Ť El primer ministro dice que no dimitirá, pero podría restructurar su gabinete
Unos 200 mil turcos protestan por la crisis económica y exigen la renuncia de Ecevit
Ť Enfrentamientos entre manifestantes y policías provocan más de 200 lesionados
DPA, AFP Y REUTERS
Ankara, 11 de abril, Unas 200 mil personas se manifestaron hoy en las calles de esta capital y otras ciudades de Turquía, con saldo de más de 200 heridos, en protesta por la crisis económica interna y en demanda de la dimisión del gobierno del primer ministro Bulent Ecevit.
Ecevit replicó que no dimitirá, pero admitió que podría haber una restructuración ministerial. "Creo que actualmente la búsqueda de un nuevo gobierno podría abrir la vía a una crisis gubernamental. Es por ello que sigo y seguiré asumiendo mis funciones", dijo ante algunos parlamentarios.
En escenas sin precedentes desde fines de los años setenta, los manifestantes protagonizaron violentos enfrentamientos con la policía en las calles de Ankara y otras ciudades, por lo que informes preliminares arrojaron que hubo más de 200 heridos, de los cuales más de 130 eran agentes antidisturbios.
"¡Abajo el gobierno!", "¡no a la pobreza y la corrupción!", "¡tenemos hambre!", "¡Turquía abre los ojos!", eran algunas de las consignas de los manifestantes, entre los que había miles de pequeños empresarios cuyos comercios cerraron sus puertas este día para participar en las protestas.
De hecho, miles de pequeños comerciantes ya habían expresado su cólera e inconformidad espontánea la semana pasada, con la exigencia de la dimisión del gobierno de cara al alza de las tasas de interés, la devaluación de 40 por ciento de la lira turca y el inevitable repunte de la inflación.
La principal asociación de empresarios y comerciantes turcos, con 1.3 millones de agremiados ?incluyendo la unión de cámaras y bolsas?, de tendencia conservadora, se hizo eco de los llamados y exigió la renuncia de Ecevit, de 76 años. Aunque estos sectores no creen que un nuevo gobierno pueda afrontar con rapidez la crisis financiera, reclaman la necesidad de una renovación ministerial.
Esta crisis, que incluso estremeció los mercados emergentes, entre ellos el de Argentina, la provocó el propio Ecevit al admitir estar en conflicto con el presidente Ahmet Necdet Sezer en torno a la forma de afrontar la corrupción, y que en los mercados se interpretó como abandono de la política antinflacionaria acordada con el FMI.
El 22 de febrero la crisis seguía tomando forma, cuando la lira turca fue abandonada a su suerte en los mercados financieros, que incidió en una masiva devaluación y llevó al resquebrajamiento del sistema financiero del país.
En ese contexto, este día unos 70 mil manifestantes llenaron las calles de Ankara, en hechos que derivaron en violencia con la quema de pancartas y enfrentamientos con la policía que les impedía marchar hacia el centro de la ciudad. Ante el lanzamiento de piedras y otros objetos, la policía replicó con chorros de agua y gases lacrimógenos.
Hubo también un asalto a una gasolinería, una camioneta destruida por el fuego y lluvias de piedras contra edificios públicos. Asimismo, miles de perqueños comercios capitalinos cerraron sus puertas y las calles, normalmente atestadas de gente, se vieron vacías.
En Esmirna, al oeste del país, se congregaron unos 40 mil manifestantes, mientras que en Mersin, a orillas del mar Mediterráneo, la participación fue de unas 50 mil personas, entre las principales protestas.
En Ankara las autoridades impusieron la prohibición total de las manifestaciones para evitar nuevos disturbios, en tanto el primer ministro Ecevit decía a un grupo de parlamentarios que la cuestión ministerial debe negociarse entre los dirigentes de la coaliación tripartita de gobierno, que une a fuerzas de izquierda y derecha.
En medio de esta situación, el gobierno de Ankara intenta restablecer la confianza entre los empresarios y la credibilidad de Turquía ante los prestamistas internacionales y los inversores, frente al reclamo de la pequeña y mediana empresa turca que exige la dimisión del gobierno por su "incapacidad" para enderezar la situación.