LUNES Ť 16 Ť ABRIL Ť 2001
Ť Especialista: habría inundaciones y hundimientos
Afectaría a capitalinos construir aeropuerto alterno en Texcoco
LAURA GOMEZ FLORES
La construcción de un aeropuerto en el ex lago de Texcoco afectaría a delegaciones -como Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza-, cuyos inmuebles se hundirían cerca de nueve centímetros anualmente y estarían expuestas a inundaciones en época de lluvias, al eliminarse el único regulador de caudales hidráulicos en la zona, advirtió Enrique Salazar, de la organización ecologista Comunicación y Ambiente.
Explicó que, contrario a las versiones de algunas autoridades mexiquenses sobre las ventajas que representaría ubicar ahí la terminal aérea, el proyecto incrementaría el costo para traer agua de áreas cada vez más lejanas, el cual actualmente es de un millón de pesos diarios; las tolvaneras afectarían la salud de los capitalinos y echaría por tierra los trabajos de rehabilitación que realiza la Comisión Nacional del Agua desde 1971.
La dependencia ha instalado tres plantas de tratamiento y creado cinco lagos artificiales en el último vaso regulador que se tiene; además, cuenta con 380 pozos y ha construido mil 200 presas de control de azolve escalonadas en 140 kilómetros de cauces principales para recargar los mantos acuíferos.
En el foro Hábitat 2000, realizado en la ciudad de Estambul, recordó, investigadores del Banco Mundial y de la ONU coincidieron en que la construcción de una plancha de concreto para un aeropuerto sobre el lago de Texcoco "acabaría definitivamente con la última cisterna artificial que regula el ambiente y calma la sed de cerca de 20 millones de habitantes del valle de México".
Actualmente, tan sólo en el Distrito Federal se consumen 63 metros cúbicos de agua por segundo, pero existe un déficit de 7.3 metros por segundo, que difícilmente será resuelto en el corto plazo, debido a la sobrexplotación de 500 pozos profundos, la poca filtración de agua al subsuelo -de 45 metros cúbicos que se extraen por segundo, sólo regresan ocho- y el crecimiento de la población.
Los principales problemas, de acuerdo con información de la Secretaría de Obras del DF, se presentan en el sur de la ciudad y en la serranía del poniente, donde se han destruido áreas naturales arboladas para dar paso a nuevos asentamientos irregulares.
Dicho esquema es improcedente desde el punto de vista legal y social, sobre todo cuando un millón de personas recibe el agua por tandeo y unas 200 mil no tienen conexión a la red de distribución, porque se trata de asentamientos irregulares, los cuales son atendidos por pipas en forma gratuita, indicó.
La ubicación del aeropuerto en Texcoco afectaría el suministro de agua a los capitalinos, que en 73 por ciento proviene de mantos acuíferos del subsuelo y el resto se trae de diversas cuencas, como la del sistema Cutzamala, y acabaría con el único regulador de caudales hidráulicos, por lo que habría severas inundaciones en época de lluvias.
El especialista agregó que habría mayores hundimientos en la ciudad. En los 50 fue de 5 centímetros por año; mientras en los 70 y 80 fue de ocho centímetros anuales, aunque en algunas zonas podría ser mayor, como Xochimilco y Mixquic, con niveles hasta de 40 centímetros.
Salazar dijo que la desaparición del lago provocaría también un sobrecalentamiento de la ciudad.