JUEVES Ť 12 Ť ABRIL Ť 2001

Ť Ante el desempleo y el deterioro salarial, los hombres eluden sus obligaciones, según estudio

Tres millones de hogares mexicanos son dirigidos por mujeres: experta

Ť La sobrecarga de trabajo de la madre agudiza la pobreza en estas familias, dice Rocío Enríquez

JOSE GALAN

Mientras que el secretario del Trabajo, Carlos Abascal Carranza, considera "necesario y urgente" que las mujeres regresen al confinamiento de su casa, en México, el número de hogares dirigidos por mujeres llega a 3 millones, que involucran a 10 millones de personas, un crecimiento de cerca de 28 por ciento respecto a la década anterior.

mujeres-trabajo-sinaloaMás allá de la ruptura de matrimonios, el aumento de madres solteras y los problemas relacionados con el machismo, un factor fundamental es la repercusión en México de la crisis económica. "El aumento del desempleo y el deterioro de los salarios, sobre todo en los hogares más pobres, han contribuido a que muchos hombres eludan sus obligaciones", sostiene la investigadora Rocío Enríquez Rosas, de la Universidad Iberoamericana, en el estudio Pobreza y hogares de jefatura femenina en México.

La estructura de los hogares dirigidos por mujeres se ha rejuvenecido en los últimos años. El número de jefas de hogar es mayor en el rango de entre 25 y 54 años, y tiende a descender en las edades más avanzadas. Para la investigadora, este hallazgo plantea una nueva situación en las organizaciones familiares, a través de una situación de sobrecarga (dobles o triples jornadas) para las mujeres: atender y cuidar a los hijos y, simultáneamente, desarrollar estrategias para allegarse los recursos que requiere el hogar.

Entre otros factores asociados al surgimiento de hogares encabezados por mujeres se encuentran el aumento de las que tienen los medios para sobrevivir económicamente sin pareja masculina, la capacidad de sobrellevar o resolver las presiones sociales a las que frecuentemente están expuestas por no residir con sus cónyuges, en donde son más libres de actuar y tener contacto con mujeres en su misma situación, y cuando las ganancias económicas y sicológicas de vivir con hombres no son mayores que aquellas obtenidas viviendo solas, con otras mujeres o con sus hijos.

Sin embargo, advierte la autora, la situación de sobrecarga, aunada a los condicionamientos sociales propios del género, puede favorecer la agudización de la pobreza en estos hogares, donde muchas mujeres se ven en la necesidad de crear alternativas nuevas que pueden implicar el abandono temprano de la escuela por parte de uno o más hijos ?especialmente las hijas?, con el propósito de que se hagan cargo de las tareas del hogar, o bien, para integrarlos en un trabajo no formal que genera ingresos a la unidad doméstica.

Respecto al estado civil de las jefas de hogar, los datos muestran que el porcentaje más alto se  encuentra en las mujeres que se reportan como casadas. Sin embargo, hay un incremento en cuanto a las separadas y divorciadas, y disminución en las viudas. 51 por ciento de las jefas de hogar trabajan, en comparación con 93.1 por ciento de los jefes hombres.

Por otra parte, en el Progresa se calcula que en nuestro país hay cerca de 20.2 millones de hogares. De ellos, se estima que alrededor de 21 por ciento viven en condiciones de pobreza. En términos absolutos, equivalen a 4.2 millones de familias, en los que viven casi 24 millones de personas, es decir, 26 por ciento de la población. Se considera que alrededor de una de cada cinco unidades domésticas son encabezadas por una mujer.

El estudio señala que en estos hogares el ingreso es "significativamente" menor respecto a los que tienen jefatura masculina, lo que ocasiona la necesidad de que un mayor número de personas se ocupe en actividades económicas, lo cual repercute en las oportunidades de desarrollo de sus miembros más jóvenes. En las familias de jefatura femenina, la proporción de adolescentes de 12 a 15 años que asisten a la escuela es de 76 por ciento, en comparación con el 82 por ciento en hogares dirigidos por hombres.