JUEVES Ť 5 Ť ABRIL Ť 2001

ENTREVISTA

Stella Calloni

La Operación Cóndor, laberintos de una historia trágica

GABRIELA FONSECA

Cuando a principios de 1993, Stella Calloni estuvo en Paraguay, enviada por este periódico, y revisó los llamados Archivos del Terror, descubiertos por el abogado Martín Almada, víctima de la dictadura paraguaya, nunca imaginó que estas investigaciones unidas a otras que anteriormente había realizado sobre la Operación Cóndor serían el principio de un trabajo muy extenso que ayudaría a develar los lazos de esta "internacional de la muerte".

Almada se constituyó en un verdadero guía entre los laberintos de estos archivos que desnudaron parte de la historia trágica de América Latina y fueron esenciales para poner en evidencia una verdad que muchos conocían pero que necesitaba ser documentada.

En su libro Operación Cóndor; Pacto Criminal, la periodista y escritora Stella Calloni agradece especialmente a Almada y a otras personas por abrir estos caminos hacia la verdad.

La obra de la corresponsal en Sudamérica, de La Jornada, resume un amplio trabajo de investigación que conjunta y da forma a numerosos testimonios, pesquisas anteriores y la investigación de documentos básicos de los Archivos del Terror y otros descubiertos en los últimos años en distintos países.

Los amplios resportajes e investigaciones de Stella Calloni han servido como referencia en varios juicios que se desarrollan tanto en Argentina como en Europa, donde se está procesando a responsables de las atrocidades cometidas durante las dictaduras latinoamericanas.

Calloni acaba de ganar el premio Samuel Chavkin para periodismo de investigación en Latinoamérica 2001, otorgado bajo los auspicios de la revista NACLA Report on the Americas, publicada por el Congreso Norteamericano sobre América Latina. Entre los fundamentos para otogar este premio, se citan sus reportajes desde Sudamérica y sobre todo "por su investigación valiente de la Operación Cóndor".

La periodista considera que el libro Operación Cóndor que hoy presenta "es sólo la punta del iceberg", pues en cada país que integró este esquema de coordinación represiva "están surgiendo y van a surgir más libros sobre Cóndor, y todos ellos integrarán un gran trabajo colectivo".

Calloni, por lo tanto, llamó a "desactivar las vanidades que a veces atraviesan al mundo periodístico" para que se reúnan todas las investigaciones que logren, algún día, "cerrar esta tragedia mediante la reconstrucción de la memoria histórica".

Calloni aseguró que la idea de llevar adelante esta investigación surgió a partir del asesinato de monseñor Oscar Arnulfo Romero, ocurrido en El Salvador en marzo de 1980, un caso que la marcó especialmente, ya que mantuvo una relación estrecha con el prelado a raíz de una serie de entrevistas en el país centroamericano, en el contexto de la guerra que se desarrollaba.

Para Calloni este asesinato tuvo un modus operandi similar al empleado cuatro años antes, cuando el ex ministro chileno allendista Orlando Letelier fue ultimado en Washington, junto con su secretaria estadunidense Ronni Moffit, en septiembre de 1976.

En este último asesinato estuvieron involucrados los cubanos anticastristas Virgilio Paz y Dionisio Suárez, que resultaron implicados también por varios medios en el crimen de monseñor Romero. Estos asesinatos y otros en el marco de las dictaduras latinoamericanas parecían estar amparados por la impunidad y la complicidad, sostiene Calloni. calloni_stella13

Ya en la segunda mitad de la década de los 70, dice, en los círculos de los exiliados políticos de las dictaduras se hablaba de la Operación Cóndor, y se hacía el símil entre esta coordinación entre regímenes militares con una operación que recibió en nombre de Fénix (Phoenix) que tuvo lugar en Asia y que fue organizada por Estados Unidos, a través de funcionarios como William Colby, quien a la postre fue director de la CIA.

Otra semilla del libro que hoy presenta Ediciones de La Jornada fue el caso de Gladys Mellinger de Sannemann, médica política paraguaya secuestrada en 1976 en Misiones, Argentina, y entregada a la dictadura del general Alfredo Stroessner. Tras permanecer en el campo de concentración de Emboscada en Paraguay, fue trasladada a la siniestra Escuela de Mecánica de la Armada, en Argentina, (ESMA), de donde fue rescatada gracias a la presión del gobierno alemán.

Mellinger fue una de las primeras víctimas que denunció la Operación Cóndor, y pudo brinadr testimonio de compañeros de cautiverio que provenían de otros países, y quienes también fueron víctimas del esquema de represión entre las dictaduras del Cono Sur.

En 1992, recuerda Calloni, se descubren los Archivos del Terror Paraguay, en los que consta cómo prisioneros políticos de las dictaduras fueron entregados de un país a otro. En Paraguay, Calloni encontró evidencias, por ejemplo, de dos encuentros en 1974 entre Augusto Pinochet y Stroessner. También aparecieron documentos sobre varias reuniones entre los jefes militares y de inteligencia, de 1975 a 1978, para establecer una coordinación organizada entre todas las dictaduras de la región. Uno de los convocantes a estos encuentros donde se tejían estrategias de muerte fue el general Manuel Contreras, jefe de la ahora disuelta Dirección de Inteligencia (la temible policía política pinochetista), considerado el Cóndor número Uno.

Al parecer, Paraguay, escenario de una dictadura que duró 35 años, resultó el terreno idóneo para llevar a cabo operaciones encubiertas de la CIA para favorecer a las dictaduras sudamericanas.

Así lo que comenzó como un trabajo de investigación para La Jornada, empezó a crecer con más datos y testimonios sobre la coordinación represiva. La investigación se iba ampliando y tomando forma, cada vez más información surgía a la luz, lo que aunado al trabajo de grupos humanitarios permitió que la realidad de la Operación Cóndor emergiera de la oscuridad.

Calloni reunió además trabajos de investigación sobre el tema que habían sido publicados de manera aislada, con la idea de integrarlos a la investigación que llevaba a cabo, y que a la fecha ha reunido más de 2 mil páginas de documentación.

La autora de Operación Cóndor, Pacto Criminal, afirma que su principal intención fue la de concluir un libro en el que se evitó novelar, si bien narra los casos más emblemáticos de esta cadena de crímenes, y que incluyera fuentes bibliográficas, hemerográficas, e incluso, documentos desclasificados, de manera tal que la justicia o cualquiera interesado en recurrir a estas pruebas de las atrocidades pueda localizar fácilmente estas fuentes.

Calloni, de hecho, ha declarado ya en varios juicios que se siguen a implicados en la Operación Cóndor, por estar tan familiarizada con las investigaciones sobre el tema. A todos aquellos que se encargaron de investigar y documentar la verdad, la autora dedica su libro.

Operación Cóndor, Pacto Criminal se presenta este jueves a las siete de la noche en la Casa de la Cultura Jesús Reyes Heroles, ubicada en Francisco Sosa 202, Barrio de Santa Catarina, Coyoacán.