JUEVES Ť 5 Ť ABRIL Ť 2001

Ť Trece organizaciones controlan el negocio, explica asesor de la Setravi

El viejo pulpo camionero, detrás de la presión de microbuseros para evitar la revista

Ť Los choferes se convierten en verdaderos kamikazes con tal de completar la cuenta

BERTHA TERESA RAMIREZ

El coordinador de asesores de la Secretaría del Transporte (Setravi), Bernardo Navarro, señaló que detrás de la presión de los concesionarios de microbuses para no pasar la revista está el viejo pulpo del transporte en el Distrito Federal, controlado por 13 organizaciones cúpula que también son las que se oponen al programa de sustitución de esas unidades.

En entrevista con este diario, señaló que un punto de partida para analizar lo que ocurrió el lunes está en la transición que han emprendido las autoridades para dejar atrás al pulpo camionero que conocimos como parte del control corporativo que por años sustentó el PRI. Ahora ese pulpo corporativo está desconcertado porque se encuentra ante una autoridad que lo invita a negociar en condiciones de igualdad, que no le pide a cambio votos, ninguna fidelidad política y que le plantea la renovación del servicio.

Indicó que la organización de los microbuseros responde a una estructura muy atomizada, "en donde 70 por ciento del servicio es proporcionado por conductores que trabajan para otras personas, pues los microbuseros no son los choferes, que sólo trabajan para otros y tienen que entregar una cuenta que se traduce en reunir entre 500 y 600 pesos para sacar los gastos, y todo lo demás de lo entregan al concesionario".

Lo que ese esquema ha generado, dijo, es que el concesionario explote al chofer, a su vez éste se vea obligado a sobre explotar a la unidad y al usuario: a no devolver el cambio, a no pagar todos aquellos elementos que el propietario le obliga, como son lubricantes, gasolina, llantas, y, lo que es más grave, a competir cotidianamente por el pasaje en forma de kamikaze, para completar la cuenta, y entre más pasaje gana, más rápido los suba y más rápido los baje va a poder obtener recursos por encima de la cuenta que se le exige.

El funcionario señaló que se trata de un servicio artesanal, desarticulado, en donde la competencia es el signo fundamental de la organización del servicio, y esto es precisamente lo que la Setravi quiere cambiar.

Dijo que toda esta situación en el transporte se creó porque hace varios años cuando se propuso la modernización del transporte y el cambio de combis por microbuses, debido a la presión que ejercieron los transportistas sobre las autoridades, en situaciones similares a las actuales, el gobierno terminó por ceder y permitió que los concesionarios sustituyeran cada combi que operaba por un microbús, lo cual provocó una sobreoferta de este servicio, que quedó demostrada el lunes, cuando a pesar de las molestias que provocó el hecho de que 60 por ciento de los microbuses no hayan circulado, "la situación no llegó a ser caótica".

Dijo que por esa razón la Setravi no puede estar de acuerdo con los transportistas en sustituir los microbuses por autobuses baja la regla de "uno a uno", pues esto empeoraría el tránsito en la ciudad, pues se tendrían 27 mil nuevos autobuses en vez de los micros. Indicó que como esto es imposible, lo que procede es hacer junto con ellos una evaluación "absolutamente racional, ramal por ramal, para determinar el factor que haría posible la sustitución".

Algunos de ellos proponen crear sociedades de explotación para las cuales el gobierno local les ha ofrecido apoyos, así como respetar un elemento central en este negocio, que es seguir apoyando la economía familiar, porque este es un sector social muy importante, que redistribuye el ingreso, y lo que la Setravi les propone es simplemente que se haga de mejor manera.