JUEVES Ť 5 Ť ABRIL Ť 2001
Ť Cervantes Aguirre concentró indebidamente información de inteligencia, dice
Espero que me absuelva la justicia militar para retornar al Ejército: coronel Pablo Castellanos
Ť La seguridad nacional, condición que debe darse para el desarrollo del país
JESUS ARANDA
Convencido de su inocencia y con la esperanza de ser readmitido en el Ejército, el coronel Pablo Castellanos García señala que su "error", por el que fue acusado y procesado "con saña" por la Secretaría de la Defensa Nacional, fue que Pedro Cervantes Aguirre, hermano del ex titular de la Sedena, vio en su poder unas tarjetas de inteligencia que hacían alusión a los vínculos entre militares y narcotraficantes y tenían el nombre de "Pedro", y al sentirse aludido o creer que era investigado, se inició el mecanismo por el cual fue procesado por la justicia castrense.
Entrevistado por La Jornada durante su breve estancia en la capital del país, el especialista en seguridad considera que es necesario crear un centro de inteligencia nacional en el que los órganos en la materia de otras instituciones, como el Ejército, la Armada, la Procuraduría General de la República y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), le entreguen su información para que éste la haga llegar a un consejo de seguridad nacional, que a su vez tome las medidas pertinentes.
Revela que en la administración del general Enrique Cervantes Aguirre éste concentró indebidamente la información de inteligencia del Ejército en su secretaría particular y en un organismo denominado Centro de Información Antinarcóticos (CIAN), lo que le permitió utilizar discrecionalmente los datos recabados por los órganos de inteligencia del Ejército.
Acerca del uso que se debe dar a la información, Castellanos explica que es necesario que se den las condiciones para que la menaje totalmente el centro de inteligencia nacional, pero de manera "institucional", no "personal", como lo pretendió hacer en su momento José Córdoba Montoya, el consejero de Carlos Salinas de Gortari.
El alzamiento zapatista, problema de seguridad nacional
Recluido desde 1997 -acusado de haber revelado información a una revista semanal-, y después de haber alcanzado la libertad bajo caución por medio de un amparo, el ex jefe de la Sección Segunda (inteligencia) del Estado Mayor de la Defensa Nacional (1983-1988) y ex encargado del curso de maestría de seguridad nacional del Colegio de la Defensa, dice que el alzamiento zapatista sí es un problema de seguridad nacional, y asegura que la falta de atención a la pobreza fue lo que orilló a los zapatistas a exigir que se atendieran sus demandas.
Con una carrera de casi 30 años en el Ejército, Castellanos comenta que le causan extrañeza las diferencias tan grandes que existen entre coroneles como él, que no tienen ni siquiera casa propia y poseen un carrito, y otros como Pedro Cervantes Aguirre, que poseen hasta tres autos de lujo, con chofer, y un penthouse en La Herradura, "cuando los dos ganamos lo mismo".
Recuerda que el problema en que se vio implicado empezó cuando Pedro Cervantes vio las tarjetas de inteligencia -que datan de 1980, aproximadamente- en su poder, y se sintió "aludido" o creyó que era investigado. Las tarjetas tenían que ver con el narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, pero la guía era el nombre "Pedro".
Afirma que su caso fue tratado con saña y el 29 de noviembre pasado el Supremo Tribunal confirmó su sentencia condenatoria, a dos días de que Enrique Cervantes Aguirre y el ex procurador militar Rafael Macedo de la Concha dejaran sus cargos. Dice que "seguramente" éstos tenían miedo de que diera a conocer información confidencial delicada -en ese tiempo se habló mucho de vínculos de narcos con militares-, pero eso nunca sucedió.
Acerca de la seguridad nacional, considera que es una condición que debe darse para lograr el desarrollo del país, y decir una condición significa que participamos todos para lograr esa situación, ese estado. La seguridad nacional no es privativa de las fuerzas armadas, "es sentirse a gusto, sentirse contento".
-ƑPor qué se le ha dado otra connotación a la seguridad nacional?
-No hay ninguna razón para manejarla así. Seguridad nacional implica desarrollo, condición para lograr el desarrollo del país. Si tú estás seguro, trabajas, desarrollas, produces. No es concepto de seguridad tomar las armas. Marcos es un problema de seguridad nacional. ƑPor qué?, porque a los zapatistas les faltan educación, hospitales, mercados, les faltan los servicios públicos indispensables. šNo los tienen! Yo estuve en Chiapas, fui el primer hombre que estableció la base de operaciones de La Garrucha y Patihuitz, ahí agarramos un campamento de Marcos el 14 de febrero de 1995. Me quedé ahí con mi batallón y te sorprendes de ver a esa gente. Es un problema de seguridad nacional porque ahí están fallando todas las secretarías de Estado, los organismos encargados del crecimiento del país.
