MIERCOLES Ť 11 Ť ABRIL Ť 2001

MEXICO S.A.

Carlos Fernández-Vega

šSURPRISE!: éramos muchos, y parió la abuela.

EL PAN corre el riesgo de no obtener los votos necesarios para sacar adelante la reforma fiscal ni siquiera en su propia bancada en la Cámara de Diputados.

LA DIRECTIVA panista en San Lázaro encuestó a sus propios legisladores (207, menos Ricardo García Cervantes, presidente de la mesa directiva, que no fue requerido) y -šlástima Margarito!- los resultados no son alentadores para la causa foxista. David Aponte, reportero de La Jornada, informó (abril 10) que dicho sondeo arrojó los siguientes resultados: 51 por ciento (105 diputados blanquiazules) a favor de la iniciativa presidencial, 20 por ciento (41) en contra y 29 por ciento (60) abstención.

SI LO ANTERIOR resultara insuficiente, ayer un grupo de diputados panistas, encabezado por Sergio Vaca y Fernando Martínez -inscritos en la lista negra de los mentirosos-, se manifestó en contra de la reforma foxista y acusó a Eduardo Sojo, coordinador presidencial de Políticas Públicas, y a Francisco Gil, secretario de Hacienda, de "vender la propuesta como la panacea que resolverá los problemas económicos del país". Vaca confirmó que al menos cien de su colegas rechazan el cobro generalizado del IVA, mientras que Martínez subrayó: la iniciativa sí afectará a los más pobres, especialmente en salud y alimentación.

PERO, qué más da, si de todas maneras el gobierno cuenta con el respaldo político del Banco Mundial, el organismo multilateral generador de pobreza en el plano internacional, que constantemente muestra, sin rubor, su malestar y preocupación por el incontenible crecimiento de los índices de marginación en el planeta.

EL ORGANISMO, en voz de su representante Olivier Lafourcade, respaldó la propuesta foxista y consideró que "los mercados internacionales de capital han dado ya su apoyo explícito a la iniciativa; están dando por hecho que la reforma fiscal va a ser aprobada y este convencimiento explica que siga llegando dinero a México", señala un despacho de la agencia de noticias ASIC-La Jornada.

SEÑALAMOS que el Banco Mundial otorga su apoyo político, porque en lo económico la perspectiva no es muy saludable. El propio BM divulgó ayer en Washington su informe Flujos de Financiamiento para el Desarrollo 2001, en el que advierte que México "será el país de América Latina más afectado por la desaceleración económica en Estados Unidos, debido a la fuerte integración que tiene en el marco del TLC".

TAMBIÉN ADVIRTIO: "es cierto que la desaceleración de la economía estadunidense resultará benéfica para algunos países de la región, pero es innegable que tendrá un efecto negativo para sus socios comerciales más cercanos y (en este sentido) las proyecciones mexicanas -a corto plazo- estarán dominadas de manera clara por una baja demanda de sus socios en el TLC". Mostró confianza en que México reporte márgenes aceptables, "pero quedará claramente fuera de esa línea donde algunos países se beneficiarán a corto plazo de la desaceleración estadunidense".

EL COSTO SOCIAL y el decrecimiento que todo ello implique para el país no es un problema para el BM, pues México "mantendrá su posición como uno de los mercados más atractivos para los flujos de capital extranjero en los próximos tres años", es decir un "México más barato y con mayor margen de ganancia para los capitales extranjeros".

RESULTA CLARO que una cosa fue la etapa de transición -que se calificó como suave, aterciopelada, de buen nivel- entre la administración zedillista y la foxista, y otra muy distinta la del brutal encontronazo del nuevo gobierno con la realidad económica nacional y su hiperdependencia de Estados Unidos, país al que el Banco Mundial le redujo drásticamente su expectativa de crecimiento en el 2001: de 3.2 a 1.2 por ciento.

LAS PROYECCIONES económicas para México tampoco son muy prometedoras. De hecho, el 7 por ciento de crecimiento anual comprometido en plena campaña electoral, se convirtió en 4.5 por ciento en los Criterios de Política Económica para el 2001, y la consultora Merril Lynch ya le metió un tajo bastante severo, para ubicarlo en 2.9 por ciento considerando ya los primeros efectos recesivos de la economía estadunidense.

VALE RECORDAR aquel "cuento", que devino en una lacerante verdad, restregada en la cara de todos los mexicanos: poco después de superar la etapa de transición entre los gobiernos de Salinas y Zedillo, el segundo exigía explicaciones al neoirlandés sobre las razones por las cuales le había dejado la economía "prendida con alfileres", a lo que el ex presidente itinerante, sabiamente, contestó: pues, pendejo, por qué se los quitaste. Más allá del pésimo chistorete, la situación de la economía mexicana no dista mucho de aquel momento, porque los problemas son estructurales y se mantiene la política de parches. Felizmente, hasta el momento, la virtud del presidente Fox ha sido no quitar los alfileres.

PERO NO IMPORTA, porque ayer el secretario de Economía, Luis Ernesto Derbez, el mismo que ha prometido un ingreso per cápita no menor a 9 mil dólares anuales al concluir la presente administración, sostuvo que, de aprobarse la iniciativa fiscal del presidente Fox, el efecto inflacionario sería de "1.5 y 2 por ciento, pero es un impacto de una sola vez que no se repite. A cambio de eso, lo que nos va a dar la reforma en términos de la estabilización de las finanzas públicas, va a ser una reducción de la tasa de inflación de largo plazo".

šQUÉ BUENO!, porque esa cifra no coincide con las proyecciones de los principales analistas, mismos que estiman en no menos de cuatro puntos porcentuales el efecto inflacionario de la multicitada reforma fiscal. Es decir, también la meta inflacionaria para el 2001 sería generosamente rebasada.

PARA DERBEZ es saludable reducir la tasa del impuesto sobre la renta (ISR) del 40 al 32 por ciento, porque "es comparable a lo que tendría que pagar una empresa similar en cualquier otra parte del mundo de los países con los que competimos, como Estados Unidos, Canadá" y otros países emergentes. šQué bueno que sea el mercado y no el gobierno de la República quien ponga las reglas del juego!

Las rebanadas del pastel:


EN PLENO DEBATE por la iniciativa presidencial de aumentar de 10 a 15 por ciento la tasa del IVA (en 1995, por supuesto), Porfirio Muñoz Ledo, en ese entonces dirigente del PRD y actual embajador del gobierno mexicano ante la Unión Europea, advertía: el aumento "es anticonstitucional, porque de acuerdo con nuestra Carta Magna no deben ser tan excesivos los impuestos, sino proporcionales y corresponder a una contraprestación". Por esos tiempos, la Canaco, aterrorizada, advertía: tres días después del aumento al IVA (abril de 1995), las ventas en el comercio establecido han caído 30 por ciento.

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