JUEVES Ť 29 Ť MARZOŤ 2001

Jenaro Villamil Rodríguez

Los medios frente al encuentro con el EZLN

En uno de los momentos climáticos de su discurso, la comandanta Esther del EZLN afirmó en la tribuna legislativa de San Lázaro: "no venimos a humillar a nadie, ni a vencer a nadie, ni a suplantar a nadie, ni a legislar, venimos a que nos escuchen y a escuchar y a dialogar... A una señal de paz no responderemos con la guerra, las armas zapatistas no suplirán a las gubernamentales".

Estas palabras fueron transmitidas en vivo, en una cobertura mediática histórica, por los canales 9 de Televisa; el 7 de Televisión Azteca; el 40 CNI; el canal de televisión del Congreso, y por diversas estaciones de radio de la ciudad de México y con señal nacional.

El espectáculo de un subcomandante Marcos en la tribuna anunciando su verdadera identidad no se vio ni se escuchó. Con la ausencia de Marcos en el recinto, el EZLN privilegió la palabra y el pensamiento de los propios comandantes indígenas sobre los criterios del espectáculo televisivo; le dio un peso inédito a su renuncia a las armas, sin necesidad de conciertos en el Estado Azteca ni de campañas de votación en los centros comerciales; puso en el centro de la discusión los derechos de los pueblos indígenas y no los prejuicios y juicios particulares de los comentaristas radiofónicos sobre el uso de pasamontañas; desencapuchó los argumentos en contra del "protagonismo" de Marcos y las editorializaciones espectaculares y simplificadoras que acusaban a un individuo de "hincar a la clase política" o de buscar "humillar" a los legisladores.

El papel de los medios masivos de comunicación en esta etapa resulta histórico y singular. Así como no fue ninguna concesión graciosa el uso de la tribuna legislativa por parte de los dirigentes zapatistas, tampoco la transmisión en vivo y en directo fue un cesión del poder del rating. Más bien fue el resultado de una apertura televisiva, presionada desde afuera de la pantalla, desde un público ciudadano que se volcó en el seguimiento de la marcha zapatista y que apoyó su presencia en la Cámara de Diputados, tal y como se reveló en las propias encuestas transmitidas por los medios. Todavía un día antes, el martes 27 de marzo, la empresa Dimsa dio a conocer una encuesta que revelaba que 3 de cada 4 consultados estaba de acuerdo en el uso de la tribuna, y 2 de cada 3 encuestados consideran justas las demandas de los zapatistas.

La propia empresa Televisa, tan discrecional en otras ocasiones en sus criterios de cobertura informativa, tuvo que dar explicaciones por la ausencia de su transmisión en vivo y en directo durante el mitin del EZLN en el Zócalo capitalino el pasado 11 de marzo y desde las primeras horas de la mañana de hoy presentó continuos cortes para informar desde la salida de los zapatistas de la ENAH hasta su arribo a la Cámara de Diputados. Su competencia, TV Azteca, no se pudo abstraer de la transmisión en directo que, según cálculos informales, tuvo una audiencia tan alta como la toma de posesión de Vicente Fox el pasado 1o. de diciembre. Canal 40 hizo una conducción en vivo desde el recinto de San Lázaro y MVS tuvo en pantalla a Jacobo Zabludovsky, la otrora imagen del establishment informativo, quien declaró ante otros reporteros que este país todavía no había perdido su capacidad de asombro.

Aún está por hacerse el balance sobre este triunfo del pensamiento y la palabra sobre las simplificaciones derivadas de la imagen o de un simple concurso de popularidad, pero lo sucedido hoy en la pantalla representa un cambio significativo en la cobertura mediática tradicional de los movimientos sociales opositores y se convierte en una lección de cómo comunicar, en vivo y en directo, la negociación de demandas a favor de los derechos ciudadanos y de la inclusión.

Todavía en la mañana, antes de que iniciara la sesión legislativa, algunos comentaristas radiofónicos insistieron en relativizar la importancia del suceso. Pedro Ferriz de Con, en Imagen Informativa, comentaba: "espero que esto (la presencia de los zapatistas en San Lázaro) sea a cambio de algo, porque los mexicanos hemos respetado a un grupo que le ha declarado la guerra a este país", como si esto se tratara de una concertacesión y no del inicio formal de un proceso de negociación inédito. Jesús Silva Herzog, comentarista de MVS, sólo alcanzó a especular: "es probable que tengamos una sensación de decepción o un anticlímax por haber sido tan anunciada" la presencia de los zapatistas en el Congreso. Y Eduardo Ruiz Healy, con su capacidad de reflexión característica, comentó: "no puedo calificar de histórica la reunión del EZLN en la Cámara, porque puede ser una decepción histórica si no hay acuerdo".

La propia respuesta de los medios informativos y el interés masivo generado por el encuentro es la mejor prueba de que, más allá de los valores mediáticos, lo importante es que las demandas indígenas adquirieron hoy un lugar privilegiado en las pantallas y en el cuadrante que ni el propio Diego Fernández de Cevallos pudo ignorar.