JUEVES Ť 5 Ť ABRIL Ť 2001

Ť Según un informe de los asesores de Tizayuca, se tendría que arrendar 30 años

Texcoco, opción más cara para terminal alterna

Ť Esa sede no cumple con las 15 condiciones del Colegio de Pilotos, plantea el documento

PATRICIA MUÑOZ RIOS

La construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco es la opción ''más cara''; para llevarla a cabo sería necesario ''dar al concesionario los ingresos de la nueva terminal durante más de 30 años, incluida la venta de combustibles'', indica un informe presentado ayer por el gobierno de Hidalgo y el grupo de asesores del Proyecto Aeroportuario Tizayuca.

Según el documento, la administración pública estaría perdiendo ingresos por más de mil millones de dólares anuales "en beneficio de un concesionario privado, que en lugar de contribuir a aumentar la inversión productiva, sacaría provecho de una inversión pública".

Explica que emprender el proyecto en Texcoco sería sumamente costoso para el país, pues en primer lugar una terminal categoría dos es 25 por ciento más cara que otra categoría uno. El resto de las obras que habría que desarrollar -suponiendo que fueran posibles- incrementarían de una manera sustancial el costo, lo que haría muy complicado el esquema financiero.

Además se tendrían pérdidas cuantiosas. La primera de ellas sería el actual aeropuerto capitalino, donde se han invertido en 50 años recursos federales que hoy tienen un valor estimado en más de 2 mil 500 millones de dólares. Por otro lado, en Texcoco se han realizado, en 30 años, obras hidráulicas que no pueden ser removidas; si llegara a hacerse, su costo sería muy alto, señala.

En el documento se plantea que el gobierno del estado de México ha tomado como avales de su proyecto las opiniones vertidas en el Congreso de la Unión por el grupo de técnicos que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) seleccionó para apoyar su propuesta de Texcoco; sin embargo, no dice que el Colegio de Pilotos Aviadores de México estableció 15 condiciones para que esta opción fuera viable, algunas de las cuales, como la remoción de la laguna de Casa Colorada, son imposibles de cumplir, y otras, como el control de las aves, van directamente en contra del proyecto de rescate ambiental.

En opinión del grupo de asesores del Proyecto Aeroportuario Tizayuca, los planes de ordenación han clasificado a la zona de Texcoco como "no urbanizable" por valor ambiental, por la elevada amplificación sísmica del suelo y porque las riberas del ex lago -exactamente las que se utilizarían para prolongar las pistas- son las tierras de riego más productivas del valle.

El punto más débil de la propuesta del estado de México se refiere a las normas de seguridad. Las zonas de humedales o cuerpos de agua -tales como el lago Nabor Carrillo-, y las lagunas de regulación y de aguas negras, como Casa Colorada y El Caracol, deben estar a más de 3.2 kilómetros del aeropuerto y a más de 8 kilómetros de las trayectorias de aproximación y despegue de las naves.