VIERNES Ť 6 Ť ABRIL Ť 200
Ť Buscan sus trabajadores nuevas formas de protesta
Reanuda el canal de televisión ruso NTV su programación normal
JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL
Moscu, 5 de abril. La asamblea de trabajadores del canal de televisión NTV, que siguen atrincherados en las instalaciones y no reconocen a los nuevos directivos, decidió reanudar este jueves su programación normal y adoptar otras formas de protesta por lo que consideran "resoluciones no válidas de una junta de accionistas ilegal".
Al mismo tiempo, el grupo del magnate Vladimir Gusinski, con todavía 30.60 por ciento de las acciones de NTV, y el gigante del gas Gazprom, que representa al Estado con una participación de 46 por ciento, aceptaron discutir sus diferencias, al crear una comisión negociadora, integrada por 10 representantes cada uno, la cual se reunirá este viernes.
Aunque ninguna de las partes en conflicto ha hecho concesiones de fondo, parece un paso adelante que estén dispuestas a buscar un arreglo, que desde luego no será fácil. Tan drástico cambio de actitud puede obedecer a una razón pragmática que, en este momento, conviene por igual a Gusinski y Gazprom.
En medio de la resistencia del personal de NTV y de las acusaciones mutuas, que impidieron la solución rápida que esperaba Gazprom, están apareciendo figuras del mundo de las finanzas internacionales que vulneran las posiciones del monopolio ruso del gas. No es descartable que Ted Turner, el fundador de la cadena estadunidense CNN, llegue a un acuerdo con Gusinski y se convierta en tercero en discordia.
Por su parte, Gusinski quiere vender más caro sus acciones (la oferta de Turner, el fundador de la cadena estadunidense CNN es 80 millones de dólares más baja que hace un mes, por ejemplo) y, por si no lo logra, se reunió anoche en España con el otro magnate ruso distanciado del Kremlin, Boris Berezovsky.
No es claro si están tramando ofrecer a Turner en paquete NTV y TV-6, propiedad de Berezovsky, o hablaron de la posibilidad de fusionar TV-6 con TNT, otro canal que pertenece al grupo de Gusinski, para reinstalar ahí a todos los periodistas y personal técnico de NTV. En todo caso, es algo que sólo podría habérsele ocurrido a Berezovsky.
Lo que complica aún más las cosas para Gazprom son los rumores de que Turner trata de incorporar en calidad de socios a magnates como George Soros y Rupert Murdoch, entre otros, que podrían plantearse como factible asumir la totalidad de los compromisos de deuda de Gusinski y adquirir, de ese modo, 19 por ciento de las acciones entregadas en garantía.
En ese hipotético escenario, 4.44 por ciento de las acciones en poder de Capital Research, grupo de inversionistas estadounidenses, vuelve a ser clave para quien aspire a controlar NTV y, en un claro juego especulativo, ya están coqueteando con personeros de Turner, lo que equivaldría a darle la espalda a Gazprom.
Ante la dificultad para cumplir el encargo del Kremlin de tomar el control de NTV y modificar la política informativa del canal, Gazprom prefiere negociar con Gusinski a quedarse con un paquete accionario que no le serviría para nada o a tener que recurrir a una solución violenta, con un precio político aún más alto que el escándalo ya provocado.
Quizás esto explica que Alfred Koj, el nuevo presidente del Consejo de Administración de NTV, se haya apersonado en las instalaciones del canal este jueves, aunque sólo en calidad de representante de Gazprom y con ánimo de iniciar un diálogo que propició la creación de la comisión negociadora.
No hay duda que Koj, al rechazar la propuesta de los periodistas de NTV de decretar una moratoria de tres meses a todo cambio en el canal, no está dispuesto a ceder tan fácil y tratará de usar las negociaciones para fracturar a los rebeldes.
Paralelamente, el director general del canal que quiere imponer Gazprom, Boris Jordan, el ciudadano estadunidense de origen ruso, confirmó en una entrevista a un diario local que mantiene intensos contactos confidenciales con periodistas de NTV, convencido de que muchos aceptarán su propuesta de cambiarse de equipo.
La gente de Gusinski, de su lado, defenderá que las controversias sean ventiladas en una corte, lo que sólo servirá para ganar tiempo.