analista C. Fred Bergsten, presidente del influyente Instituto para Economía Internacional. ''El obstáculo principal al ALCA es, claro, el estancamiento político en Estados Unidos donde el presidente no ha contado con la autorización de negociación de comercio durante los últimos siete años''.
Bergsten es miembro del Consejo de Liderazgo para Cumbres Interamericanas, que esta semana emitió una serie de recomendaciones para promover el libre comercio en las Américas (http://www. miami.edu/nsc/). Dijo que aunque el gobierno de Bush ha anunciado su firme apoyo a esta iniciativa, el asunto real es si la cumbre en Quebec ayudará a romper el estancamiento del debate político en Estados Unidos sobre el tema del ALCA.
''Si hay un acuerdo claro para proceder (en Quebec), entonces el gobierno de Bush tendrá un objetivo hacia el cual avanzar'', comentó Bergsten, uno de los primeros promotores de la ampliación del libre comercio. ''Pero si Quebec fracasa y otros países se esconden detrás de la ausencia de la autoridad de negociación estadunidense, y dicen que sólo procederán una vez que la Casa Blanca obtenga la autoridad de negociación comercial, el estancamiento (interno) se volverá la norma''.
Los críticos del ALCA demostraron su poder político hace un par de semanas cuando obligaron al gobierno de Bush a insistir, durante un foro de ministros de Comercio celebrado en Buenos Aires, que se acordara difundir públicamente el borrador de negociación del ALCA después de la cumbre de Quebec. Al caracterizar esta decisión, The Wall Street Journal señaló: ''esto es algo virtualmente jamás hecho en el mundo de las negociaciones comerciales donde todas las reuniones son en secreto''.
Thea Lee, directora asistente para economía internacional de la central obrera AFL-CIO comentó a La Jornada que su organización está complacida con la decisión de difundir el borrador del ALCA. ''Creo que estamos empezando a incidir en nuestro propio gobierno. Los hacedores de política están ahora a la defensiva por las muy efectivas protestas y las movilizaciones de la opinión pública que se han realizado".
Pero es poco probable que la sola difusión de texto cambie la opinión de los opositores al acuerdo comercial. Al anunciar la decisión de difundir el borrador, el representante de Comercio de Estados Unidos Robert Zoellick, declaró: ''todos reconocen la importancia de la apertura y el diálogo con la sociedad civil y esto llevará a que esos grupos entren al proceso''. Pero Lee no cree que la AFL-CIO, que representa a 13 millones de trabajadores, cambie su posición en contra del acuerdo.
El presidente del AFL-CIO, John Sweeney, estará en Quebec antes de la Cumbre de las Américas para participar en una ''cumbre paralela'' organizada por opositores del ALCA. Lee comentó que su organización ha apoyado la idea de la gran manifestación que se está programando para protestar contra la cumbre.