Ť Culminó encuentro de realizadores mexicanos
El formato en tecnología digital es una opción para el ''cine de autor''
ARTURO JIMENEZ
De manera paralela a la incipiente revitalización de la industria mexicana del cine en 35 mm, el formato en tecnología digital se convierte cada vez más en una opción para el llamado ''cine de autor", el cual proclama la libertad absoluta de realización sin injerencia de las compañías distribuidoras y productoras.
Esto se deduce luego de las dos horas de charla casi informal durante una de las cinco mesas redondas del Encuentro de Realizadores en la Cineteca Nacional, que ayer jueves terminó junto con el ciclo Guadalajara en México.
Este ciclo exhibió durante dos días las diez cintas de la reciente Muestra de Cine Mexicano en la capital de Jalisco. El encuentro y el ciclo forman parte del Festival de Cine de la Ciudad de México.
El objetivo del Encuentro de Realizadores fue lograr el diálogo e intercambio entre directores, actores, guionistas, productores, críticos, estudiantes y público en general acerca de los 30 proyectos de largometraje que se encuentran en pre, producción o posproducción este año.
Cabe destacar que, según información de los organizadores, durante el 2000 el 10 por ciento de la taquilla en todo el país correspondió a las producciones mexicanas, lo cual es considerado un hecho sin precedente en los últimos años.
Diversidad, el signo
Moderada por el actor Bruno Bichir, en la mencionada mesa -realizada la tarde del miércoles- participaron los directores Gabriel Retes, Antonio Serrano, Carlos Carrera, Dana Rotberg, Ignacio Ortiz y Juan Antonio de la Riva. Todos hablaron de los proyectos en los que trabajan y luego contestaron preguntas sobre diversos temas.
Así, mientras Retes (El bulto) señaló que el formato de cine digital ''es la clave para todos nosotros" por el bajo costo del equipo (cerca de 15 mil dólares) y la posibilidad de evitar a los distribuidores y productores ''enanos", Serrano (Sexo, pudor y lágrimas) indicó que hacer cine es un trabajo conjunto en el que otros pueden intervenir.
Cineastas como De la Riva y el representante de una distribuidora ubicado entre el escaso público hablaron por su parte de la libertad que han tenido para trabajar y, por ejemplo, poder elegir el reparto o participar en la posproducción.
Bichir ponderó y dijo que cada quien hablaba según su experiencia personal, pero sí resaltó la actual diversidad de propuestas y cineastas en México, ''ahora que queremos ver si esto se puede transformar en una industria".
Todos, sin embargo, coincidieron en que la intención fundamental de su trabajo es lograr conmover al espectador. Y al final, a pregunta expresa, Retes comentó que la industria mexicana del cine nunca desapareció sino que pasó por una severa crisis y ahora parece salir de ella.
El, como Carrera, indicaron que el recién anunciado reglamento de la ley de cine tiene pros y contras, pero lo más importante es que ya se cuenta con una base jurídica. Entre los peros mencionaron el problema de los doblajes y el reducido monto del fondo anunciado, de 100 millones de pesos.