SABADO Ť 31 Ť MARZO Ť 2001

Ť En el futuro el peso podría estar sujeto a "una canasta de monedas", dice

Argentina no abandonará la dolarización ni habrá devaluación, afirma Domingo Cavallo

Ť Cree 58% de la población que el ministro de Economía puede sacar al país de la crisis

AFP, AP, REUTERS Y DPA

Buenos Aires, 30 de marzo. Argentina no abandonará su sistema de convertibilidad que permite usar sin restricciones pesos o dólares, así como tampoco habrá ningún salto devaluatorio, sostuvo este viernes el ministro de Economía, el conservador Domingo Cavallo, tras reiterar su idea de que en el futuro el peso podría estar sujeto a "una canasta de monedas".

En este contexto, 58 por ciento de los argentinos considera que el nuevo ministro de Economía puede sacar al país de la crisis en la que se encuentra inmerso desde hace 33 meses, y 72 por ciento aprueba su convocatoria al gabinete, según una en-cuesta de opinión de Gallup que publicó el periódico La Nación.

Sin embargo, la representante de la organización humanitaria Madres de la Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Laura Bonaparte, acusó en Bruselas a Cavallo de ser "cómplice del genocidio" cometido durante la última dictadura militar que gobernó Ar-gentina entre 1976 y 1983.

Durante la presentación de su libro Pa-sión por Crear, el ministro de Economía aseguró que en un futuro no tan lejano la cotización del peso estará supeditada a las variaciones de una canasta de monedas, integrada por el dólar, el euro, el yen y otras divisas fuertes.

En Argentina rige la convertibilidad --un peso igual a un dólar-- desde 1991, cuando Cavallo era también titular de la cartera durante el gobierno del peronista Carlos Menem, e impulsó la ley con el objetivo de abatir la hiperinflación.

"En el futuro puede ser mejor tener un respaldo en dólares, en euros y en otras monedas y el peso tener su valor fijo, pero en relación a ellas. Esto sería todo lo contrario de una devaluación", sostuvo.

La experiencia mexicana

Al presentar su obra, en la que afirma que "habrá convertibilidad para siempre, Cavallo afirmó que el peso igualado al dólar es-tadunidense presta buenos servicios co-merciales internos y externos, pero en el futuro de Argentina no está en más dolarización sino en más utilización de las monedas que pueden ayudar al mejor funcionamiento de la economía y a estar mejor co-nectado con el mundo.

Para cerrar su teoría sobre el futuro mo-netario de la región, el ministro de Economía, que efectuará un viaje a Estados Unidos y Canadá el próximo lunes, dijo que en 10 y 15 años, y si se logra convencer a Brasil y Chile, se podría ampliar su esquema monetario a toda Sudamérica.

Una hora antes, el viceministro de Economía, Daniel Marx, afirmó que como tendencia se buscará mejorar el crédito tal co-mo lo hizo México, y de esa manera las ta-sas deberían disminuir a 8 por ciento.

El presidente Fernando del Rúa manifestó su satisfacción por las nuevas medidas económicas y el explícito respaldo que re-cibió de distintos sectores que acudieron a su llamado de unidad nacional.

Las medidas apuntan a respaldar la solvencia fiscal y promover la competitividad para reactivar la economía, ratificó el presidente al término de reuniones que mantuvo con distintos gobernadores provinciales y con su ex vicepresidente Carlos Chacho Al-varez, quien advirtió un "ánimo distinto que genera un clima favorable para cerrar un ciclo recesivo de 33 meses".

Pero pese a este ambiente de confianza que se respira para sacar de la crisis a Ar-gentina, Bonaparte, la representante de Ma-dres de la Plaza de Mayo-Línea Fundadora, afirmó en el Parlamento Europeo que su país está sufriendo un momento muy grave al haberse nombrado a un cómplice del ge-nocidio en el actual gabinete argentino, en referencia a Cavallo, a quien acusó de cómplice de la dictadura argentina, pues fue subsecretario del Interior en 1981 y presidente del Banco Central en 1982.

En otro orden de cosas, el ministro de la Corte Suprema de Argentina, Enrique Pe-tracchi, solicitó ser investigado a raíz de una denuncia que lo vincula con el supuesto cobro de medio millón de dólares para favorecer a empresas telefónicas en una modificación de tarifas.