Montemayor: sólo quien no lee apoya la reforma fiscal
Ť Rechazo a otro rasgo de ''cinismo'' neoliberal, plantea el cronista
Ť Fox había prometido fortalecer la industria editorial: Rascón Banda
RENATO RAVELO Y ARTURO JIMENEZ
Sostener, como lo hace el presidente Vicente Fox, que la reforma fiscal beneficia a la sociedad entera ''solamente es posible por la seguridad que otorga el no haber leído un solo libro en toda su vida, y creer que todos los mexicanos tenemos el mismo vacío cerebral que el mandatario y su equipo de asesores'', declaró Carlos Montemayor.
La
tarde de este jueves, en la reunión que sostuvieron escritores,
editores y creadores para manifestar sus protestas por la aplicación
del IVA a medicinas, alimentos y libros, así como por la eliminación
del apoyo de 50 por ciento del impuesto sobre la renta a las ganancias
de los editores, la voz de Montemayor fue la más dura, pero no la
única que partió del conjunto de la reforma fiscal.
Para Carlos Monsiváis es claro que se trata de una contrarreforma, pues ''disminuye de 40 a 32 por ciento o de 35 a 32 por ciento los impuestos a los muy ricos, que no grava la Bolsa por ser 'operaciones de riesgo', que hace deducible el blindaje de los autos, que disminuye el gravamen al alcohol y cigarrillos, que aflige sobre todo a los contribuyentes cautivos y deja el espacio abierto a las evasiones fiscales de siempre''.
En relación con el IVA al libro, sin embargo, el escritor consideró que ''en un acto de magnanimidad que aguarda la reverencia instantánea, se eximirá a los libros del IVA'', por lo que ''nuestra protesta tiene que ir más allá y, luego de valorar como nunca lo que significa la letra impresa, sumarnos al rechazo al IVA en medicinas y al imentos y al rechazo a otra de las demostraciones cínicas del sistema neoliberal''.
El libro, bien público
Caso raro, desde antes de la hora citada ya circulaban algunos de los escritores, porque es un tema con una semana de vigencia, del que ya habló Carlos Fuentes, del que cuando apenas se está por entenderle, ya se dice que sólo es una pantalla, uno de los alfiles que se piensa sacrificar, por los apenas 500 millones de pesos anuales que representa.
El vestíbulo del Teatro Wilberto Cantón cristalizó la convocatoria, con sus autores llamados apenas 24 horas antes por el presidente de la Sogem, Víctor Hugo Rascón Banda, quien por ser abogado de estas cosas entiende rápido. Hace días esta reunión iba a ser tan sólo una conferencia de prensa con diputados perredistas, pero la bola de nieve ha crecido.
En el vestíbulo del teatro los escritores se saludan con frases como ''no había dicho Fox que iba a apoyar la cultura'', ''¿cómo ves?'', ''pues yo no entiendo mucho, pero vine a enterarme y a cerrar filas''.
Las cámaras de televisión, los micrófonos, van detrás de los invitados más notorios: Alejandro Aura, director del Instituto de Cultura del DF; José Natividad González Parás, presidente de la Comisión de Cultura del Senado; el diputado Florentino Castro, quien viene en representación del diputado Manuel Correa.
¿Quién es Rascón Banda?, pregunta un colega que normalmente no cubre temas culturales, porque luego de la semana de los zapatistas, la ley del IVA y el libro en particular, se han convertido en otro frente de batalla periodística.
Es el propio Rascón Banda quien empezó la sesión. Y el dramaturgo leyó: ''Tenemos que encontrar formas e instrumentos de apoyo y estímulos fiscales para que los editores y libreros sigan contribuyendo al desarrollo cultural de nuestro país. De lo que se trata es de que juntos pongamos los libros al alcance de los bolsillos de los mexicanos, dijo el candidato Fox, semanas antes de la elección, en el Polifórum Cultural Siqueiros''.
Y siguió con las citas del entonces candidato: ''Una de las industrias más afectadas en estos años ha sido la editorial la cual, tengo entendido, sufre un problema serio y que hay que resolver cuanto antes, porque cumple con una importante función pública, si aceptamos todos que el libro es un bien público de interés público''.
Todas las voces
En
estricto orden alfabético inició Aura. Criticó las
declaraciones del secretario de Educación Pública, Reyes
Tamez, para quien los libros son ''herramientas técnicas para el
estudio, objetos para hacer tareas, o portales sustituibles por la Internet,
como sugiere el director de Conacyt''.
Los que leemos y propiciamos la lectura, agregó, ''nos oponemos al aumento de impuestos a los libros del mismo modo que expresamos nuestro repudio al alza impositiva a los alimentos y medicinas, y alertamos en contra de la utilización como señuelo del impuesto a los libros para concedernos finalmente lo menos a cambio de lo más'', como cuando Carlos Salinas fundó Canal 22 y vendió los canales 7 y 13, recordó.
Es evidente que el Estado necesita recursos, sostuvo René Avilés Fabila, ''pero sin duda hay otras posibilidades para encontrarlos. Las televisoras, por ejemplo, no suelen pagar impuestos en efectivo sino a través de tiempo entregado al gobierno en las peores horas y en los momentos en que les da la gana. Algo semejante ocurre con las estaciones radiofónicas. Finalmente, no es lo mismo gravar fortunas como la de Carlos Slim, David Peñaloza, Juan Sánchez Navarro o la familia Hank González que despojar a los causantes cautivos o a quienes carecen de recursos suficientes para llevar una vida digna''.
