Ť Dará el CNCA a conocer el programa de cultura cuando se presente el plan nacional
El IVA a libros, ''decisión ya tomada que nos entristece'': Sara Bermúdez
Ť ''Muy claro y sencillo'', el proyecto general de gravámenes de Gil Díaz, dice la funcionaria
Ť De prosperar la reforma fiscal, la recaudación sería escasa, asegura el presidente de la Caniem
RENATO RAVELO
La titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Sara Guadalupe Bermúdez, sostuvo que dará a conocer el programa de cultura cuando se presente el plan nacional.
Respecto de la reforma fiscal que gravaría los libros, la funcionaria expresó que, cuando conoció el proyecto general que le presentó Francisco Gil, le ''impresionó mucho por su sencillez y claridad'' y creyó ''que eso era algo que iban a aplaudir mucho los ciudadanos''.
Agregó que aunque esa propuesta legislativa ''es
una decisión que ya está tomada'' y que la hace ''sentir
muy triste'', dijo que estaría
dispuesta a formar parte de un eventual movimiento en contra de esa iniciativa.
¿Sencillez y claridad?
Al término de la conferencia de prensa sobre patrimonio, el tema obligado se abordó con la titular del CNCA, quien inicialmente sostuvo: ''Creo que obviamente ellos (SHCP) han considerado todo. Son expertos en esa materia. Lo de fomento a la lectura nosotros presentamos todo, lo hablé con el doctor Sarukhán, con el doctor Reyes Tamez. Peleamos nuestra posición de manera dura. Mi reacción es que estoy triste".
Bermúdez sostuvo: ''Los tres de una manera contundente les dijimos que no era algo con lo que estuviéramos de acuerdo, pero era una decisión que ya se había tomado. Esto sí nos causó tristeza, pero el proyecto general que nos presentó Paco Gil, también nos impresionó mucho, ¡de una sencillez, de una claridad! Yo misma en ese momento le dije que yo, que no soy una gran experta en el tema, me había quedado clarísimo y que pensaba que era algo que iban a aplaudir mucho los ciudadanos. Lo que sí respetaron fue la exención a los autores. Había sido una de las promesas de campaña. Lo del libro nos dijeron que era una decisión que ya estaba tomada".
--Pero aún no se aprueba en la Cámara de Diputados
--Bueno, sí, pero me refiero a que ya está tomada la decisión para ser sometida a la Cámara de Diputados. Pero por lo menos les dijimos que era algo que no iba a tener aceptación.
--¿Hay acercamiento con la Caniem?
--Por supuesto, ustedes supieron que estuvimos con ellos hace dos semanas y nos tratamos desde la época de la campaña.
--¿Consideras que la presión pública puede influir?
--Ojalá. ¿Qué no fue el señor presidente Fox hace 12 o 13 años, cuando se cambió la Constitución, a pedir el apoyo de los intelectuales y los artistas y lo logró?
--Francisco Gil fue responsable de suprimir la exención que apoyaba a los creadores en 1992, en aquel momento Gabriel Zaid emprendió una campaña pública que, sobre una decisión ya tomada en el congreso, hizo que el presidente diera marcha atrás, ¿apoyarías algo así desde el CNCA?
--Yo lo apoyaría, el consejo está aquí para servir a los creadores, a la sociedad civil, a los intelectuales y los artistas. Por supuesto que para mí es importantísimo que se apoye el fomento a la lectura en estos momentos. También lo es para el secretario de Educación y para el doctor Sarukhán, que de manera elocuente se opuso ante el gabinete.
Se le preguntó entonces sobre la fecha en que se dará a conocer el programa de cultura y sostuvo que hasta que se presente el plan nacional. Respecto de los temas pendientes en legislación adelantó: ''Después de Semana Santa, vamos a analizar las legislaciones pendientes, la del mecenazgo, la ley de cultura.
''Después de Semana Santa, el proyecto de secretaría de cultura puede pasar al Congreso y eso puede tardar uno o dos años, pero parece que la sociedad, los creadores, quieren una secretaría de cultura."
