DOMINGO Ť Ť ABRIL Ť 2001

Ť Los banqueros privilegiaron al sector servicios

La reforma estructural en el campo fracasó; financiamiento de 4.9%: BID

HUMBERTO ORTIZ MORENO

La reforma estructural en el campo ha fracasado y la restricción del financiamiento ya adquirió "dimensiones críticas", pues de 1991 a 1997 del flujo del total del empréstito anual canalizado por la banca comercial y de desarrollo sólo 4.9 por ciento se orientó al sector agropecuario, mientras que al industrial el 22.4 por ciento, vivienda 27.5 por ciento y a los servicios el 28.7 por ciento.

El director técnico del Fondo Acción para Proyectos Productivos conjuntos Banamex-Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Adalberto Méndez Alfaro, aseveró que hoy la mejor manera de remontar las condiciones de pobreza de 2.5 millones de habitantes en marginación extrema no es con el subsidio directo, sino con la posibilidad de que los grupos campesinos e indígenas sean promotores de su propio desarrollo.

De no concretarse lo anterior, advirtió, y minimizarse los riesgos para reactivar el financiamiento a un sector cada vez más marginado, seguirá creciendo la brecha en el desarrollo sectorial y regional.

Expuso que el hueco que dejaron la banca comercial y de desarrollo ha tenido que ser cubierto marginalmente y a mayor costo por proveedores, clientes, fuentes financieras no formales y organizaciones no gubernamentales, afectando seriamente a las actividades primarias y el segmento de pequeños productores.

Además, las reformas estructurales y legales recientes, en especial la aplicada al artículo 127 constitucional, han fracasado y por ello los fondos y organismos financieros han tenido que hacer un nuevo alto en sus programas de crédito por los riesgos latentes de una nueva crisis, remarcó.

El alto ejecutivo bancario consideró imperativo romper inercias y realizar evaluaciones periódicas de las estrategias que siguen cada institución financiera para retroalimentarse de las experiencias y mejorar sus políticas de participación.

Se manifestó por evitar la dispersión y concentrarse en regiones, actividades, nichos de mercado, fases del proceso productivo y organizaciones que tengan viabilidad, y subrayó la necesidad de realizar análisis exigentes de la rentabilidad técnica, económica y financiera de los proyectos y de los acreditados. "Los proyectos de los grupos campesinos de bajo nivel de desarrollo no deben ser la excepción, debe recordarse que el mercado no diferencia si un producto proviene de un gran empresario; todos compiten con calidad, precio, constancia y servicio", concluyó.