VIERNES Ť 30 Ť MARZO Ť 2001

Ť Busca Hacienda que se supriman exenciones a esa industria

Sería ''desastroso'' aplicar el IVA a libros: editores

Ť Habrá manifestación silenciosa de autores y libreros ante esa secretaría

Ť Sin un pueblo educado, no habrá progreso: Beatriz Zavala Peniche

RENATO RAVELO

La aplicación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a los libros, así como la eliminación de 50 por ciento de exención fiscal del Impuesto Sobre Producto de la Renta al sector editorial, tal y como lo plantea el proyecto que se estudia en el Congreso de la Unión, sería ''desastroso'' para la industria, la cual apenas iba en recuperación de la crisis de 1995, además de que demuestra una falta de sensibilidad por parte del Ejecutivo Federal, que debiera asumir la educación feria-libro-infantil-1-jpgcomo una de las riquezas nacionales, coinciden editores mexicanos.

A causa de esto el próximo 6 de abril al mediodía lectores, autores y editores realizarán una manifestación pacífica frente al edificio de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para regalarle al secretario del ramo Francisco Gil Díaz un ejemplar del libro favorito de cada uno de los manifestantes, en señal de protesta.

Inconveniente, gravar la lectura

La ex diputada panista Beatriz Zavala, quien fue la principal promotora de la Ley de Fomento a la Lectura durante la legislatura pasada, consideró que el libro debiera estar incluido en la canasta básica: ''Mientras no tengamos un pueblo educado, no tendremos un pueblo que progrese''.

De acuerdo con cifras de la Cámara Nacional de la Industria Editorial, correspondientes a 1999, señalaban una producción de 18 mil títulos. Cabe recordar que al año siguiente de la crisis, en 1996, la cantidad de títulos cayó hasta los 11 mil 762. Con base en cifras dadas a conocer por Antonio Ruano Fernández, presidente de la Caniem, se estima que en México existe un promedio de lectura de 2.8 libros por mexicano anualmente, lo que nos ubica en el penúltimo lugar de 108 países de su mismo nivel económico.

Editorial Era, al respecto, manifiesta: ''Aplicar el IVA a los libros tanto como a alimentos y medicinas tendrá efectos catastróficos. Los libros ya son demasiado caros como efecto vicioso de la reducción del público lector. Este aumento repentino de precios no hará sino restringir aún más ese público. Que el Estado en vez de financiar la lectura decida gravarla, cobrar por cada libro adquirido, es un contrasentido en un país como el nuestro''.

Educación, meollo del problema

Para Zavala, el libro ''debería tener tasa cero para que los libreros puedan descontar el IVA (15 por ciento), así como quien carga con el costo del impuesto. El librero paga en otros productos y servicios el impuesto. Lo que tratamos cuando se impulsó la original ley es que tuviera tasa cero. Creo que no es en nada favorable que se aplique el IVA, no estaría de acuerdo. En la Legislatura 57 mencioné que el libro debía ser parte de la canasta básica mexicana. Mientras no tengamos un pueblo educado no tendremos un pueblo que progrese''.

A título personal, porque la posición de la editorial se la reserva a Fernando Trillas, Alfonso Alfaro, con cuatro décadas de trabajo en esa industria manifiesta: ''Hay menos librerías en todo México, que las que tiene una ciudad como Barcelona. Estamos hablando de librerías que compran todo el año, no las papelerías o farmacias que en temporada escolar venden libros de texto''.

El fondo de la cuestión, plantea Alfaro, es la educación: ''Es un proceso de 40 a 50 años que necesita sensibilidad del Estado. El libro tiene un precio accesible si se compara con países como Estados Unidos, Alemania o Japón, donde puede oscilar entre 30 y 50 dólares, a pesar de que la industria se alimenta de insumos internacionales: papel, tinta, máquinas. Si el impuesto se verá reflejado en mejores condiciones de seguridad, habrá que aguantar. Sin embargo, debiera entenderse que la riqueza de un país es la educación''.0