El levantamiento en Chiapas, reclamo de justicia
-Entonces, Ƒel levantamiento armado en sí no es tanto un problema de seguridad nacional?
-El levantamiento es la forma como ellos están pidiendo que se les atienda, que se les dé esa seguridad. Por qué los banqueros no se levantan en armas, por qué los industriales y la gente que tiene dinero tampoco. Porque ellos sí tienen seguridad; se enferman y se van a Houston, les roban un carro y se compran dos, sus casas están resguardadas. Pero no es responsable el Ejército, todos somos responsables de la seguridad nacional.
-ƑCuál debe ser el rol de la inteligencia?
-Como se hizo en Chiapas, incluso se le informó al presidente Salinas de la existencia de un grupo guerrillero desde 1981. Yo fui parte del equipo que elaboró el Sistema de Inteligencia Militar en la Sección Quinta de Estado Mayor de la Defensa Nacional. En esa época nos tocó el problema de los refugiados guatemaltecos en la frontera con México, había como 50 mil. Ahí se manifiesta el problema, porque se vio que pasaban los guerrilleros de Guatemala a Chiapas y se encontraron buzones en donde había propaganda, equipos de radio, etcétera, pero eso no era tanto, sino que aquí se comenzaba a dar adiestramiento. Ahí es donde entra inteligencia y fue cuando se le informó al ex presidente Salinas de la situación.
-En las actuales condiciones del país, Ƒes correcto que cada dependencia (Ejército, Armada, Cisen, Gobernación, PGR, PFP) mantenga sus órganos de inteligencia?
-No, porque al existir varios entes no hay quien los controle; lo intentó Córdoba Montoya, pero se trata de que no se haga para fines personales y uso exclusivo de ellos, porque la información es poder.
"Debe haber un consejo de seguridad nacional, que existe en México, al menos en el papel, aquí se le llama gabinete de seguridad, pero ese consejo debe tener anexo un centro nacional de inteligencia, y tener como agencias, a los órganos en la materia del Ejército, de la Marina, etcétera. Pero el consejo nacional debe controlar la información e impedir que llegue a un órgano y se quede ahí para que éste la use y la explote, que es el último paso de la inteligencia, la explotación o la difusión, en su caso.
"La información debe llegar al consejo y una tarea de éste es difundirla arriba, abajo, a los lados, a todo el que le sirva.
"ƑQué pasa ahora?, con el actual esquema la información está en poder, por poner un ejemplo, del Ejército, la Armada o el Cisen y ahí la tienen, ahí se queda. Mi propuesta es que llegue al consejo y es posible que la información que produce el Ejército le puede servir a otra dependencia.
"No estoy hablando de una situación de guerra, sino de seguridad nacional. Si hay un grupo de campesinos protestando, qué se hace, pues que se le informe a la dependencia adecuada para que actúe y les atienda, ya que si no tienen que comer se irán de braceros, se van a robar o a prostituir, vendrán a México en busca de alimento y Ƒqué van a hacer en el área conurbada?"
-ƑQué viene hacia delante?
-Veo incierto mi futuro. Si nos apegamos a derecho y no mete mano negra nadie, como ocurre en mi caso, el delito de ejercicio indebido de servicio público debe desaparecer, porque es el mismo delito y me juzgan por dos leyes, y la infracción de deberes militares es según la jerarquía, cargo o comisión, pero cuando se me abrió la causa, en octubre de 1997, yo estaba en proceso y los militares que están sujetos a proceso no tienen cargo ni comisión.
"Entonces, mi esperanza es que se actúe conforme a derecho, que salga yo absuelto y pueda regresar a las fuerzas armadas. No tengo nada contra el Ejército o la institución, estoy orgulloso de ser soldado y no tengo más que esperar la resolución de civiles que van a decidir mi carrera militar. Parece una paradoja, pero así es", concluye el militar antes de retornar a Guadalajara, Jalisco, donde debe firmar cada semana para mantener la libertad bajo caución, a pesar de que él y su familia tienen su residencia en el Distrito Federal.