domingo Ť 1Ɔ Ť abril Ť 2001
José Agustín Ortiz Pinchetti
La capital compleja, grandiosa, Ƒgobernable?
Algún amigo me ha preguntado si después de 100 días de colaborar con el Gobierno del Distrito Federal han cambiado mis ideas sobre nuestra ciudad. ƑQué es hoy la capital? ƑCuál es su principal característica? ƑEs gobernable? Me apoyaré en mis propias reflexiones y en lo que he conversado con mis amigos: con Jorge Legorrteta, Guillermo Tovar... Yo creí que conocía mi ciudad. Debo reconocer que mis ideas previas están cambiando rápidamente.
ƑQué es? Deberíamos observarla a una altura casi estratosférica. Se puede leer en el mapa de la alta cuenca donde está ubicada. No es una ciudad con contornos precisos, es una mancha de poblamiento semejante a una amiba. En el curso de los últimos 70 años ha perdido el carácter neto con el que se refleja en las luminosas pinturas de principios de siglo.
Si comparamos el mapa actual con los mapas de décadas anteriores, nos damos cuenta de que el conjunto avanza, decrece, se expande. No sólo desborda el perímetro inicial de la ciudad de 1930. Ha invadido los espacios agrícolas. Se extiende hasta las serranías que cierran la cuenca. Esta mancha dinámica se asocia inevitablemente con otras cada vez más grandes y que van creando redes con la capital. Estas ciudades expansivas gravitan en torno de México y la complementan. México es el corazón de una ciudad-estado. Esta fue su vocación desde que se llamaba México Tenochtitlán. Después de la conquista continuó expandiéndose hasta dominar el territorio que llamamos Mesoamérica y penetró en las extremaduras norteñas. México es una de las pocas naciones que lleva como nombre el de su capital.
La característica de la capital es su grandeza, exaltada desde el esplendor azteca. Los propios conquistadores la equipararon con las ciudades de las novelas de caballería. El tema de la grandeza aparece en los poetas, viajeros, escritores testigos durante 400 años. Hoy su grandeza es su complejidad. Si uno hiciera un recorrido en helicóptero sobre ella vería los núcleos arcaicos que conservan las costosas instalaciones que le permiten funcionar. La fuerte influencia norteamericana, la amplia zona de desarrollo reciente. Las imágenes visuales se ensamblan y se contradicen con otras imágenes. Una galaxia urbana imposible de entender, sintetizar, definir.
No hay forma de ocultar sus carencias también grandiosas. Dilatados y grises barrios, asiento de las oleadas de campesinos que han escapado por millones de sus territorios, barrios y colonias mediocres. Poblamientos de lo que fueron ríos, canales y lagos. De noche sus destellos son los más intensos y extensos en América Latina. Esta capital de 9 millones de habitantes creciendo y construyéndose, poblándose y despoblándose implica un problema político mayúsculo. ƑCómo un gobierno con recursos decrecientes puede mantener la gobernabilidad sobre una sociedad urbana que ha sufrido decadencia económica durante los últimos 30 años? La capital se enjuta, pero crecen otras ciudades que la acompañan en la región y sus problemas y carencias afectan a la capital.
La inseguridad es una maldición para una generación completa de capitalinos. Millones han vivido su infancia y adolescencia bajo la amenaza sombría de la delincuencia, que en alguna medida se anida en las propias redes policiacas. Se requerirán años y un esfuerzo titánico para garantizar la condición básica de la vida civilizada: la seguridad de las personas y de sus propiedades.
Pero la capital es gobernable. Y no lo es por un enorme aparato de poder, sino por la autodisciplina de sus habitantes. Una cultura de respeto espontáneo a las autoridades. Predomina el autogobierno. La gente se mantiene cohesionada por la voluntad de vivir en común y de vivir bien. Algunos extranjeros se asombran de la "resignación" de nuestro pueblo ante los malos tiempos y la fluidez del cambio político. Les llama la atención la cordialidad y el buen humor, la laboriosidad, el ingenio, la capacidad para disfrutar la vida, y sobre todo la nobleza de los capitalinos. "Un pueblo que espera ser convocado para cosas grandes". El enemigo de todo esto es la perversidad, la de los enemigos agazapados que esperan su oportunidad para dañar, destruir para desgobernar la capital. Ť