LUNES Ť 9 Ť ABRIL Ť 2001

Ť Encabeza el prelado ceremonia en Catedral por el inicio de la Semana Santa

Males sociales de hoy, versión actualizada de los padecimientos que vivió Jesús: Norberto Rivera

Ť Rechaza Felipe Arizmendi resistencias para legislar los derechos de los indígenas

JOSE ANTONIO ROMAN

El sufrimiento, el hambre y la desnudez de millones de hombres y mujeres es la "versión actualizada" de los padecimientos vividos por Jesús. El hambre de dos tercios de la humanidad sobre el mapamundi es la réplica desgarradora de la queja de Cristo en su agonía: tengo sed, señaló el cardenal Norberto Rivera Carrera, al encabezar la celebración religiosa del Domingo de Ramos, con la cual se inicia formalmente la Semana Santa.

En su homilía en la Catedral Metropolitana, dijo que "muchos otros repiten en su historia personal los injustos juicios a Jesús, con falsas acusaciones y sentencias condenatorias, no sólo de jueces, sino de todos aquellos que forman opinión norberto-ramos-5pública".

Rivera Carrera, quien durante la semana recibió críticas por sus declaraciones del domingo pasado acerca del IVA y la reforma fiscal, afirmó que los sentimientos que envuelven la pasión de Jesús no sólo se pueden contemplar como algo que sucedió "en aquel tiempo", sino como una realidad que podemos encontrar aquí y ahora.

Ahora muchos seres humanos sudan sangre en los más variados rincones del mundo, como Jesús en la noche del Huerto de los Olivos. Muchos huérfanos, divorciados, exiliados, presos y enfermos, soportan en sus corazones la amargura de la soledad, como Cristo sufrió el abandono de sus discípulos.

"La crucifixión de innumerables cuerpos en los nuevos calvarios de la guerra o sobre cruces en forma de quirófanos o camas de hospital no está lejos de nosotros. El frío, la desnudez y la intemperie de los sin techo y sin ropa, es la versión actualizada de Jesús despojado de sus vestiduras o de Jesús que no tiene dónde reclinar su cabeza a no ser el leño de la cruz", dijo el prelado, quien no sólo evadió a la prensa, sino en su huida roció a los reporteros con agua bendita, al término de la misa.

Durante la celebración, que se inició con la bendición de las palmas, la procesión y la solemne narración de la Pasión según San Mateo, el cardenal Rivera dijo que felices son los que se detienen ante el crucificado y logran descubrir el grande amor que nos tuvo entregándose por nosotros.

Insultos y desprecios

Por su parte, el obispo de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, señaló en su mensaje dominical en Chiapas que en los rostros sufrientes de los campesinos, obreros, migrantes, encarcelados y enfermos, se actualiza la pasión de Jesús. En los niños de la calle, maltratados y abandonados por sus padres, Jesús sigue cargando la cruz. En las mujeres violadas, que en nadie encuentran comprensión y apoyo, se hace más pesado el dolor de Jesús. En los indigentes que a diario encontramos en las calles, a quienes humillamos con una limosna raquítica, Jesús experimenta el dolor de los golpes, de los insultos y desprecios.

"También en los indígenas menospreciados, explotados y excluidos, Jesús sigue sufriendo. Cuando hay resistencias para legislar reconociendo sus justos derechos, se renueva el rechazo a Jesús. Cuando todavía algunos no los quieren ni ver, o cuando preferirían que no existieran, se renueva la actitud de quienes no aceptaban a Jesús. Cuando los vemos llevando sobre sus espaldas pesadas cargas de leña, o de café y de maíz, sobre todo cuando son mujeres y niños, es Jesús quien carga su cruz y no hay quien le ayude".