JUEVES Ť 5 Ť ABRIL Ť 2001
Ť La pregunta sólo radica en cómo pasará, dice el funcionario ante ONG estadunidenses
Se aprobará en breve la ley Cocopa: Creel
Ť Elogian las agrupaciones la actuación del gobierno foxista en el conflicto de Chiapas
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 4 de abril. El secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, declaró hoy que el gobierno y el Ejército de México están comprometidos a resolver el conflicto en Chiapas y creen que el Congreso aprobará los acuerdos de San Andrés en las próximas semanas.
"Lo primero en la agenda es iniciar el diálogo", indicó Creel en una reunión con representantes de las principales organizaciones de derechos humanos en la capital estadunidense. "Una vez cumplidas las condiciones -liberación de los prisioneros, abandono de las bases militares, y las reformas constitucionales- entonces esperamos que el diálogo logre la paz, pero también los derechos de los pueblos indígenas".
Creel y el canciller Jorge G. Castañeda, quienes están aquí para reunirse con altos funcionarios del gobierno de George W. Bush, solicitaron un encuentro con ONG dedicadas a asuntos de derechos humanos, medio ambiente y protección de inmigrantes.
Las tres señales exigidas por el EZLN
El titular de Gobernación presentó un informe sobre el avance del proceso de negociaciones en Chiapas, pero la mayoría de las ONG parecía estar más interesada en discutir temas de presos políticos, reformas legales y convenios internacionales de derechos humanos; no obstante, los representantes del gobierno de Vicente Fox mostraron su intención de dedicar gran parte de la sesión al asunto de la negociación con el EZLN.
"Los militares jugaron un papel clave para dar el primer paso que lleve a la solución del problema de Chiapas... gozamos de su pleno apoyo en torno al abandono de los siete sitios en Chiapas", informó Creel Miranda.
Agregó que a fin de reiniciar el diálogo de paz, el gobierno federal también está procediendo a cumplir con las otras condiciones solicitadas por el EZLN, al liberar a los prisioneros zapatistas que están bajo su jurisdicción, y trabajando para excarcelar a otros que se encuentran bajo la autoridad de gobiernos estatales.
Respecto a la tercera condición, el secretario Creel considera que en el Congreso existe disposición para aprobar los acuerdos de San Andrés. "Hemos escuchado comentarios muy positivos de legisladores en todos los partidos", explicó. "Yo estuve en el Congreso el viernes y no detecté ningún comentario en el sentido de que la reforma no será aprobada. Quizá la pregunta es cómo pasará. No si va a pasar o no".
Tras indicar que los senadores y diputados tienen la última palabra para definir la legislación final, el responsable de la política interna mexicana insistió en que "la iniciativa podría ser aprobada en las próximas semanas". Es otra prueba de que, más que nada, México está cambiando. "Las cosas están muy diferentes de como estaban en el pasado", argumentó.
Los comentarios de Creel y Castañeda fueron recibidos con elogios sin precedentes por parte de las ONG presentes. "Estamos sumamente satisfechos con la política (del gobierno de Fox), tanto la exterior como la interna", declaró José Miguel Vivanco, integrante de Human Rights Watch.
Un representante de la organización World Wildlife Fund hizo una manifestación de aprecio por "la increíble revolución y la serie de cambios que ocurren en México".
De hecho, las presentaciones de ambos funcionarios gubernamentales parecieron dejar desarmados a los activistas y críticos convocados, los cuales en el pasado estaban más acostumbrados a sostener enfrentamientos verbales con los gobiernos de México.
Un integrante de Amnistía Internacional tocó el caso del general Miguel Angel Gallardo, y Creel salió al paso y respondió que la actual administración no sólo lo está examinando, sino que ha nombrado a un abogado especial para investigar varios casos más de prisioneros en estados como Michoacán, Oaxaca y Guerrero.
Eric Olson, analista de la Washington Office on Latin America, insistió en que es apropiado que los grupos se expresen de esta manera con el gobierno mexicano. "No son el enemigo". Pero Olson advirtió que esto no significa que las ONG no serán críticas. "Hay problemas serios" en el rubro de los derechos humanos en México, y agregó que las ONG entienden que su papel es evaluar las acciones, más allá de declaraciones del gobierno. "El tiempo podría estarse acabando. Aún no, pero podría estar por acabarse".