VIERNES Ť 13 Ť ABRIL Ť 2001
Ť Balance del PNUMA durante la última década
La degradación ambiental en AL y el Caribe, por la persistente pobreza
ANGELICA ENCISO L.
La degradación ambiental en América Latina y el Caribe, al igual que en todo el mundo, se debe a la pobreza persistente de la mayoría de sus habitantes y al excesivo consumo de la minoría. A esto se suma el desarrollo "insostenible" de la agricultura, el turismo y la industria, señala el informe Perspectivas del Medio Ambiente Mundial.
El documento del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) presenta un balance de la última década y destaca que en la región sobresalen tres problemas ambientales: 75 por ciento de la población reside en zonas urbanas, donde la calidad del aire y la escasez de agua están en crisis; el agotamiento y destrucción de los recursos forestales, sobre todo en la cuenca del Amazonas, y el impacto regional del cambio climático que ha traído a la región incendios forestales y desastres naturales.
Destaca que aunque en la década pasada aumentó la preocupación por el ambiente, los cambios en las instituciones y políticas no han ocasionado mejoras importantes en los recursos naturales. "Las dificultades más comunes son la falta de financiamiento, tecnología, personal y capacitación, además de la existencia de marcos jurídicos profusos y complejos".
Señala que esta zona posee las mayores reservas de tierra cultivable del mundo, pero la degradación de los suelos amenaza a gran parte de esa superficie, ya que genera la desertificación en grado extremo. En este punto precisa que en México alrededor de 60 por ciento del territorio -120 millones de hectáreas-- está afectado por algún grado de degradación. De ese porcentaje, 30 por ciento tiene degradación "severa o extrema".
En relación con el agua, el documento sostiene que toda la región de Latinoamérica es "extremadamente rica" en estos recursos. Para demostrar lo anterior, aporta los siguientes datos: cuenta con 12 por ciento del área terrestre total y seis por ciento de la población mundial, pero recibe 27 por ciento de los escurrimientos totales, gran parte de ellos en la cuenca del Amazonas.
A pesar de lo anterior, las dos terceras partes del territorio están consideradas como áridas o semiáridas, además de que la demanda de agua crece rápidamente, debido a la expansión demográfica, la actividad industrial y el riego agrícola. "A pesar de los avances de los últimos 10 años, el acceso al agua potable sigue siendo una cuestión importante porque más de una cuarta parte de la población regional aún carece de suministro adecuado del líquido y un sistema de alcantarillado".
Con relación a las especies marinas destaca que 80 por ciento de las variedades comerciales del Atlántico suroccidental y 40 por ciento en el Pacífico sudoriental se encuentran en condiciones de máxima explotación, sobrexplotación o agotamiento.
Asimismo, detalla, la región es responsable de 4.3 por ciento de las emisiones totales mundiales de dióxido de carbono proveniente de procesos industriales, y de 48.3 por ciento de las provenientes del cambio en el uso de suelo.
El documento del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente confía en que continúe la tendencia de incorporar las consideraciones ambientales en el diseño y ejecución de proyectos y programas sectoriales.