MIERCOLES Ť 28 Ť MARZO Ť 2001

Ť Fueron transferidos al Consejo de la Judicatura para fortalecer su función

Ordena la Corte al CJF no despedir a 300 empleados

JESUS ARANDA

El pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó al Consejo de la Judicatura Federal (CJF) que no despida a los casi 300 empleados del máximo tribunal que fueron transferidos a ese consejo hace unos días.

Molestos porque la Dirección de Recursos Humanos del CJF advirtió a los trabajadores de la Corte que en lugar de asignarlos a juzgados y tribunales, les pediría su renuncia, ayer los ministros resolvieron "recordarle" al Consejo de la Judicatura que el movimiento de personal debe darse "sin afectar los derechos laborales".

El 13 de marzo pasado, el pleno de la SCJN aprobó el acuerdo 3/2001, que autorizó la transferencia de personal de la Corte al CJF, "cuando así fuere necesario". Ahí se precisó que, en lo que se refiere a las plazas de los trabajadores, se facultaba la transferencia de personal de la Suprema Corte al consejo, cuando se necesitara "fortalecer la función jurisdiccional", bajo el supuesto de que las plazas de los trabajadores de la SCJN tendrían que ser asignadas por el CJF a los tribunales de circuito y juzgados de distrito.

En ese acuerdo la Corte señaló que debido a que la Cámara de Diputados aprobó un presupuesto para el CJF "sensiblemente" menor al solicitado, se decidió realizar los ajustes pertinentes para no afectar el cumplimiento de sus obligaciones.

El pleno de ministros consideró que a pesar del recorte presupuestal -que afectó al Poder Judicial Federal en su conjunto-, tuvo que restructurar sus procesos administrativos, lo que le permitió a la SCJN transferir diversas plazas "con su correspondiente personal y presupuesto" al CJF, para que éste pueda hacer frente a sus requerimientos actuales y futuros.

Pero los ministros establecieron que esto se haría "sin perjuicio de los derechos adquiridos por los servidores públicos que ocupan esas plazas, en su adscripción a la Suprema Corte de Justicia de la Nación".

Asimismo, se estableció que las citadas plazas "se entienden sin perjuicio de la facultad del Consejo para determinar la adscripción o categoría de la plaza, su transformación, remuneración o permanencia en el puesto de las personas que las ocupen, atendiendo en todo a las necesidades del servicio y a los principios que rigen la transferencia de recursos".

En los considerandos transitorios del acuerdo se precisó que los derechos del personal de base cuyas plazas sean transferidas "permanecerán inmutables", y que el personal de confianza cuya plaza sea transferida "podrá volver a su puesto de base, si ésta no es de las transferidas, hipótesis en la cual sólo se transferirá la plaza de confianza y su previsión presupuestal.

Sin embargo, cuando los cerca de 300 empleados se presentaron ante el director general de Recursos Humanos del CJF, Néstor Rolando Aguilar Domínguez, éste les solicitó su renuncia.

Cuando los ministros tuvieron conocimiento de que no se había cumplido a cabalidad su acuerdo -varios de los afectados les enviaron cartas para denunciar los hechos-, decidieron recordarle al CJF que la transferencia fue de "plazas y personas", no solamente de "plazas".