MARTES Ť 17 Ť ABRIL Ť 2001
ASTILLERO
Julio Hernández López
APENAS VENIA el bronceado tecleador practicando un bonito lavado de cerebro para convencerse de lo lindo que es reanudar las labores propias de su seso, luego de unos cuantos días de vacaciones, cuando ya estaba sobre su siempre bien ordenado escritorio una de las varias frases célebres de la santa semana recién pasada, de esas con las que cualquier columnista debe reconocer que su oficio no es tan sacrificado: "No nos traumaticemos pensando sólo en si el IVA o no el IVA", había recomendado el Presidente de la República el sábado por radio, en su siempre ocurrente programa Fox en vivo, Fox contigo.
NO NOS traumaticemos, dijo, y entonces esta columna se imaginó al declarante como masajista financiero, sobandero fiscal, ambulante de la Cruz Roja hacendaria y paramédico con botas. Pero no podría ser él quien aplicara los primeros auxilios contra traumas y traumatismos, pues hay un alto riesgo de que sea justamente él quien los necesite, luego de insistir una y otra vez, en uno y otro lugar, sin mucho éxito, en que los mexicanos le tengan confianza y acepten pagar más por medicinas, alimentos y otros productos y servicios básicos.
A CAMBIO de esa pequeña cooperacha, Fox promete un paraíso a plazos que el primer año, por ejemplo, nomás con ese cobro "copeteado" de impuestos, daría una "universidad nueva", un tecnológico "superior" y un hospital "general" para cada entidad federativa, así como una computadora para cada uno de los maestros("casi un millón y medio") y un "taller de computación" para cada una de las escuelas del país (incluso en "la más modesta, allá en la zona chiapaneca indígena").
DECIDIDO a no traumatizarse con el asunto del iva o venía, el firmante de esta temprana solicitud de otras vacaciones no pudo ahuyentar el recuerdo de su provinciana infancia en que un vendedor de feria ofrecía al público, por un determinado precio que ya de entrada parecía bajo, un voluminoso paquete de sábanas, colchas y toallas que un ayudante sostenía en los brazos con esfuerzo mientras el lírico doctor en marketing retaba a su audiencia desparpajada (que bien sabía de las obligadas evoluciones de sus gangas): "šAaaaah, ƑQuieres más?!" y se respondía a sí mismo "šOrale!" y ordenaba a su chalán, "šDáles más, por el mismo precio...mmm... ponles otra colcha floreada... y dos docenas de paliacates... y una bata para salir del baño, y ...!" y así desarrollaba su rutina de ir haciendo crecer la altura del paquete de productos de uso doméstico que a la distancia no parecían tan de mala calidad como a la hora de tenerlos ya en las manos, alegremente comprada la pequeña montaña textil más por razones de cantidad que de calidad.
"ƑQUIERES MAS?", le parecía estar escuchando por radio al tecleador, que ni por ser Sábado de Gloria había sido abandonado por los chamucos criticones y retobones. "šOrale, pónles más...!" Y allí venía la montaña de ofertas: un mes completo de salario para cada maestro, siempre y cuando cumpla sus "metas de calidad" (que seguramente serán impuestas y evaluadas por la concesionaria del ramo, Elba Esther Gordillo); un plan de mantenimiento y reconstrucción de todas las escuelas del país, para que tengan "baños, mesabancos, cristales, canchas deportivas y oficinas de los maestros"; desayuno escolar para todos "los chiquillos de familias humildes del país"; "cuadro básico de medicinas sin costo para el cien por ciento de los mexicanos en cualquier lugar del país que se encuentren"; "médico para consulta" para todo mexicano en el cielo, en la tierra y en todo lugar; quince "superhospitales" de tercer nivel; "vitaminas, zinc, hierro y calcio" para dos millones de niños indígenas desnutridos; atención a "todos y cada uno de los partos en el país"...
"ƑQUIERES MAS? šOrale, pónles más...!": Habrá salud económica y no inflación ni devaluaciones, mejores salarios, más inversión extranjera, más empleo, más recursos para los estados y municipios, más carreteras, más comunicaciones, más infraestructura... E incluso, dijo el Presidente dirigiéndose al público radioescucha, el sistema de educación para adultos que tan pomposamente se anunció al principio de la administración...
NO ES POSIBLE en este momento saber cuántos mexicanos creen en las promesas de Fox, pero desde ayer hay uno más que no las cree: Rafael Rangel Sostman, rector del Sistema Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, quien anunció que deja la presidencia del Consejo Nacional de Educación para la Vida y el Trabajo que el presidente Fox le había encomendado, a cuyo ámbito pertenece el tal esquema educativo para adultos que tanto encomia el residente de Los Pinos. A pesar del nombramiento presidencial, Rangel Sostman no había renunciado a la rectoría del sistema nacional del Tec de Monterrey (a la que ahora se reintegra de tiempo completo) y, por el contrario, se sabía de su desencanto desde que no fue nombrado secretario de Educación Pública, como se suponía, pues en ese lugar fue nombrado otro regiomontano, justamente el rector de la Universidad Autónoma de Nuevo León, a quien no adornaban títulos como los del ITESM y sí, en cambio, acusaciones de porrismo. Los aparatosos proyectos que Fox había anunciado en ese rubro quedan, así, disminuidos y lastimados, aunque, en una maniobra con la que se busca aparentar que no hay resentimientos, el nuevo titular del tal consejo educativo para la vida y el trabajo es Ramón de la Peña Manrique, durante 16 años rector del campus Monterrey del propio ITESM. Moraleja de la primera renuncia del gabinetazo: La montaña de ofertas no es tan buena como parece.
PERO ALLI sigue, y seguirá, Fox prometiendo que, de aprobarse el reformón fiscal, entraremos en un "círculo virtuoso", con cinco millones de hogares recibiendo sus 110 pesotes mensuales de devolución del pago de impuestos que hubiesen hecho; una clase media feliz de pagar más impuestos para contribuir al Teletón electoral foxista, y un segmento económico de elite que seguirá repartiéndose el pastel de los grandes negocios, entre ellos los de la petroquímica y la generación de energía eléctrica.
CUENTAS MENOS alegres le fueron puestas en blanco y negro a Rosario Robles en un diario capitalino. Según nota que hizo rui- do en el tradicional remanso de paz informativa que es la Semana Santa, durante su ejercicio como jefa de Gobierno se habría producido una especie de faltante de unos seis mil millones de pesos. Calva se le apareció a Rosario la oportunidad de presentar una demanda por difamación y calumnias, así es que rauda acudió ante la procuraduría capitalina de justicia para tales efectos. Anteriores murmuraciones, salidas del ámbito interno de la administración que le sucedió, no pudieron ser enfrentadas por la vía judicial ante el riesgo de que dos de los principales personajes del perredismo aparecieran riñendo ante la opinión pública, amén de que esas mismas versiones no pasaron ese nivel de chisme o revancha. Ahora, Robles tuvo la oportunidad de poner un alto a acusaciones de tal gravedad. Hubo, ciertamente, "observaciones" de la contraloría capitalina sobre el ejercicio de tales millones de pesos, pero no "acusaciones de irregularidades", explicó la ex funcionaria (que no es ex política).
QUÉ BUENO que se vayan aclarando esas y otras cosas para que, en esta primera semana posterior a la santa, no hagamos enojar al senador Jesse Helms quien, al frente de una delegación de legisladores estadunidenses, nos visita desde ayer.
POR CIERTO, Ƒcuándo vuelve a haber vacaciones?
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