JUEVES Ť 12 Ť ABRIL Ť 2001
Ť Financiamiento de la IP
Inspiración, filme de dos noveles regiomontanos
MONICA MATEOS-VEGA
Para los jóvenes Angel Mario Huerta y Rogelio González Valderrama, ambos de 23 años, la dificultad que implica hacer cine en México es un mito. Ellos consiguieron un millón de dólares para filmar su primer largometraje, Inspiración, el cual se encuentra ahora en posproducción y el próximo agosto será estrenado en el país, distribuido y promocionado por la Twentieth Century Fox.
Son de Monterrey, no pertenecen ni al Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) ni al Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) de la UNAM, y sólo Angel Mario, autor del guión, tomó algunos cursos de cine en Estados Unidos. Rogelio es economista y su afán por convertirse en el productor de la historia escrita por su amigo lo llevó a convencer a algunos empresarios de Monterrey para que financiaran su proyecto.
No quisieron pedirle dinero al Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) porque no querían iniciarse en esta industria con un cortometraje ni hacer una larga fila; ''queríamos lanzarnos en grande y nos atrevimos. Los inversionistas no tienen nada que ver con el cine, creyeron en el proyecto y en conformar una empresa en Monterrey que impulse la infraestructura necesaria para hacer cine", explica González Valderrama.
Esta compañía se llama ya Ilusion Film/ Entertainment y durante cuatro semanas rodó, el año pasado, Inspiración, cinta protagonizada por Bárbara Mori, Arath de la Torre, Adriana Lavat, Rodrigo Oviedo y Alvaro Carcaño. Es una comedia romántica y consiguió la confianza de los inversionistas ''porque pensamos que logrará una gran audiencia, es una película hecha con calidad, con un buen guión, con actores conocidos, con una historia dirigida a chavos".
No más películas enlatadas
La anécdota del filme, agrega Angel Mario, está enfocada ''al valor de la mujer, pues a ésta se le ha menospreciado bastante. Siempre la ponen de prostituta o como un extra para enriquecer la historia. Esta es una película que propone respetar a la mujer y plasmar su verdadero valor. Es una nueva corriente, quise plasmar lo bonito que es México. No pongo calles con graffitis porque también existen en el país paisajes bonitos. Se filmó en Monterrey".
Los noveles realizadores aclararon que su proyecto estaba ya andando antes de los éxitos comerciales de Sexo, pudor y lágrimas y de Amores perros, y que los cineastas no deberían estar en espera del financiamiento del Estado, pues es un pretexto para que se hagan películas que sólo gustan a unas pocas personas.
''La iniciativa privada es quien debe aportar dinero para hacer cine; y el gobierno debe utilizar sus recursos para apoyar a la industria, pero desde otras trincheras, para educación o difusión, por ejemplo, y no de forma exclusiva en la realización. Creemos que sí se puede hacer cine en México con inversión privada. Nosotros ya pudimos y somos muy jóvenes. No es cierto que el gobierno pone piedras en el camino, ya no. Estamos en un México diferente, ya no se quedan películas enlatadas", puntualizó Rogelio González.