El promotor cultural y director de publicaciones del CNCA fue directo: ''Espero que los legisladores impidan que pueda cumplirse esta amenaza'', porque sólo así México podrá hacer crecer el mercado interno a la altura de sus posibilidades y ampliar el de ''aquellos lugares donde se lee en español''.
La iniciativa se parece a Vicente Fox, señaló Guadalupe Loaeza, ''no hay duda de que tiene un desdén por la cultura, y demuestra una torpeza evidente al no percatarse de la cada vez mayor avidez de lectura''. Es una agresión a los lectores, concluyó.
En su turno alfabético, Monsiváis llamó la atención sobre el sentido limitado de las declaraciones del secretario Reyes Tamez y del director del Instituto de la Juventud, Cristian Castaño, quienes reducen el libro a su carácter de obra de consulta.
La reforma fiscal, enfatizó, busca ''todo para los que tienen todo y que los pobres se aferren a las dádivas del Progresa, mientras algunos diputados del PAN exhiben su compromiso con el pueblo criticando los impuestos a las colegiaturas de la enseñanza privada. La mejor defensa de los intereses gremiales es la defensa conjunta de los intereses de la sociedad''.
Tocó el turno a Montemayor, quien inició su ponencia: ''La idea de gravar libros es una estrategia muy importante para Vicente Fox, esencial, porque solamente con una sociedad descerebrada es posible creer que la reforma fiscal tiene un propósito de redistribución del ingreso nacional''.
Se les da a los que ya tienen, agregó, ''se asegura con impuestos al consumo las necesidades de proyectos de gobierno coyunturales, pero no las necesidades estructurales de la sociedad mexicana''.
Consideró una agresión a ''la inteligencia de los mexicanos, el querernos hacer pasar esta reforma como una redistribución del ingreso, es una burla. Que se reconsidere este burla, y que se considere como una agresión a la pobreza del país''.
Un Chucho el roto al revés
Humberto Musacchio calificó al gobierno de Fox como ''un Chucho el roto al revés'' y reivindicó el derecho al pataleo, en tanto Sara Sefchovich propuso que el libro formara parte de la canasta básica, ''no queremos que nos hagan cuentas y nos cuenten cuentos. El problema es su manera de gastar. El mismo señor que propone eso ahora dijo lo contrario en campaña''.
Al llegar a Ignacio Solares, quien parafraseó a Brecht, ''un pueblo sin libros es un pueblo sin alma'', los ánimos ya se habían caldeado, las palabras serias del senador González Parás en las que revelaba el pírrico .05 por ciento del presupuesto a la cultura y aseguraba un rechazo pleno a la iniciativa, o las taimadas promesas de Castro por lo del voto de unidad en el PRI, ya anunciaban una ocurrencia: no se podía obviar que era una reunión de escritores, creadores, jugadores de palabras. Fue José de la Colina quien contó que leyó todo el libro de la biografía de Fox, sin referencia alguna al libro. Y radical remató:
''Hay que empezar a robar libros y que nos detengan. Quiero ver mañana en los periódicos la foto de Carlos Monsiváis, detenido por robarse un libro.''
¿Renuncia Sara Bermúdez?
El ''primer insulto" del presidente Vicente Fox a la comunidad artística e intelectual de México fue nombrar a Sara Guadalupe Bermúdez al frente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, dijo ayer durante la mesa redonda de la Sogem el periodista y escritor Humberto Musacchio.
''Y un insulto más es que esa persona nos diga que se opone a una política de su gobierno (la aplicación del IVA a los libros), pero no renuncie. Creo que si un alto funcionario no está de acuerdo con la política de este gobierno tiene la obligación moral de renunciar", dijo Musacchio en medio de aplausos.
A la memoria de los asistentes vinieron las declaraciones de hace unos días de Bermúdez, quien ante el proyecto de gravar los libros dijo primero que se trataba de una ''decisión ya tomada que nos entristece", para luego admitir que apoyaría una campaña en contra del IVA a los libros ''porque el Consejo está aquí para servir a los creadores, a la sociedad civil, a los intelectuales, a los artistas".
Después, en su turno, desde las butacas del público, Alberto Ruy Sánchez defendió a Bermúdez y le dijo a Musacchio: ''Creo que te equivocas. Es importante que gente como (José) Sarukhán y Sari Bermúdez permanezcan dentro del equipo y hagan valer su voz muy fuerte''.
Ruy contó que estuvo en un encuentro en el que le manifestó a Fox su preocupación por la intención de gravar los libros y que enfrente estaban Sarukhán y Bermúdez, quien le dijo al presidente:
''Acepté colaborar contigo siempre y cuando te pueda decir todo lo que pienso, y esto del IVA a los libros está mal y estoy aquí para defender a la comunidad".
Así que este asunto, dijo Musacchio, es una más de las agresiones de Fox a la cultura. Y consideró que cuando se les da todo a los que sí tienen y se les quita a quienes no, ''estamos ante un evidente caso de inmoralidad".
Pidió a los presentes reivindicar el ''derecho al pataleo" durante la protesta de hoy a las 12 horas frente a las oficinas de Hacienda (Hidalgo casi esquina Reforma), en la que participarán escritores, lectores, editores y libreros convocados por David Huerta y Leo Eduardo Mendoza.
ARTURO JIMENEZ Y RENATO RAVELO