JUEVES Ť 5 Ť ABRIL Ť 2001
Ť Análisis del Conapo sobre la relación México-EU
La política migratoria debe tener un enfoque bilateral
Ť El gobierno mexicano tendrá que pugnar por que se abandonen estrategias policiacas establecidas en la frontera
ALONSO URRUTIA
En el marco del establecimiento de una nueva relación en materia migratoria con Estados Unidos, el gobierno mexicano debe pugnar por que se abandone la política policiaca que se ha impuesto en la frontera norte y se implementen esquemas de responsabilidad compartida entre ambos países, a fin de enfrentar un problema que tiene, entre otros factores, un origen en la interacción de ambas economías.
Un análisis realizado por el Consejo Nacional de Población sobre la Migración México-Estados Unidos, destaca que entre 1993 y 2001 los recursos que se destinaron al Servicio de Inmigración y Naturalización para reforzar acciones que frenen la migración pasaron de mil 530 millones de dólares a 4 mil 880 millones de dólares.
Para el Conapo, la propuesta mexicana impulsada por el nuevo gobierno "es muy ambiciosa y exige la puesta en marcha de un conjunto amplio de acciones de corto y mediano plazos". En esa lógica, se busca que el tratamiento de los problemas de índole migratoria esté asociado a la cooperación económica bilateral, "lo cual podría expresarse en eventuales apoyos financieros de Estados Unidos hacia nuestro país".
En consideración de Conapo, México debe aprovechar que actualmente en el Congreso de Estados Unidos existen posturas proclives a buscar un acuerdo migratorio bilateral, que Alan Greenspan, de la Reserva Federal estadunidense, y la más poderosa central sindical de ese país, la AFL-CIO, han externado posiciones a favor de introducir acciones que pudieran regularizar la presencia de trabajadores indocumentados mexicanos, e inclusive a favorecer un acuerdo entre ambas partes.
Sin embargo, ello implicaría revertir las políticas que se han implementado en los últimos años, las cuales han desatado preocupantes fenómenos de intolerancia en el sur de Estados Unidos.
Conapo cita, por ejemplo, el aumento sustancial al presupuesto para financiar la contratación de más efectivos de la Patrulla Fronteriza; la adquisición de telescopios con rayos infrarrojos, para la vigilancia nocturna; el despliegue de sensores electrónicos y de tierra, para detectar el calor del cuerpo humano; la introducción del sistema de identificación biométrica, que permite detectar reincidentes; la instalación de grandes reflectores y cámaras de televisión en los lugares considerados como pasos naturales, y el entrenamiento de perros, la colocación de muros y mallas.
Al darse este endurecimiento de las acciones contra la migración, se han incrementado las detenciones de la Patrulla Fronteriza, alcanzando un número de 1.5 millones de personas al año.
En contrapartida, subraya Conapo, es claro que el fenómeno migratorio sigue creciendo, y que México no puede hacer nada por detener esos flujos. Recientemente se conocieron datos que revelan que 70 por ciento de los migrantes deportados intentan cruzar de nuevo la frontera en los siguientes diez días.
"A México también le preocupa profundamente el resurgimiento de nuevas formas de intolerancia que siembran animadversión contra los indocumentados en los países receptores. Esto conduce a actitudes de violencia tan innecesarias como repudiables y pone en riesgo la integridad y los derechos de los migrantes en los países de destino".
Levantar más bardas no evita la migración
De acuerdo con el estudio, es necesario que ambas naciones avancen en redefinir la relación en materia migratoria, que eviten ya el incremento de la construcción de nuevos muros y bardas para detener el flujo de trabajadores indocumentados, mientras por otro lado se habla de mayor apertura en materia comercial.
"No es mediante el control fronterizo o el reforzamiento de carácter policiaco como puede regularse o administrarse adecuadamente la migración entre los dos países". Se requiere tener un enfoque bilateral para enfrentar una realidad, que en la actualidad tiene a 8 millones de personas nacidas en México en Estados Unidos, los cuales sumados a los estadunidenses de origen mexicano, llegan a los 22 millones de personas.
Conapo indica que México debe pugnar por que este fenómeno sea de la más alta trascendencia en la relación bilateral para, en entre otros aspectos, iniciar un programa binacional de combate a la violencia e inseguridad fronteriza, que reduzca los riesgos de los indocumentados al cruzar la frontera. Asimismo, debe impulsar proyectos amplios de regularización migratoria y otorgar permisos anuales para laborar.