Plastinación, la muerte al servicio de la vida

ALIA LIRA HARTMANN CORRESPONSAL

Berlin, 5 de abril. La exposición Mundos Corporales, de la cual La Jornada reportó el pasado 12 de febrero en ocasión de su inauguración en Berlín, continúa causando polémica en Alemania y es considerada ya como una de las exposiciones más exitosas y al mismo tiempo más controversiales.

Los muertos se van de ''gira'', se puede leer en la prensa alemana que le ha dedicado artículos de opinión, entrevistas, reportajes televisivos, ataques por parte de organizaciones religiosas y hasta oraciones para el descanso del alma de los difuntos. Los cuerpos y órganos expuestos pertenecieron a personas que en vida autorizaron que sus cuerpos se pusieran a disposición de la plastinación, técnica de conservación de cuerpos inventada por el doctor Gunther von Hagens.

A pesar de la lluvia de críticas, demandas, intentos de boicoteos y demás, anteriores exposiciones en la misma Alemania, Japón, Austria o Suiza atrajeron a alrededor de 6 millones de visitantes. En 6 semanas en Berlin la cifra alcanza ya los 200 mil visitantes con filas de hasta dos horas de espera.

Gunther von Hagens está dispuesto a defender a capa y espada lo que dice ser su filosofía: la democratización de la anatomía. Esto es, llevar el conocimiento del cuerpo humano y sus funciones al público lego, fomentar la atención hacia su propio cuerpo y terminar con el dominio de la ciencia médica en este rubro. ''Al lego le han robado la lengua de su cuerpo con terminología compleja y poco entendible, Mundos Corporales rompe con el dominio que se pretende a través de este complejo idioma'', asegura Von Hagens.

Afirma también que todos tenemos derecho a saber cómo estamos constituidos por dentro y así como individuales y únicos somos por fuera, lo somos por dentro y solo enfrentándose a un cuerpo real nos reconocemos a nosotros mismos. Esto es lo que este médico y los muchos visitantes a sus exposiciones consideran fascinante.

Von Hagens aporta datos históricos que fundamentan su intención de llevar el conocimiento de la anatomía más allá del ámbito de la medicina. ''Más que una democratización, estamos hablando de una 'redemocratización de la anatomía', por ejemplo, a mitad del siglo XIV en la Universidad de Padua, estaba permitido hacer disecciones a los muertos y estas disecciones podían hacerse en público, es así que hoy en día en ningún lugar del mundo hay tantos museos de anatomía como en Italia'', afirmó.

Von Hagens y su técnica

Gunther von Hagens, médico alemán de 55 años de edad, antiguo profesor de Anatomíaa de la Universidad de Heidelberg, Alemania, y actualmente profesor de la Universidad de Medicina en Dalian, China, es también fundador del Instituto de Plastinación en Heidelberg. Un megaproyecto para otro instituto de plastinación se desarrolla también ya en China.

La plastinación, hispanización de la voz alemana ''plastination'', término a su vez inventado por él mismo Von Hagens, es una técnica para la conservación de órganos y cuerpos que este médico patentó hace ya casi 25 años. El procedimiento aparentemente sencillo, esta basado en dos procesos de intercambio. Primero se reemplaza el agua del cuerpo por acetona, luego la acetona es a su vez reemplazada por una solución de substancia plástica endurecible, un procedimiento que enlaza la anatomía con la moderna química de los plásticos.

Sin embargo, plastinar un cuerpo completo requiere de hasta mil 500 horas de trabajo y este cuerpo ya preparado, y que así se llama ''preparado'', de ser vendido a alguna institución académica o de investigación, excl  usivos destinatarios, alcanza un valor de más de 30 mil dólares. Esta técnica permite también el análisis anatómico mediante milimétricas secciones corporales que muchas veces alcanzan apenas los 3 o 5 milÌmetros, de ahí que un solo cuerpo puede convertirse en decenas de pequeñas ''rebanadas'', que a su vez permitirán también el estudio específico de alguna parte del cuerpo.

La plastinación se practica en una gran cantidad de laboratorios en el mundo y en Latinoamérica en países como Venezuela, Brasil o México y permite el estudio y prevención de enfermedades. ''Hay preguntas dentro de la medicina resueltas mediante la plastinación y muchas otras que aún quedan por resolver'', afirmó Von Hagens. Con respecto a México, el doctor se refiere al trabajo que en la UNAM se realiza con respecto a esta técnica y a su visita hace 8 años a la ciudad de México a un congreso de anatomÌa. También sus preparados han sido vendidos a un museo en Monterrey, refirió.

La exposición constituye una extensa lección de anatomía, detalladas explicaciones permiten al visitante adentrarse en la construcción del cuerpo, sus funciones y disfunciones, se presentan también algunos órganos con enfermedades específicas. Puede compararse un hígado sano frente a uno con cirrosis o bién frente a otro con metástasis cancerosas, un seno con un cáncer avanzado al lado de uno sano. Algo que detiene a gran cantidad de visitantes y provoca comentarios en voz baja, según pudimos comprobar, son los pulmones de fumadores y no fumadores. Una visitante, dirigiéndose a su acompañante con un dejo de reproche le decía, ''Ya te viste, mira que los tuyos han de estar peor que esos''. Interrogando al visitante aludido, este aseguró que no por ver lo que probablemente serían también sus ennegrecidos pulmones, pensaba dejar de fumar, pero que era bueno enterarse por cuenta propia que efectivamente los pulmones se pigmentan de esa manera después de algunos años de afición al popular objeto humeante.

¿Arte o anatomía? ¿Cuestión de dignidad?

