Ť Si Villaraigosa pasa a la segunda vuelta se consideraría un triunfo para los progresistas
Crece la posibilidad de que un latino obtenga por primera vez la alcaldía de Los Angeles
Ť Si alcanza la victoria electoral pondría fin al "control republicano" de los últimos años
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 11 de abril. Cuando se cerraron las casillas la noche del martes, en Los Angeles, el universo político de esa ciudad cambió y se abrió la muy buena posibilidad de que su próximo alcalde pudiera ser un latino por primera vez desde 1872.
Si, como indican las tendencias, Antonio Villaraigosa ingresa a la segunda ronda electoral en junio, la segunda ciudad de Estados Unidos tendrá un alcalde cuyo triunfo que será un parte aguas para los latinos ?el sector de mayor crecimiento en este país? en su larga lucha por ampliar su presencia y participación política. También será considerado como un triunfo de los sectores progresistas, en particular el movimiento sindical de Los Angeles, considerado el más dinámico en Estados Unidos.
Villaraigosa, candidato demócrata mexicano-estadunidense, obtuvo 30 por ciento de la votación del martes y logró el primer lugar entre los seis principales aspirantes para gobernar la segunda ciudad más grande del país. Sin embargo, nadie obtuvo más de 50 por ciento del voto, lo que obliga una segunda ronda entre Villaraigosa y James Hahn, otro demócrata (quien llega al segundo lugar, después de haber sido favorito durante meses, con 25 por ciento), que se celebrará el 5 de junio.
Este resultado termina con el control republicano de Los Angeles, después de serias derrotas al nivel estatal (la más notable la del gobernador antinmigrante Pete Wilson); por ley, el actual alcalde republicano, Richard Riordan, no podía buscar un tercer periodo en el puesto, y el candidato de su partido no alcanzó los dos primeros lugares de la votación.
Hijo de un obrero mexicano
Villaraigosa, hijo de un obrero mexicano (originario del D.F.) y una trabajadora y luchadora social mexicano-estadunidense, se ha vuelto una de las figuras políticas más prominentes en California. Fue legislador estatal y asumió la presidencia de la Asamblea Estatal de ese estado durante seis años ?la Cámara baja del Congreso estatal?, puesto que algunos consideraban el segundo más poderoso después del gobernador.
Sindicalista y simpatizante de luchas sociales en California, Villaraigosa, de 48 años, también es resultado de una generación que buscó abrir el espacio político para la comunidad latina. Su posible triunfo es de alguna manera una confirmación de que esas luchas están por cambiar el terreno político del sur californiano.
Por un lado, Villaraigosa es manifestación de los drásticos cambios demográficos en California, y en Los Angeles en particular. Por primera vez en un siglo, según el último censo, no hay un sector mayoritario de la población en el estado (los blancos representan 47 por ciento del total, los latinos 32 por ciento). Pero en el sur del estado, cuyo centro es Los Angeles, el analista Raúl Hinojosa de la Universidad de California señala que los latinos ya numeran más que los blancos. Además, a Los Angeles han ingresado más de 1.3 millones de latinos (mexicanos en su mayoría) desde 1990.
No todos votan ni tienen derecho a hacerlo, pero su presencia ofrece más poder al sector latino estadunidense que, en Los Angeles, está expresando su influencia a niveles sin precedente. El subgobernador del estado, Cruz Bustamante, y la supervisora del Condado de los Angeles, Gloria Molina ?dos de las figuras políticas latinas más influyentes en el estado?, apoyaron a Villaraigosa.
Importante, el movimiento sindical que no se veía desde los años 30
Otro factor relacionado con la creciente presencia latina en esa ciudad, es el surgimiento de un movimiento sindical que ha logrado triunfos importantes en los últimos años. La sindicalización de más de 70 mil trabajadores de asistencia social marcó el triunfo más grande, en números, del movimiento laboral desde los años treinta. Las intensas campañas de sindicalización en el sector de limpia (janitors), de transporte público, de hoteles y otros servicios han llevado a que el movimiento laboral de Los Angeles sea considerado como un modelo para el mundo sindical estadunidense y como el mas dinámico del país. No es coincidencia el hecho de que gran parte de las bases laborales activas de esa ciudad también sean, en su mayoría, conformadas por inmigrantes mexicanos y centroamericanos, junto con negros estadunidenses.
La central obrera de Los Angeles, así como el Partido Demócrata local otorgaron su apoyo y se movilizaron a favor de Villaraigosa. "Por fin tenemos a un candidato que no sólo nos apoya, sino que es uno de nosotros", comentó un líder de la central obrera a la revista The Nation.
Pero el capital político de Villaraigosa también es resultado de tres décadas de trabajo en causas sociales de la comunidad de Los Angeles, y de defensa de los derechos civiles. Esto se ha traducido en apoyo para su candidatura de una amplia gama de organizaciones, desde la de mujeres NOW, hasta grupos ambientalistas como el Sierra Club e incluso organizaciones de homosexuales.
Sin embargo, la carrera de Villaraigosa no ha sido sólo resultado del apoyo popular, sino de su habilidad de vivir en los circuitos del poder. Su talento como político ?sus seis años en el liderazgo de la Asamblea Estatal? es reconocido por opositores, empresarios y líderes políticos, muchos de los cuales ahora le han otorgado apoyo. Villaraigosa sabe usar la mitología oficial haciendo reiteradas referencias a su vida como un ejemplo del "sueño americano": un joven criado en un hogar con pocos recursos, expulsado de escuelas, y que debió abandonar la preparatoria (aunque al final estudió en la Universidad de California en Los Angeles, UCLA) para llegar a ser presidente de la legislatura estatal y ahora candidato a la alcaldía de Los Angeles.
Tal vez reconociendo el creciente poder político latino, Villaraigosa también goza del apoyo de ciertos sectores de la cúpula política y financiera de California (entre sus respaldos está el gobernador Gray Davis, y algunos de los principales financieros del Partido Demócrata local). Esto ha generado críticas de que Villaraigosa está dispuesto a conceder mucho a sus enemigos y hacer demasiado para complacer a sus aliados, algo que le ha generado problemas de todo tipo durante su carrera política, pero también éxitos notables, señaló el diario Los Angeles Times. Para el candidato este amplio apoyo es lo que desea. Anoche, Villaraigosa declaró: "no quiero ser el primer alcalde latino. Quiero ser alcalde para todos".
Reconocimiento obligado
Por un lado, la "llegada" de Villaraigosa es resultado de un reconocimiento obligado por partes de la cúpula política y económica de que ya no es posible mantener ciertas puertas cerradas a representantes de nuevos ejes de poder. Por otro, es la consolidación de sectores sociales que han logrado presentar como opción viable a "uno de los suyos". Pero aparte del resultado final en junio, esta campaña ya ha cambiado el discurso político en Los Angeles.
Uno de los impactos de la candidatura de Villaraigosa fue un debate electoral definido por temas sociales, desde la educación, medio ambiente, salarios dignos, hasta reformas de la seguridad pública.
Como señala Marc Cooper, comentarista de The Nation, la competencia entre Hahn y Villaraigosa en la segunda ronda ofrece una opción entre un liberal moderado y un progresista, lo cual es "exactamente lo que el doctor debería recetar después de ocho años del gobierno pro empresarial de Riordan".