Finalmente, se le comentó, en relación a la broma que circulaba (''A la titular del CNCA le dicen Semana Santa, porque no se sabe si cae en marzo o abril"), llegó a Semana Santa: Bermúdez se sonrojo, sonrió y ensayó una contestación inarticulada, pero con esa cándida tranquilidad de quien ha ido dejando en el camino colaboradores y asesores, mientras abandonaba el salón de la conferencia.
De bajo perfil, la actividad editorial en México
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial, Antonio Ruano Fernández, explicó que sería muy poco lo que se recaudaría con la aplicación del impuesto al valor agregado (IVA) a los libros y que, aproximadamente, la industria editorial se vería afectada, al menos, por un incremento de 20 por ciento, aunque eso aún estaría pendiente de estudiarse.
Recientemente el titular de la Caniem, durante una participación en un foro editorial, sostuvo: ''Nuestra industria desafortunadamente está clasificada como de bajo perfil, según parámetros económicos, puesto que representa menos de 0.31 por ciento del producto interno bruto manufacturero en 1998". Ahora ese rasgo se convierte en argumento: el beneficio económico que obtendría la Secretaría de Hacienda y Crédito Público sería menor en comparación con el daño a la educación, la cultura.
Las autoridades hacendarias, de acuerdo con el relato de Ruano Fernández, no lo ven así: ''Hace más de un mes que acudimos con el secretario Gil. Nos remitió con la vocera de la Secretaría de Hacienda, Patricia Quezada, quien nos dijo que el señor secretario estaba muy ocupado. Le hicimos saber que nuestra producción ha bajado en los últimos seis años.
''No sería justo que se dejara de apoyar a la industria y se gravara a lectores y estudiantes del país con un impuesto que traería muy malas consecuencias.''
''Luego nos recibió el subsecretario de Ingresos, Rubén Aguirre. Otro día Valentín Villa, director de Política de Ingresos, amablemente nos dijo que los libros tendrían impuesto y el apoyo a la industria se eliminaba. La Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, en contraste, ha escuchado el proyecto de reformas a la actual ley de fomento a la lectura."
Ruano Fernández recuerda: ''Cuando (Gil Díaz) era subsecretario de Ingresos nos quitó en 1992 las bases de retribución a la que estábamos acogidos. A esto se suma la competencia desigual con el Estado, como editor de 60 por ciento de libros. Desde 1996 oscilamos los privados entre 118 a 120 millones de libros, el gobierno edita 160 millones". del producto interno bruto manufacturero en 1998". Ahora ese rasgo se convierte en argumento: el beneficio económico que obtendría la Secretaría de Hacienda y Crédito Público sería menor en comparación con el daño a la educación, la cultura.
Las autoridades hacendarias, de acuerdo con el relato de Ruano Fernández, no lo ven así: ''Hace más de un mes que acudimos con el secretario Gil. Nos remitió con la vocera de la Secretaría de Hacienda, Patricia Quezada, quien nos dijo que el señor secretario estaba muy ocupado. Le hicimos saber que nuestra producción ha bajado en los últimos seis años.
''No sería justo que se dejara de apoyar a la industria y se gravara a lectores y estudiantes del país con un impuesto que traería muy malas consecuencias.''
''Luego nos recibió el subsecretario de Ingresos, Rubén Aguirre. Otro día Valentín Villa, director de Política de Ingresos, amablemente nos dijo que los libros tendrían impuesto y el apoyo a la industria se eliminaba. La Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, en contraste, ha escuchado el proyecto de reformas a la actual ley de fomento a la lectura."
Ruano Fernández recuerda: ''Cuando (Gil Díaz) era subsecretario de Ingresos nos quitó en 1992 las bases de retribución a la que estábamos acogidos. A esto se suma la competencia desigual con el Estado, como editor de 60 por ciento de libros. Desde 1996 oscilamos los privados entre 118 a 120 millones de libros, el gobierno edita 160 millones".