viernes Ť 6 Ť abril Ť 2001
Luis Javier Garrido
El rating
Un gobierno que busca manipular a la sociedad a través de la propaganda en los medios muy pronto termina por exhibirse, como ha acontecido con el de Vicente Fox, que a poco más de cien días de haber asumido el cargo está atravesando por una seria crisis de credibilidad por su propuesta de reforma tributaria.
1. La iniciativa fiscal del gobierno de Vicente Fox ha generado un enorme escándalo no sólo porque resulta evidente que daña profundamente a las clases populares al pretender gravar aún más alimentos, medicinas y libros con el IVA o beneficiar a las empresas trasnacionales con la reducción del ISR, sino porque ha puesto al propio Fox en un brete al presentarlo ante los mexicanos como un individuo que no sólo busca imponer medidas antipopulares, sino que miente de manera abierta y pretende encubrir sus engaños a través de la propaganda.
2. El proyecto de reforma fiscal de Fox hizo patente, por otra parte, algo que muchos se resistían a aceptar, y es que el gobierno foxista, al igual que los últimos gobiernos surgidos del PRI, carece de un proyecto nacional, y es que los programas sociales de corte priísta que ha ofrecido no son otra cosa que una cortina de humo para alcanzar su única prioridad, que es la de defender los intereses del gran capital financiero e industrial para el que está gobernando, pero sin tener los recursos de control social de los que dispuso el régimen priísta. De ahí su obsesión por recurrir a la televisión como un medio de control social.
3. El nuevo gobierno, en todo caso, no está interesado en los análisis que sobre su iniciativa aparecen en la prensa escrita ni mucho menos en debatir su reforma tributaria de cara a la sociedad. Lo único que ha buscado es imponerse a través de una descomunal propaganda en radio y televisión para hacer creer lo que muy difícilmente logrará de seguir en la misma vía y es que tiene algún proyecto social. Las negociaciones, en efecto, ya las tuvo Fox con quienes realmente le interesa tenerlas, que son las grandes empresas para las que está gobernando y con los grupos de poder.
4. ƑO alguien puede dudar después de estos primeros meses de gobierno de que Vicente Fox está trabajando para proteger a los grupos oligárquicos y de manera muy especial para tutelar los poderosos intereses económicos del grupo salinista? ƑO que la "reforma fiscal" busca seguir rescatando a quienes defraudaron a la nación enviando sus deudas privadas al Fobaproa?
5. El gobierno foxista, confiado tanto a) en el papel de subordinación de los partidos a los intereses de las multinacionales como, b) sobre todo, en la necesidad de éstos de negociar con el gobierno, no imaginó, sin embargo, la reacción de repudio generalizado que iba a tener su propuesta tributaria de parte de las cúpulas partidistas y de otras fuerzas políticas organizadas, que la calificaron con razón de "perversa" y "descabellada", como tampoco pudo prever el impacto que esta propuesta iba a tener en amplios sectores de la sociedad.
6. La prepotencia del gobierno no ha cedido, sin embargo, hasta ahora en el caso del paquete fiscal, como lo hizo ante el EZLN, porque conoce las limitaciones que guardan los partidos para articular una oposición, y cree aún viable que, tras la negociación de fuerza prevista por sus asesores y aprovechando las divisiones existentes en el PRI y en el PRD, pueda alcanzar una mayoría legislativa para su propuesta con el voto de fracciones importantes de esos partidos. ƑO no fueron acaso los legisladores de todos los grupos parlamentarios quienes por unanimidad votaron en diciembre de 2000 el Presupuesto de Egresos y la Ley de Ingresos en un escenario muy parecido al de ahora?
7. Y aquí es donde aparece el que es ya un rasgo distintivo del nuevo régimen: su fortaleza está determinada por la debilidad y corrupción de la oposición partidista, de la cual un buen número de legisladores está estrechamente vinculado a los intereses trasnacionales. La crisis de lo que aún queda del PRI ha evidenciado, por ejemplo, que la tecnocracia priísta sigue empeñada en proseguir en la misma vía, sin importarle seguir cavando de manera acelerada su tumba, y así el diputado Enrique de la Madrid, conocido por sus vínculos con Carlos Cabal Peniche, no tuvo empacho en manifestar su respaldo a la iniciativa foxista argumentando que sólo es necesario hacerle algunas modificaciones (CNI, Noticias, 3 de abril), y los fundadores de la corriente Renacimiento sostienen en su primera declaración que perdieron el poder por defender el modelo económico neoliberal, pero agregan que éste es "ineludible" (Milenio, 4 de abril).
8. La respuesta desbocada de Vicente Fox a la andanada de críticas, lanzando no sólo a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, sino a todo el gabinete a un agresivo programa de propaganda en los medios y respondiendo en dos mensajes a la nación en menos de 48 horas, en el segundo de los cuales, ya fuera de sí, llamó "mentirosos" a quienes han demostrado que las medidas propuestas sólo beneficiarían a los que más tienen, no fue por lo mismo para convencer a los legisladores, sino única y exclusivamente para evitar el desplome de su propia credibilidad, buscando mantener el rating o índice de popularidad que tiene, y que, según sus publicistas, es una de las claves para hacer viable su gobierno. Porque nadie en Los Pinos podría argumentar que con esta propuesta Fox no se ha distanciado de quienes le dieron su respaldo electoral el 2 de julio y ha traicionado a quienes llamaron a votar por él sobre la base de que no gobernaría desde la extrema derecha como lo está haciendo.
9. La reacción de los partidos ha consistido hasta ahora en montarse sobre el descontento popular, en particular para encontrar un escenario en el cual distanciarse del gobierno foxista. Pero nada hace suponer que frente a ésta u otras iniciativas estén dispuestos a asumir un comportamiento diferente, que prevean establecer un diálogo con la sociedad para abrir así la posibilidad de adoptar otros mecanismos de participación popular en la toma de decisiones, y que no vayan a anteponer una vez más sus vínculos con el gran capital y a negociar a espaldas de aquéllos que supuestamente son sus representados.
10. El riesgo de que así sea sólo llevaría a consolidar el proyecto foxista y a ahondar la brecha existente entre la sociedad política y la sociedad civil: de ahí la importancia de todo lo que se decida en este primer año del nuevo gobierno.