DOMINGO Ť 15 Ť ABRIL Ť 2001
Ť "Falta un largo camino para la pacificación; aún veo un proceso complejo", afirma
Difícil prescindir de una mediación para lograr la paz en Chiapas, asegura Gonzalo Ituarte
Ť El EZLN se "fortaleció políticamente" con la marcha; su fuerza moral es su capital, dice
ELIO HENRIQUEZ CORRESPONSAL
San Cristobal de las Casas, Chis., 14 de abril. El hecho de que el comisionado para la paz en Chiapas, Luis H. Alvarez, y el representante del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), Fernando Yáñez, se hayan reunido en tres ocasiones sin necesidad de un mediador, "es algo novedoso" en el proceso de pacificación, afirmó el sacerdote Gonzalo Ituarte, quien se desempeñó como secretario técnico de la autodisuelta Comisión Nacional de Intermediación (Conai).
Sin embargo, opinó que "será muy difícil" prescindir de una mediación cuando las partes toquen temas difíciles y vayan a fondo, ya que "puede haber confrontaciones muy duras y carecer de un mediador es no tener el colchón que permite un flujo más sereno de las divergencias".
En ese caso, añadió en entrevista, "no tener mediación sería una limitante para la negociación entre el gobierno y el EZLN, pero si lo logran será una bendición". Prácticamente desde el inicio del alzamiento armado en enero de 1994 ambas partes tuvieron como mediador al ahora obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz García, quien dio por terminada esa función el siete de junio de 1998.
Al preguntarle si cree que el gobierno del presidente Vicente Fox y el EZLN puedan dialogar sin una mediación, Ituarte afirmó: "no ha sido factible en otros casos; tendría su complejidad, pero lo que ha sucedido en México no ha pasado en otros casos. Los fenómenos que hemos visto, como el proceso de negociación en San Andrés, con una alta participación de la sociedad civil, son atípicos; no es la forma en que se resolvían los conflictos armados en el mundo".
Sostuvo que en ese sentido México "tiene una delantera y una experiencia novedosa que puede aportar al mundo, y si hubo este paso de que los zapatistas pudieran hablar recientemente en el Congreso de la Unión y el comisionado se ha reunido con el representante del EZLN, pudiera ser que se lograra una negociación directa entre las partes".
Dijo que cuando hay convergencias entre las partes, como ocurre actualmente, "es fácil encontrarse; pero cuando realmente se planteen las posturas de negociación y aparezcan las contradicciones reales, el no tener mediación sería una situación limitante; si lo logran, será una bendición".
Por otra parte, aseveró que el EZLN "se fortaleció políticamente" con la caravana que realizó en días pasados por 12 estados del país y el Distrito Federal, lo que será "benéfico" para una eventual negociación con el gobierno federal.
"Este fortalecimiento beneficia el diálogo, porque cuando hay una negociación la fuerza de las partes cuenta, y en este momento la fuerza moral del zapatismo es su capital, pues no tiene poder militar significativo ni proporcionado al del Estado, por lo tanto su fuerza está a ese nivel, y creo que sí llegaría con mucho más fuerza a una negociación futura que si no hubiera habido todo este proceso", declaró Gonzalo Ituarte, quien se desempeña como vicario de Justicia y Paz de la diócesis local.
El sacerdote reconoció que es "indudable" que el presidente Vicente Fox "también salió fortalecido luego de la caravana zapatista y de su presencia en el Congreso de la Unión, porque le atinó, se arriesgó, pidió que confiaran en él y, aunque su partido no confió, salió adelante; él también llega en mejores condiciones para sentarse a negociar".
A pregunta expresa, el religioso aseguró: "sin duda veo a un EZLN más fortalecido, porque simplemente al contar con la relevancia pública que tiene lo hace más fuerte; estableció nuevos lazos políticos, y encontró respaldo de mucha gente. El proceso de la caravana generó expresiones políticas del pueblo, que le dan fortaleza y legitimidad, y hace que su palabra sea entendida como la palabra de muchos en México y no sólo de los zapatistas. Quien no quiera escuchar esto cometerá el mismo error que Ernesto Zedillo".
No obstante los avances que se han dado en estos cuatro meses para tratar de solucionar el conflicto por la vía política, Ituarte advirtió que la firma de la paz "no se dará en breve; sigo viendo un proceso sumamente complejo".
Reiteró: "falta un largo camino, será muy compleja la siguiente etapa, ciertamente será diferente a la de San Andrés, pero no podrá estar totalmente ajena a lo que ahí se negoció y a la agenda pactada".
Añadió que en la lucha por la presencia o no del EZLN en el Congreso de la Unión "se dio tal relevancia y tal resistencia como si la ley indígena fuera el centro de la guerra, y no lo es. Es un elemento importante, pero a fin de cuentas es subsidiario y requiere de otras transformaciones".
En su opinión, el EZLN "ya no va a gastarse más peleando por esta ley, pues ya hizo todo lo que podía; ahora va a plantear la agenda pendiente, porque si sigue su lucha sobre la ley indígena se traicionaría a sí mismo en cierto modo, ya que es un elemento importante, pero no es el eje central de su lucha ni debe serlo".
Gonzalo Ituarte piensa que lo siguiente para los zapatistas será "plantear la negociación, los temas que siguen siendo centrales y que irán en la línea de lo que se quedó pendiente en San Andrés, aunque transformados porque tenemos condiciones diferentes en el país".
Sin dejar de reconocer los avances que se han dado durante el gobierno actual, señaló que aún "no puede retirársele el beneficio de la duda a Fox, porque todavía el nuevo presidente no tendrá suficiente comprensión de la complejidad de todo el proceso. Lo que me preocupa en este momento es que a fin de cuentas persistió la idea de que lo más importante y fundamental por lo que luchaba el EZLN es la ley indígena, y que después de eso lo que falta han de ser minucias, y no es así".
El religioso, quien recientemente visitó distintas comunidades de las Cañadas en Ocosingo, manifestó que entre los indígenas que simpatizan con el EZLN en esa región "hay un ambiente de mucha inquietud, mucha emoción, alegría y seguridad, porque con la caravana lograron un triunfo, ven como un éxito este esfuerzo, lo cual crea un ambiente positivo. Ello puede generar mayor flexibilidad de convivencia con otros no zapatistas, aunque en algunos casos pueden crecerse y sentirse que son más fuertes y mantener posiciones duras con otras comunidades".