Von Hagens afirma que Mundos Corporales no es una exposición para el mero esparcimiento, sino más bien un lugar para la reflexión en donde el visitante tiene la posibilidad en "silencio piadoso'' de confrontarse con preparados anatómicos plastinados de seres humanos.

Asegura también que a pesar de la enorme cantidad de visitantes cada día, predomina en la exposición una especie de ''silencio sacro, los visitantes tienen así la oportunidad de lograr una reflexión al establecer un diálogo consigo mismos''.

La discusión sobre ésta y las anteriores exposiciones se ha llevado al terreno del arte. Que si los preparados de Von Hagens son piezas de arte o no es parte de la controversia. Von Hagens no se considera un artista, sino más bien un ''esclarecedor''.

Los cuerpos expuestos adquieren formas estéticas: un cuerpo ante una tabla de ajedrez en actitud pensativa, un jinete a caballo mostrando en su mano derecha el cerebro humano y en la otra el del caballo (tan solo la plastinación del caballo requirió de 8 mil horas de trabajo), el cuerpo de una mujer con 8 meses de embarazo tendida sobre un costado apoyando la cabeza sobre su mano derecha. Von Hagens considera que la estética puede ser un elemento que ayude a la instrucción. Cada pose tiene un determinado objetivo al ser así mostrado, no se trata de estética pura y por otro lado, este médico considera que el arte empieza dónde la estética es objetivo único.

Gran parte de la discusión se ha llevado al terreno de lo moral. Algunos detractores de Von Hagens dentro del mismo campo de la medicina, consideran la exposición un asunto de dignidad, pues no se pueden mostrar cuerpos de personas teniendo en cuenta los avances que la tecnología de la computación ya puede permitir para el estudio de la anatomía. Von Hagens considera que los modelos tradicionales jamás permitirían llegar a esa individualidad anatómica, ya que el modelo es parte de una interpretación que se asemeja al original y simplifica.

La autenticidad de los cuerpos permite al observador constatarse de la maravillosa obra que es el ser humano. Von Hagens trae a manera de ejemplo la sensación que podemos experimentar al ver una película que nos muestre una hermosa playa, los sentimientos que esto pueda despertar no se comparan con las sensaciones experimentadas si estuviéramos físicamente en esa playa.

Olvídese de tristes entierros, done su cuerpo para la plastinación

Los cuerpos y órganos expuestos pertenecieron a personas que en vida estipularon que sus restos mortales se pusieran a disposición de la ''plastinación'', y servir así para  edu  cación e información tanto de médicos como legos. Según Von Hagens, la mayoría de los ''preparados'' expuestos provienen de donantes alemanes.

A partir de las exposiciones, la cifra de donantes se ha elevado considerablemente. A pesar de la controversia generada, algunos personas consideran la donación de su cuerpo al Instituto de Plastinación como una atractiva oferta ante la perspectiva de ser devorado por los gusanos o el mismo alto costo financiero y emocional de un entierro.

Las razones que plantean algunos de los donantes son diversas: arguyen la oportunidad de que sus cuerpos puedan servir para que otras personas aprendan más sobre sus propios cuerpos, para la difusión del conocimiento médico, hay quien dice haber abusado de su cuerpo y a pesar de todo seguir funcionando sin grandes complicaciones como un verdadero milagro de la naturaleza, así, en un gesto de gratitud a ese machacado cuerpo, deciden donarlo. Testimonios de otros donantes expresan la serenidad con que ahora sienten enfrentarse a la muerte. Por paradójico que parezca, es ''la muerte al servicio de la vida'', comenta von Hagens con visible entusiasmo.

Mundos corporales podría llegar a México

La exposición permanecerá hasta julio en Berlín, de ahí viajará a Bruselas, a Londres, el sur de Europa y en Estados Unidos existe ya una gran demanda porque cruce el Atlántico. Plazas como Nueva York, San Francisco o Chicago se encuentran en perspectiva, refirió personal encargado de la organización de las exposiciones del Instituto de Plastinación en Heidelberg.

A la pregunta de La Jornada sobre las posibilidades de presentar Mundos corporales en México, Von Hagens respondió que, por su parte, imaginarse esta exposición en México era algo perfectamente factible, la implementación requeriría de un local que ellos adaptarían según las características de la exposición ?no necesariamente un museo? y ante todo de garantías de ley, pues dijo no estar dispuesto a tratar con problemas en los cuales la corrupción pudiera ser parte de las   negociaciones.

La financiación corre a cargo del Instituto de Plastinación y un equipo de trabajo en México se encargaría de resolver los detalles de la organización y promoción, es decir, las posibilidades están abiertas para que una contraparte en México ofreciera estos servicios, llámesele institución pública o privada, o incluso una agencia con experiencia en la planeación de eventos o exposiciones.

Mencionó también que de llevarse a cabo una exposición en México, la cuestión de los posibles donantes que de ahí surgieran abriría las posibilidades de una especie de sucursal del mencionado Instituto de Plastinación en Latinoamérica. En Estados Unidos existe ya un Institute of Plastination.

Para mayor información puede consultarse la página en Internet del Instituto www.plastination.com o bién la página sobre la exposición www.koerperwelten.com

Gunther Von Hagens, ataviado con sus inseparables sombrero y chaleco negros, sandalias alemanas con evidente desgaste, mira hacia la ventana de un lluvioso día en Berlin, la larga fila de visitantes se cubre con paraguas y aguardan pacientemente su turno de entrada. Esta controvertida figura en el campo de la medicina y ahora en el mundo del arte, obsesivo del trabajo que le ocupa hace ya muchos años, concluye la entrevista expresando: ''Toda sociedad necesita de tabúes, yo soy uno de ellos''  .