Ť José María Pérez Gay, autor de Tu nombre en el silencio
La novela implica añadir detalles a la realidad
Ť Celan, omnipresencia espiritual en ese libro: Luz Fernández de Alba
Ť Kraus: entrevera historias que transitan de lo verosímil a lo ficticio
ANGEL VARGAS
La literatura, para José María Perez Gay, no es un examen de conciencia política:
''La literatura empieza donde la política toca sus verdaderos límites, donde la diplomacia y el glamour del mundo terminan, donde los nacionalismos combatientes pierden todo derecho.''
Con esa definición, el filósofo y escritor nacido en la ciudad de México, en 1943, no sólo pareció enfatizar una convicción sobre el deber ser puramente estético del quehacer literario, sino también delimitar en ese sentido los alcances de su más reciente novela, Tu nombre en el silencio (Cal y Arena), en la que no obstante los matices autobiográficos que se traslucen, se antepone ante todo el criterio literario.
El poder de la memoria
Como dijo anteanoche Luz Fernández de Alba, la trama aparentemente sencilla acerca de tres jóvenes latinoamericanos que salen de sus países para estudiar en una universidad alemana, no es sino la forma de abordar, con talento y oficio, una obra que en el poder de la memoria y la imposibilidad del olvido tiene su verdadero tema.
La académica fungió, al igual que Arnoldo Kraus, como presentadora del libro, del cual resaltó, entre otros factores, sus dimensiones catedralicias resueltas por Pérez Gay a la manera de un arquitecto renacentista: ''Quizá ?opinó? ésta es la última gran novela del siglo XX''.
Fernández de Alba resaltó, también, la onmipresencia espiritual del poeta Paul Celan en el transcurso de la trama, en una situación en la que, agregó, no sólo parece deambular por las páginas con la seguridad de alguien que ha llegado a la casa de un amigo, sino que incluso algunos de sus versos dan nombre a ciertos capítulos.
Elogió las cualidades técnicas y estilísticas del escritor para conformar, con ''prosa limpia, tersa y notable'', personajes muy verosímiles y, también, una serie de historias imbricadas como novelas dentro de una gran novela.
Arnoldo Kraus, a su vez, destacó la capacidad del autor para crear un entreverado de historias que conducen al lector a la disyuntiva de preguntarse qué tanto son hechos reales y qué tanto ficticios, así como su capacidad de transportar la imaginación a través de un movimiento perpetuo.
El médico aludió al repaso de discusiones filosóficas e históricas del siglo XX que se hace en las casi 600 páginas del volumen. También enfatizó la importancia de citas y referencias, sobre todo las de raíz poética, que ''pintan un escenario en donde la novela deviene historia y la historia literatura''.
Pérez Gay, autor también de La difícil costumbre de estar lejos, cerró la sesión y comentó que fue hace varios ayeres cuando emprendió la factura de Tu nombre en el silencio, inspirado en la biografía del líder estudiantil Rudi Dutschke. Aunque, abundó, fue un libro que debió dejar reposar tras destruir 150 páginas realizadas en año y medio, al advertir que ''no era una historia inmediata que quisiera contar''.
Citó un breve texto de Elias Canetti para reforzar la convicción plasmada en su obra acerca de que si contamos historias es posible rescatar a ''los amigos que se habían quedado en medio del camino, los que cayeron durante esos años agitados y esperanzados, en los que no escasearon, sobre todo frente a la miseria espiritual del siglo XX, razones para el optimismo y la apuesta por la vida''.
Aclaró que los tres personajes latinoamericanos de su novela no son reales, si bien se condensan en ellos ''muchos amigos y conocidos del pasado y del presente''. Esta aclaración sobre la veracidad y la ficción de su trabajo dio pie para definir que ''la novela no es otra cosa que ir añadiendo detalles a la realidad''.