VIERNES Ť 13 ŤABRIL Ť 2001

Ť La situación en Chechenia no afecta relaciones bilaterales, afirma Marín Bosch

Los mandatarios de México y Rusia podrían reunirse este año

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL

Moscú, 12 de abril. El controvertido tema de la situación de los derechos humanos en Chechenia no tendrá, al menos en el corto plazo, un impacto negativo en la relación bilateral entre México y Rusia, cuyo principal activo sigue siendo un diálogo político respetuoso.

Esta conclusión se desprende de las declaraciones que formuló a La Jornada el subsecretario de Relaciones Exteriores de México, Miguel Marín Bosch, al término de la cuarta reunión del mecanismo de consultas en materias de interés mutuo entre las cancillerías de ambos países, que concluyó aquí sus labores este jueves.

El subsecretario Marín Bosch fue claro al precisar que no expresó a su homólogo ruso, Gueorgui Mamedov, ninguna preocupación con motivo de la situación en Chechenia y recordó que México se abstuvo, el año pasado, en la respectiva votación en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, con sede en Ginebra.

En opinión del funcionario mexicano, en el seno de dicha comisión este año empieza a ganar consenso la idea de que el caso de Chechenia sea abordado por el presidente de dicha instancia multilateral o en otra forma menos drástica de lo que sería una resolución condenatoria.

En otros temas, cual corresponde a un diplomático de su larga trayectoria, Marín Bosch dejó abierta la posibilidad de que los presidentes Vicente Fox y Vladimir Putin se reúnan antes de que concluya el presente año.

Por ahora, más allá del interés manifestado por ambos mandatarios, no existe todavía ningún acuerdo en cuanto al lugar y las fechas, por lo cual el encuentro podría tener como escenario algún foro internacional, sin ser propiamente una visita de Estado de Fox a Rusia o de Putin a México.

Normalmente las visitas presidenciales son precedidas por una intensa labor preparatoria para darles contenido, como se denomina en la jerga de Tlatelolco a la negociación de los documentos que se firmarían durante la ocasión.

Un primer paso en ese sentido, que tendría que ser seguido de otros, podría ser la reunión de la comisión mixta de cooperación económica y comercial, prevista para el próximo 23 de mayo, que retomará la revisión del instrumental jurídico, pendiente desde el cambio de gobierno en México.

Marín Bosch señaló que, sobre todo, se tratará de avanzar en la concreción de un convenio para evitar la doble tributación, un acuerdo sobre protección de inversiones y otro en materia de transporte aéreo.

Para el subsecretario, el principal factor que inhíbe los intercambios económicos y comerciales es el desconocimiento recíproco y, en igual medida, lo que denominó "timidez" del empresariado mexicano.

Al respecto, mencionó como reto de la embajada, a cargo actualmente de Luciano Joublanc, el convencer a los empresarios mexicanos de que en Rusia se pueden hacer negocios, aunque reconoció que la situación interna aquí a veces desanima a quienes están acostumbrados a las ventajas que ofrece un mercado tradicional como el de América del Norte y prefieren no arriesgar, sin atreverse a incursionar en mercados potencialmente no menos atractivos.

Marín Bosch citó como ejemplo Europa, y se mostró optimista respecto a las perspectivas que abre el acuerdo firmado con la Unión Europea, que se está promoviendo a través de las misiones diplomáticas en los 15 países y, sobre todo, desde las oficinas en Milán y Bruselas, que consideró que no serán estructuras que dupliquen funciones al abordar aspectos complementarios.

Las conversaciones con el viceministro Mamedov no se centraron sólo en las cuestiones bilaterales. Como suele suceder en casos como éste, los interlocutores intercambiaron puntos de vista sobre lo que sucede en cada uno de sus países y, al respecto, Marín Bosch pudo comprobar que el gobierno de Rusia tiene una idea muy clara del significado de la reciente marcha zapatista.

Asimismo, dentro del rápido repaso que dieron a los principales puntos de la agenda internacional, destacó la preocupación que despierta en ambos países la decisión de Estados Unidos de sacar adelante el proyecto de sistema de defensa antimisiles, que a juicio del diplomático mexicano obligaría a Rusia y China, principalmente, a tomar medidas para contrarrestar sus efectos y afectaría la totalidad de las negociaciones de desarme en el mundo.

En particular, la iniciativa estadunidense podría complicar los esfuerzos que emprende México para revitalizar la Conferencia sobre el desarme de Ginebra.