Ť Asegura Washington que no hubo pacto secreto para repatriar a los 24 tripulantes
Enoja a Bush que pilotos chinos se acerquen a aviones de EU que espían
Ť Endurece la Casa Blanca su posición ante Pekín, y a la vez destaca coincidencias en comercio
Ť Los 21 hombres y tres mujeres liberados el miércoles fueron recibidos con aplausos en Hawai
AFP, AP, REUTERS Y DPA
Washington, 12 de abril. El presidente George W. Bush endureció hoy el tono contra Pekín, sólo unas horas después del retorno a suelo estadunidense de los 24 tripulantes del avión espía retenido en China 11 días, luego de que el aparato aterrizara sin permiso en el país asiático tras chocar con un caza chino, que cayó al mar.
"La decisión de China de impedir durante 11 días el regreso de nuestra tripulación no es compatible con el tipo de relaciones que nuestros dos países han dicho que desean tener", declaró Bush en la Casa Blanca, luego de la llegada de los aviadores a Hawai.
Agregó que su país no hizo "na-da que provocara el accidente", y advirtió que Estados Unidos hará "preguntas severas" sobre la práctica de sus pilotos de "acercarse" a los aviones estadunidense que efectúan vuelos de reconocimiento sobre el Mar del Sur chino.
Estas preguntas las realizará Es-tados Unidos en la reunión que sus representantes tendrán con una de-legación china el 18 de abril, para discutir sobre el accidente.
"Según la evidencia con la que contamos (el avión retenido) estaba operando en el espacio áereo internacional en concordancia con todas las leyes, regulaciones y procedimientos internacionales, y no hizo nada para causar el accidente", afirmó.
En el vuelo hacia Estados Unidos, los tripulantes entrevistados sobre el incidente aéreo reiteraron la posición oficial de que el caza chino causó el choque de las na-ves el primero de abril.
Sobre los vuelos no autorizados de reconocimiento, Bush consideró que "se inscriben en una estrategia global de seguridad nacional para contribuir a la paz y a la estabilidad del mundo".
Llamado a "trabajar juntos"
Sin embargo, a pesar de las divergencias con China en asuntos "fundamentales como derechos humanos y libertad de culto", el presidente señaló que ambos países coinciden en algunos temas, como "la importancia del comercio o el propósito de acrecentar la prosperidad de nuestros pueblos".
"Tenemos que trabajar juntos en los problemas de seguridad mundiales, para limitar, por ejemplo, la proliferación de armas de destrucción masivas", dijo, y reiteró su determinación de "defender los intereses de Estados Unidos y muestros valores".
Al informar que acababa de ha-blar por teléfono con los 24 tripulantes del avión de reconocimiento EP-3, dijo haberles comunicado que "representaban el ejemplo mismo de patriotismo estadunidense y de la devoción a la patria. Cumplieron su deber con honor y gran profesionalismo".
En tanto, los 21 hombres y tres mujeres de la tripulación fueron recibidos con aplausos en Hawai, donde serán interrogados durante dos días antes de rencontrarse con familiares y amistades.
Los militares serán recibidos el sábado con una gran fiesta en su base de origen, Whidbey, ubicada en el norte de Seattle.
China comunicó ayer su decisión de liberar a la tripulación es-tadunidense, tras intensos contactos diplomáticos en un clima de creciente tensión.
La decisión "humanitaria" fue tomada luego que la embajada es-tadunidense en Pekín entregó una carta de Bush y su secretario de Estado, Colin Powell, en la cual "lamentaban" el incidente.
Esto fue interpretado por China como el pedido de disculpas que exigía para liberar a la tripulación, aunque todavía retiene el aparato.
Para Bush, el manejo de esta crisis con China representa una prueba de apoyo en su país frente a sus correligionarios más conservadores, que buscan eliminar una ley emitida el año pasado que despejaba el camino al comercio normal entre Pekín y Washington.
Además, la administración Bush debe decidir este mes si vende a Taiwán cuatro destructores equipados con un moderno sistema de conducción de combates, a lo cual China se opone, mientras que el Congreso debatirá una resolución contra la candidatura de Pekín a los Juegos Olímpicos 2008.
Responsabilidad compartida
La consejera de seguridad nacional de la Casa Blanca, Condoleezza Rice, enfatizó hoy que el incidente no pondrá fin a los vuelos de reconocimiento cerca de China, y afirmó que "la responsabilidad de evitar futuros accidentes reside no sólo en Estados Unidos, sino notablemente en los chinos".
Aseguró además que no hubo un pacto secreto para lograr la li-beración de la tripulación, e insistió en que sólo se obtuvo con presentar la carta en la que Washington "lamenta mucho" la pérdida del piloto chino y que un avión es-tadunidense aterrizara sin permiso en un aeropuerto de la isla china de Hainan.
Sobre los vuelos de reconocimiento, Paul Beaver, analista de la empresa británica de defensa Ja-ne's, opinó que si bien el Pentágono tiene razón en continuar su vi-gilancia, "los estadunidenses tienen la fastidiosa costumbre de en-trar en el espacio aéreo de otros países", incluidos aliados como Gran Bretaña, Francia y Taiwán.
Al analizar el desenlace de la crisis chino-estadunidense, analistas internacionales estimaron que tanto Estados Unidos como China cedieron, pese a la presión de los halcones de ambos bandos. El primero, al "lamentar" el asunto, y el segundo, al moderar su postura.
Entre tanto, el presidente chino, Jiang Zemin, llegó este jueves en visita de cuatro días a su único socio comunista del hemisferio, Cuba, como parte de una gira por seis países latinoamericanos.
Jiang expresó a La Habana que su gobierno "apoya al pueblo cu-bano en su justa lucha" por "re-chazar las intervenciones y amenazas externas", en alusión a Estados Unidos.
En una declaración escrita distribuida a su llegada, expresó su "alta estima por el heroico pueblo cubano" y dijo que "hacemos nuestros más sinceros votos porque ustedes obtengan incesantemente nuevos éxitos por el camimo socialista".
El canciller cubano, Felipe Pé-rez Roque, destacó recientemente que el estado de la relación entre los dos países es "excelente, fundada en amplias coincidencias políticas y una creciente colaboración en el plano económico y la colaboración bilateral".
El comercio chino cubano pasó de escasos 269 millones de dólares en 1993 a casi 500 millones en 1999, en un intercambio que favorece a Pekín, que exporta a la isla mercancías por 431 millones.
El mandatario chino no hizo de-claraciones sobre el incidente del avión estadunidense, aunque du-rante la víspera advirtió, en una nota publicada por la agencia oficial china de prensa Xinhua, que el asunto "no ha concluido" .